Blanca Marsillach recluta diez actores amateurs pero veteranos

Ana Cosme OVIEDO

ASTURIAS

Intérpretes procedentes del centro de mayores La Felguera ponen en escena en Oviedo una obra en homenaje a uno de los más grandes de las tablas españolas

21 jun 2019 . Actualizado a las 18:24 h.

Alguno de ellos se suben por primera vez a un escenario. Blanca Marsillach les ha brindado esta oportunidad tan importante para los protagonistas. Son diez actores amaeurs reclutados en el centro social de personas mayores de La Felguera para participar en un novedoso proyecto. Estos diez intérpretes, y sus tres profesores, no estarán solo sobre las tablas. Les acompañará la figura de un grande del teatro, Alfredo Marsillach, proyectado sobre una pantalla. Como ellos mismos han declarado, es una dedicatoria a todas esas personas que ya no están. Blanca Marsillach rinde homenaje a su padre. Ellos a sus seres queridos. Entre el público, sí que tendrán a amigos y familiares, un apoyo fundamental. La obra que representan se titula Entre versos y Marsillach, una adaptación de Mónica Buiza, del homenaje que Adolfo Marsillach, Amparo Rivelles y María Jesús Valdés realizaron en 1997 a ilustres dramaturgos españoles del Siglo de Oro.

El escenario elegido ha sido la Escuela de Ingeniería de Minas de Oviedo y el proyecto está impulsado por Varela Produciones, la Cía. de Blanca Marsilach y la Fundación Bancaria Caixa. Esta iniciativa surge de un deseo de Blanca Marsillach, la cual quería tener la oportunidad de trabajar con su padre, labor que ya había realizado como actriz siendo él director, pero nunca habían compartido escenario. De esta forma, gracias a las nuevas tecnologías, puede hacer su sueño realidad con la imagen de su padre proyectada en el escenario y a la vez involucrar a personas mayores.

La gira Entre versos y Marsillach llega a Oviedo después de haber pasado por más de una treintena de ciudades españolas, en las que en cada representación se cambia el elenco, dando así una oportunidad única a personas mayores de subirse a un escenario, muchos de ellos por primera vez. Los participantes ensayan mañana y tarde durante cuatro días, en los que desgranan el verso y entienden qué quiere decir cada palabra, una actividad que ayuda a ejercitar la memoria además de favorecer el compañerismo. Este programa centenario promueve el envejecimiento activo saludable de la gente mayor y con el lema «Mientras sumas años a la vida, sumas vida a los años», explican que el hecho de cumplir años no significa dejar de hacer sueños realidad. «Es un grupo que a mí me ha sorprendido bastante, de mayor quiero ser como ellos», ha afirmado Begoña Mencía, codirectora del proyecto y profesora de los participantes. Mencía ha manifestado que «la gente mayor nos da muchas cosas y llega un momento en el que nosotros también tenemos que devolver ese amor».

La selección de los participantes se hace desde los centros, en los que se buscan diez personas voluntarias a las que les guste el mundo del teatro. Esto es importante ya que un actor profesional tarda mucho tiempo en estudiar estos textos, por el contrario, ellos solo tienen cuatro días para prepararlos, por eso deben ponerle muchas ganas e ilusión para sacarlo adelante. Esta labor «no es moco de pavo», ha admitido Blanca Marsillach. El reparto de los personajes se hace según la personalidad de los voluntarios, y en la primera toma de contacto los profesores hablan con ellos, ven cómo leen y cómo son. La obra está pensada para que se lleve a cabo por cinco hombres y cinco mujeres, pero según los voluntarios que tengan se reacondicionan las intervenciones sin problema.

Los intérpretes de esta obra son la mayor parte amateurs, aunque alguno de ellos ya tenía ciertas nociones sobre el teatro. «Esto es completamente nuevo, piso un escenario de verdad hoy», ha declarado José Luis Capel, el cual hace algunos años vio una obra de teatro en la que estaba el propio Adolfo Marsillach, y ahora se siente muy orgulloso de poder trabajar con su hija. Todos los participantes de este curso están muy agradecidos del trato que han recibido por parte de sus profesores, así como de la paciencia y el cariño de estos. Han Asegurado estar muy ilusionados y esperan que la representación salga a pedir de boca. «Yo tenía que haber nacido actriz, porque me gusta la farándula como nada» ha confirmado entre risas Ángeles de Silva, una de las intérpretes. Consuelo Hortal ha dicho estar muy ilusionada y así lo demuestra su rostro, mientras cuenta qué ha sido para ella esta experiencia no se le borra la sonrisa de la cara. Para alguno de ellos esta será la última vez que se suban a un escenario. «Llevo muchos años en el teatro y esto sirve para mi despedida», cuenta una decidida Esther. Por su parte Dorita, la intérprete más completa, ya que además de actuar también canta, ha expresado su gratitud por la oportunidad nombrando a cada una de las personas que han llevado a cabo esta iniciativa. Ángela Martín Castaño ha reconocido que lleva poco tiempo en el teatro y que fueron sus compañeros los que la animaron a participar en el proyecto, el cual ha definido como «único» ya que cree que no van a tener una ocasión así nunca más.

Alejandro, profesor junto con Mencía, ha explicado que este grupo ha ofrecido lo mejor de ellos y además ha propuesto ideas nuevas para sumar a los textos. Después de más de 30 ciudades visitadas, han conseguido que en cada ciudad sea diferente, y ha señalado que Oviedo especialmente brilla con luz propia. Con mucha soltura tres de los intérpretes han realizado una pequeña demostración de lo que se podrá ver en el estreno. Han dejado claro que aunque son amateurs, tienen un futuro boyante en el mundo del espectáculo.