Asturias ofrece múltiples planes para realizar en el tiempo libre, pero deben hacerse antes de la saturación propia de agosto
11 jun 2019 . Actualizado a las 17:51 h.La medalla de paraíso natural que se le atribuye a Asturias va más allá de un eslogan publicitario. El Principado ofrece un sinfín de planes para disfrutar de sus paisajes, playas vírgenes, acantilados de vértigo y parques naturales para visitar en los días soleados, así como gastronomía y museos para esos días lluviosos tan característicos. Unas propuestas que están al alcance de todos, no solo del turista. ¿Has hecho alguna vez el descenso del Sella? ¿Has contemplado la majestuosidad de la naturaleza en lo alto de alguna de sus rutas de montaña? ¿Has visitado los pintorescos pueblos del occidente? ¿Y un pueblo del oriente escenario de una serie televisiva? La primavera es el momento perfecto para planear alguna de estas actividades antes de que comience la saturación estival marcada por los veraneantes y curiosos que se acercan por estos lares. Este es el listado de los pequeños paraísos que no te puedes perder.
1. descenso del Sella y visita al pueblo que lleva su nombre
Los asturianos siempre han estado orgullosos de su tierra llevándola allá donde van por bandera (y a veces portando, literalmente, su bandera). Pero si hay algo que realmente da a uno el carné de astur es haber descendido el Sella. Un plan divertido y diferente que puede realizarse en familia o con amigos en el que descubrir la naturaleza que envuelve el río en un marco incomparable: la piragua a tus pies y los Picos de Europa al fondo. Solo tiene un pequeño inconveniente, su popularidad. La fiesta que rodea la competición oficial a principios de agosto ha hecho que sean muchos los adeptos que cada año deciden acercarse a Ribadesella y utilizar la excusa de la canoa para tomarse un culín en los múltiples chiringuitos que se encuentran a lo largo de sus 20 kilómetros de recorrido. Es importante marcarse un día en el calendario de junio si se quiere realizar esta actividad con tranquilidad.
2. COVADONGA, SUS LAGOS Y EL PUENTE ROMANO: Un trío indispensable
Se podría decir que Covadonga es el corazón de Asturias. Situada en el interior, en el concejo de Cangas de Onís, seduce a sus visitantes por su belleza, espiritualidad y su valor histórico. Un enclave majestuoso en el que hay tres imprescindibles: el santuario y la basílica, el puente romano de Cangas y los lagos situados en el Parque Nacional Picos de Europa, declarado Reserva de la Biosfera. Visitar la Covadonga espiritual, es decir, el santuario y la basílica, así como la histórica, el puente romano, no presenta demasiada dificultad en ninguna época del año, más allá de las bajas temperaturas invernales y la saturación turística estival. Pero si se quiere subir a los lagos para descubrir su belleza natural hay que tener en cuenta el Plan de acceso a los Lagos de Covadonga. Creado para proteger el Parque Nacional Picos de Europa se diseñó este plan para regular el tráfico los días de máxima afluencia en Semana Santa, verano y ciertos puentes (el resto del año se puede utilizar libremente el vehículo privado). Del 1 de junio al 16 de octubre la carretera permanecerá cortada desde las 8.30 hasta las 21.00. La primera subida del autobús comenzará a las 9.00, y la última a las 19.30. Y la última bajada será a las 20.30.
3. Cabo Peñas
«Hay que verlo a pesar del viento», reza uno de los miles de comentarios que tiene este mágico lugar en TripAdvisor. Y es que el Cabo Peñas es uno de los sitios más especiales de Asturias entre otras cosas, porque es el punto más septentrional, es decir, es el norte del norte. Situado a más de 100 metros sobre el nivel del mar y debido a su saliente afilado es el perfecto balcón para admirar la furia del Cantábrico, el baile de las gaviotas y los vientos fríos que, como bien dice el usuario de TripAdvisor, lo azotan sea la temporada que sea. Este Paisaje Protegido se sitúa en pleno centro de la costa regional, ubicado entre Gijón y Avilés, allí se puede respirar hondo, vislumbrar el horizonte e incluso puede evocarnos el terror que provoca el vértigo y la imponente bravura del mar. No es para menos, pues hay que visitarlo con respeto y no ser aventurados. Es mejor descubrirlo en la tranquilidad de la temporada baja, sin olvidar su faro, que sirve de guía desde 1852 y es el más importante y de más alcance del litoral, así como el Museo Marítimo y Museo de la Conserva.
4. Museo de la minería
En la localidad de El Entrego (San Martín del Rey Aurelio), el Museo de la Minería y la Industria (MUMI) fue concebido como un homenaje a la tradición y actividad mineras que marcaron la historia de la región. Según un estudio realizado por Turismo de Asturias es uno de los lugares más visitados ya que muestra un amplio archivo de memoria histórica en distintas áreas donde se contemplan imágenes de la actividad minera, maquinaria, minerales, bibliografía y todo lo relativo a la sociología laboral de la minería como era la enfermería donde se atendía a los mineros, sus casas, etc. Consta de un espectacular espacio por el que el museo ha adquirido gran popularidad: una mina-imagen, donde se reproduce el interior de una explotación con verdadero realismo, hasta tiene una réplica de una jaula por donde ascendían los trabajadores al interior de la explotación. Además está estratégicamente ubicado en un conjunto de vestigios, pozos y recursos que forman parte del paisaje industrial que caracterizó al Principado. Desde su página web recomiendan reservar con antelación, sobre todo de cara a julio y agosto cuando las visitas aumentan. El acceso a la mina estará determinado por la afluencia de personas en ese momento por eso, y antes de que cambie al horario de verano (1 de julio) es importante conocer que está abierto de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00 y sus precios (9 euros adultos y 4,5 euros niños).
5. lastres
La belleza de Lastres ha sido reconocida en numerosas ocasiones. Considerado uno de los pueblos más bonitos de España, distinción que ostenta oficialmente, Conjunto Histórico y Pueblo Ejemplar, galardón que le entregó la Fundación Princesa de Asturias en 2010, no es de extrañar que una productora lo escogiese como escenario de una serie de televisión. Doctor Mateo, una popular producción de Antena3 otorgó de gran fama a la villa ya que los espectadores pudieron observar la peculiar adaptación al terreno en el que los hogares parecen colgar hacia el abismo mientras la naturaleza cantábrica lo envuelve. Destaca su puerto que cuenta historias de su tradición ballenera, sus casonas y palacios y la Torre del Reloj construida en 1751 que fue campanario y torre de vigilancia.
6. Mirador del fitu
Ubicado a 1.100 metros sobre el nivel del mar, el Mirador del Fitu ofrece las mejores panorámicas de la montaña y la costa Asturiana en una visión espectacular de 360º grados. En este tributo al paisaje se tienen al alcance de la vista más de 100 kilómetros de valles, acantilados, en el que el verde de los bosques se funde con el azul del mar: La Reserva Natural de Sueve, el Parque Natural de Ponga y el Parque Nacional de los Picos de Europa. De este a oeste Ribadesella, Caravia, Colunga y Villaviciosa e incluso Gijón en los mejores días soleados. Al sur, Parres, Cangas de Onís y Covadonga. Inaugurado en 1927 se concibió para que los montañeros pudieran disfrutar de este mirador haciendo un alto en el camino, siendo punto de partida de diversas rutas. Dispone de una amplia zona de aparcamiento, y en sus cercanías podemos encontrar una tienda de productos asturianos y un bar.
7. cudillero
Si hay un pueblo representativo de la cultura y tradición marinera en Asturias ese es Cudillero. Declarado Conjunto Histórico Artístico y enclavado en un valle que desemboca en el Cantábrico se divide en dos partes claramente diferenciadas: por un lado está la parte alta donde vivían y viven los caízos, allí se encuentra la calle principal que da acceso al pueblo, es la zona de los oficios y donde tradicionalmente se ubicaban los comerciantes. Por otro lado los pixuetos que son los pescadores y habitantes de la parte baja del pueblo. Y hablando de pixueto así se denomina también al dialecto propio de la zona. Si quieres visitar sus coloridas casas que culgan de la montaña, perderte por sus estrechos pasadizos hasta llegar al puerto y comer en una de sus terrazas, debes adelantarte, ya que el pueblo es pequeño y si se satura no podrás reservar en ninguno de sus restaurantes. Además, podrás aprovechar la visita para conocer otras villas marineras como Luarca o Tapia, muy cercanas a Cudillero.
8. Playa de rodiles
Rodiles es una de las playas asturianas de mayor belleza por lo que es de las más concurridas. Dispone de más un kilómetro de arenal de 300 metros de ancho, que sufre grandes variaciones con las mareas, además de una extensa zona arbolada de pinos y eucaliptos. Un paseo de madera conduce a sus visitantes hasta el mar por el margen de la ría de Villaviciosa, que es a su vez Reserva Natural. Dispone de transporte público, además de un aparcamiento controlado y campings en sus inmediaciones por lo que es el destino perfecto para los amantes de la playa, las familias y los deportistas acuáticos (su famosa ola izquierda, es una de las mejores de Europa para los surfistas).
9. Somiedo
Fue el primer espacio asturiano declarado Parque Natural en 1988 y posteriormente, en el año 2.000 como Reserva de la Biosfera. Es uno de los refugios más importantes para la flora y fauna asturianas ya que en sus más de 29.000 hectáreas tienen cabida especies autóctonas como los urogallos y los osos pardos y otras especies como lobos y ciervos. Sin duda un lugar para perderse en sus verdes bosques, sus lagos, brañas y montes. Ubicado en el sur de Asturias, en la frontera con León se extiende por cinco valles: Saliencia, Valle del Lago, Puerto y Pola de Somiedo, Perlunes y Pigüeña, y sus cinco ríos con los que comparten nombre, abarcando una extensión de 283 kilómetros cuadrados. Destacan, además de su naturaleza virgen, las cabañas que se encuentran en las brañas acompañadas de pastizales. Estas construcciones de piedra y techumbre de escobas y piornos sirven como refugio para los ganaderos y en su momento eran utilizadas por los vaqueiros de alzada. Actualmente existen más de quinientas.
10. Los cubos de la memoria en llanes
Desde que se inauguraron en 2001, son muchos los curiosos que se acercan a contemplar la obra de Agustín Ibarrolla en la escollera del puerto de Llanes. A pesar de que desde el Ayuntamiento han descartado su rehabilitación debido al gran coste económico que supondría, estos cubos siguen siendo característicos por su carga y variedad cromática. Y no es para menos, cinco años le costaron a su autor pintar los 236 bloques de hormigón que reflejan el paisaje, la historia y la cultura llaniscos. Si quieres observar esta explosión de colores que se funde en el horizonte entre el cielo y el mar, esta es la mejor época ya que la villa marinera es muy popular y cada agosto acoge a miles de turistas. Además, puedes aprovechar la visita para dar un paseo por sus calles y descubrir sus características casas de indianos, así como comer en uno de los muchos restaurantes que albergan una calidad gastronómica inigualable.