Liberbank despeja el camino de Abanca tras romper con Unicaja

F. Fernández LA VOZ

ASTURIAS

El banco gallego podría volver a intentar comprar el asturiano

15 may 2019 . Actualizado a las 09:57 h.

El banco asturiano Liberbank ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ya no quiere fusionarse con Unicaja. En realidad, de lo que informa es de que «no se ha alcanzado un acuerdo en cuanto al eventual reparto accionarial en la nueva entidad, por lo que el consejo de administración de Liberbank ha decidido por unanimidad dar por finalizados dichos contactos», iniciados en diciembre pasado.

A tenor del volumen de activos de cada uno, se dio por hecho que Unicaja se quedaría con una participación del 60 % y Liberbank el 40 % restante, pero fuentes próximas a la operación matizaron a Efe que el grupo andaluz probablemente se quedaría con entre el 55 y el 57 %, con lo que Liberbank aumentaría hasta el 43 o 45 %. Sin embargo, el tira y afloja entre ambas entidades no ha culminado bien y dan por zanjadas las negociaciones.

Lo cierto es que el fin de estas conversaciones abre nuevas posibilidades al banco gallego Abanca, que ha intentado comprar el asturiano hasta en dos ocasiones. La última, en febrero pasado, cuando llegó a ofrecer 1.300 millones por hacerse con el 75 % del capital, más un canje de acciones al que se podrían adherir los propietarios de entre el 25 y, como máximo, el 45 % restante, que recibirían títulos de Abanca.

Pero las conversaciones con Unicaja frustraron la oferta de Abanca, y no es descartable que ahora vuelva a intentarlo con el camino ya despejado. La entidad dirigida por Juan Carlos Escotet se convertiría tras esa operación en la sexta de España, en un gigante con un volumen de negocio superior a los 130.000 millones de euros y con más de 1.400 oficinas en España y Portugal.

Sextos de España

Además, la operación permitiría a Abanca proseguir con el plan de expansión que inició en el 2017, tras librarse de la tutela de Bruselas. La entrada en Liberbank le daría una potente presencia comercial en el norte del país (en Asturias sumaría 166 oficinas a la docena que tienen ahora rótulo de Abanca en el Principado), pero también propiciaría la ampliación de la red en Extremadura, donde ya desembarcó con fuerza a finales del 2018, cuando adquirió las sucursales del portugués Caixa Geral en España.

Liberbank obtuvo el pasado ejercicio un beneficio neto de 110 millones, frente a los 259 millones que perdió en el 2017. Al cierre del año pasado, el banco resultante de la fusión de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura contaba con una plantilla de 3.798 trabajadores que atienden 679 oficinas nacionales, cinco de ellas en Galicia (dos en A Coruña, otras tantas en Vigo y una más en Lugo).

Mientras, Abanca despidió el 2018 con un beneficio neto de 430 millones, un 17,3 % más que en el ejercicio anterior. La entidad deja atrás un año histórico en términos económicos, en el que la rentabilidad alcanzó el 11,4 %, entre las mejores del sector en España. La plantilla del banco gallego roza los 5.000 empleados, según su última memoria anual.