El Principado fue una de lás únicas cinco comunidades que terminaron 2018 con superávit y Hacienda ha autorizado con condiciones darles salida en gasto social
02 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Antes de la convocatoria de las elecciones, el Gobierno dio luz verde a una medida largamente demandada por los ayuntamientos, que aquellas corporaciones que hubieran cerrado el ejercicio con superavit pudieran utilizar el balance positivo de sus cuentas en inversiones. La respuesta de Hacienda fue positiva y se cerraba así un largo periodo de restricciones de gasto impuesto por el Ejecutivo central en los años más duros de la crisis. Pero esta medida abrió la espita a la demanda de otro nivel de la administración ¿por qué no permitir lo mismo a las comunidades autónomas cumplidoras? Eran muy pocas, y en entre ellas está Asturias; con todo, y aunque al final Hacienda dio el visto bueno, el Principado no podrá usar ese superávit, al menos de momento.
Sólo cinco comunidades autónomas cerraron 2018 con un balance positivo de sus cuentas, y no todas en la misma medida y en las mismas circunstancias. Se trata de Galicia, Asturias, Canarias, País Vasco y Navarra. En el caso del Principado se terminó con un saldo positivo de 13 millones de euros, el 0,05 % del PIB regional. Es una cantidad pequeña, casi minúscula para el tamaño de un presupuesto autonómico, pero da cuenta de un esfuerzo de contención que no es generalizado en el conjunto de territorios, además Asturias (al igual que Galicia, en cuyo caso el monto es muy superior, un superávit de 104 millones de euros, el 0,17 % del PIB) se encuentra entre las dos únicas comunidades de régimen común que ha logrado ese objetivo, tanto País Vasco como Navarra se rigen por el cupo foral y Canarias cuenta con las bonificaciones de insularidad.
Después de varias semanas a lo largo del mes de febrero de demandas, especialmente reclamadas desde la Xunta de Galicia que tenía cien millones sobre la mesa para darles salida, finalmente Hacienda accedió a autorizar el uso de esos fondos adicionales con una serie de requisitos, básicamente que se destinaran a gasto social.
Desde la Consejería de Hacienda asturiana se recibió la noticia con satisfacción aunque el monto era pequeño pero tras analizar las condiciones del Ministerio se llegó a la conclusión de que no era posible, de momento, utilizar los 13 millones del superávit asturiano. En la letra pequeña del decreto del gobierno se establece que, dentro de las condiciones para utilizar el gasto, está que el presupuesto de la comunidad correspondiente a este año termine en equilibrio o en superávit, y en el caso del Principado se cerró con una previsión del 0,1% de déficit. No se trata de que vaya a terminar así si no de que entra dentro de las posibilidades por lo que hasta que no terminen de cerrarse todas las valoraciones fiscales (la regla y techo de gasto de las comunidades suele definirse a finales del mes de abril) no habría posibilidad de darle salida. Fuentes del departamento asturiano señalaron en todo caso que «otra cosa es que con la gestión presupuestaria a lo largo del ejercicio se viera que se podría terminar en superávit o en equilibrio, y que entonces tuviera entrada». Pese a todo, «ahora mismo no cabría ninguna inversión».
A comienzos de este mes de abril, la agencia de calificación Moody's consideró que el perfil crediticio del Principado refleja «una mejora de la situación financiera de la región», con «bajos niveles de deuda y niveles de déficit bien controlados» y que además el perfil de deuda de Asturias es «más sólido que el de la mayoría de sus pares del país». Esta evaluación (aunque no es una calificación) destacó también la «elevada y creciente proporción de residentes de edad avanzada» en la región, pero cree que «el futuro aumento de los ingresos probablemente compensará los mayores gastos sanitarios y sociales», lo cual mantendrá el equilibrio del presupuesto corriente.
Según recogió la agencia EFE, el peso de la deuda asturiana en relación al Producto Interior Bruto (PIB) se situó al cierre de 2018 en el 18,3 por ciento, cuatro décimas menos que un año antes, según los últimos datos del Banco de España. El importe total de la deuda aumentó en 107 millones de euros, lo que supone un repunte del 2,5 por ciento, hasta 4.351 millones. Sin embargo, el peso de esta deuda en relación al PIB descendió del 18,7 por ciento de 2017 al 18,3 por ciento del cierre del pasado ejercicio.
Respecto al tercer trimestre de 2018, la deuda de la administración pública asturiana bajó en 169 millones. Así, el peso de la deuda se redujo en el tercer trimestre del 19,4 al 18,3 por ciento. El Gobierno del Principado decidió hace un mes acudir al mercado para la refinanciación de deuda por un importe máximo de 1.046,7 millones de euros.
El Principado ya renegoció entre los años 2015 y 2016 diecinueve operaciones de crédito por un total de 503 millones de euros, con lo que logró ahorrar unos 28 millones de euros a lo largo de la vigencia de la deuda.