La antigua Feve busca en las promesas de inversiones de Fomento la salida a décadas de abandono en un servicio que ha perdido la mitad de sus usuarios en 10 años
20 abr 2019 . Actualizado a las 08:50 h.Tras décadas enteras de abandono, la antigua Feve mira con esperanza la posible lluvia de millones contemplada por los dos últimos ministros de Fomento para renovar el trazado ferroviario asturiano. Hasta entonces, la red de cercanías vive un día a día plagado de complicaciones. Cancelaciones sin previo aviso, retrasos por doquier, paradas en las que no sube ni baja ningún pasajero, tramos sin electrificar, trenes «canibalizados», un mantenimiento deficiente tanto de las vías como de los convoyes... Multitud de problemáticas han surgido fruto del abandono durante años del ancho métrico (antigua Feve), que se ha acelerado en los últimos tiempos con un desplome masivo del número de pasajeros, fruto de este caos que es el pan de cada día de los pocos asturianos que aún confían en este transporte. La promesa de millones de José Luis Ábalos devuelve a la maltrecha red de ancho métrico asturiana las necesarias inversiones negadas años atrás, pero el panorama es aún preocupante. A pesar de la lluvia de millones que salpicará el ancho métrico de la comunidad, este servicio permanece en vía muerta.
El presidente del comité de empresa de Renfe, Luis Blanco, y el de Asturias al Tren, Carlos García, se muestran esperanzados ante las promesas para mejorar el trazado ferroviario asturiano, aunque consideran que es difícil arreglar en cinco años lo que no se ha cuidado en tanto tiempo. Además, todavía existe una red de convoyes anticuada, y muy pocos tramos de doble vía que ayuden a deshacer el nudo ferroviario existente en la región. Por otra parte, está la cuestión de los apeaderos. La existencia de paradas fantasma en la región es otro de los campos de batalla de colectivos como el dirigido por Carlos García, que apuesta por suprimir varias de estas paradas, en las que a lo largo del día no sube ni baja ningún pasajero.
Líneas existentes y estado de las mismas
La red de ancho métrico asturiana dispone en la actualidad de cinco líneas: Gijón-Cudillero, que cuenta con 32 paradas (Cf4); Gijón-Laviana, con 26 (Cf5); Oviedo-Infiesto, con 20 (Cf6); Oviedo-San Esteban de Pravia, con 20 (Cf7), y Baiña-Collanzo, con 18 (Cf8). Esta última es la única en la que existe tramos accidentados. Se encuentra interrumpida la circulación en la línea de ancho métrico Caudal-Aller entre Moreda y Collanzo por las riadas que afectaron en el mes de enero a toda la región y que se llevaron parte de este trazado ferroviario. Adif ha establecido un plan de transporte alternativo por carretera para los viajeros de los trenes afectados. El traslado de los pasajeros desde Moreda a Collanzo se realizará mediante bus. Hasta hace solo unos días también había trasbordos por carretera para los pasajeros de la línea entre Gijón y Laviana que tenían que cruzar el túnel de Carbayín. Las obras de reparación de esta anticuada infraestructura mantuvieron cortado este recorrido durante varios meses.
Desestabilización de la plantilla y trenes «canibalizados»
Para comprender la debacle sufrida por la antigua Feve, cuál es la situación actual del servicio y las razones de la sangría de pasajeros, es necesario conocer una serie de datos. Cuando Renfe y la extinta Feve se encontraban separadas, contaban con un total de 1.000 y 700 trabajadores respectivamente. En estos momentos, Renfe, que integra tanto el ancho convencional como el métrico, cuenta con 800 trabajadores, mientras que 500 personas trabajan en Adif. Esta entidad administra los 474 kilómetros de ancho métrico con los que cuenta Asturias.
El descenso del número de profesionales del sector refleja el declive de este servicio y una manifiesta desinversión en el mismo. Esta falta de gasto en la renovación del personal y los propios convoyes ha degenerado en, como afirma Luis Blanco, «unidades canibalizadas». Estas se tratan de trenes cuyas piezas son sustraídas para reemplazar otras de unidades afectadas. Un término que el sindicalista acuña para reflejar la dejadez en el mantenimiento de estos convoyes, que cuentan con unidades disponibles muy limitadas. Por otra parte, se adquieren trenes usados en otras comunidades, por lo que es difícil reemplazar los componentes de determinadas unidades, ya que las piezas que sirven para un tren no valen para otro.
Situación de los convoyes y los trabajadores
25 trenes forman parte del servicio de ancho métrico en la región cada día, 20 de los cuáles cuentan con sistema electrificado y los 5 restantes utilizan gasoil como energía. Un número que, a la menor avería en alguno de estos convoyes, genera las tan frecuentes cancelaciones de servicios sin previo aviso. Un problema por el que el presidente del comité de empresa de Renfe explica también por la propia integración del extinto Feve dentro de Renfe. «Feve antes contaba con una partida dedicada íntegramente al ancho métrico, ahora al incluirse dentro de Renfe cuenta con muchos menos fondos».
La caótica situación que vive en la actualidad el servicio de cercanías de ancho métrico en Asturias viene en parte, señala Blanco, «por el cambio generacional de los trabajadores, que ha dado lugar a una desestabilización de la plantilla». Gran parte de los profesionales que entraron en el servicio entre los 70 y los 80 han dejado paso a trabajadores que todavía no manejan con soltura el mantenimiento de los convoyes y el cambio de piezas. Este cambio influye en el servicio y, apunta, en el futuro «se mejorará por la propia experiencia que ganen estos trabajadores».
Descenso a mínimos históricos de los pasajeros del ancho métrico
Las cifras de usuarios hablan por sí solas: en apenas diez años, el número de pasajeros de este servicio se ha reducido a poco más de la mitad. Un dramático descenso en el que se ha pasado de los 3.532.800 usuarios en 2008 a los 1.807.100 de 2018. El desplome deja en mínimos históricos el número de pasajeros del ancho métrico, que entre 2003 y 2005 tuvo su momento álgido, según datos recogidos por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei).
Entonces, más de 4,8 millones de pasajeros utilizaban este servicio, 3 millones más que las cifras actuales. Las cifras de esos años del ancho métrico superaban las actuales del ancho ibérico. Las imágenes de estaciones y trenes vacíos en la actualidad tienen mucho que ver con los retrasos generados a raíz de las «paradas fantasma», apeaderos en los que no se suben ni bajan pasajeros, y que causan los mencionados retrasos. El coste de mantenimiento, por otra parte, es una partida que debe hacerse sí o sí sin importar el número de pasajeros que utilicen estas paradas.
El caos de los apeaderos
Carlos García, presidente de Asturias al tren, señala la dificultad de establecer servicios semidirectos en todas las líneas con la cantidad de paradas existentes. Potenciar los servicios que ahorren muchas paradas es una de las principales medidas que plantea este colectivo, aunque son conscientes de que, con la gran cantidad de estaciones en las que no se sube ni baja nadie, es una iniciativa de difícil implantación con la situación actual. El ejemplo más claro de esto es la estación de Fonciello, donde el tren para 48 veces al día, pero sin que suba o baje nadie. Por ello, propone, en consonancia con el consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, reducir el servicio en una gran cantidad de apeaderos para hacer posible un servicio semidirecto.
«Nosotros somos más radicales, consideramos que eliminar los apeaderos es más positivo, ya que no solo ahorras tiempo de trayecto sino también los costes de mantener la estación. No obstante, estamos de acuerdo en que, si no se suprimen, sí que al menos se reduzcan los servicios a cada dos o tres horas en muchos apeaderos y que se potencien los semidirectos», explica.
Para Luis Blanco, otra problemática que atañe a estas estaciones es la falta de información que se da en ellas. «No sabe cuándo viene el tren o si no va a venir por cualquier motivo», afirma. Una falta de datos a los pasajeros que, considera el sindicalista, no invita precisamente a utilizar el servicio. «Hay mucha gente que, ante esta situación, no confía en el cercanías y no vuelve», añade.
Necesidad de ampliar los tramos de doble vía
Asturias al tren plantea una serie de tramos donde es necesario implementar la doble vía, ya que consideran que los planes actuales con respecto al aumento de la doble vía son insuficientes. Por ejemplo, en la línea Gijón-Cudillero (Cf4), proponen duplicar la vía «al menos por el valle que discurre por Regueral y Zanzabornín». En la línea de Gijón a Laviana (Cf5), plantean duplicar la vía desde Florida (Noreña) a Sotiello. En la línea entre Oviedo e Infiesto (Cf6), proponen duplicar la vía entre Pola de Siero hasta Nava, y de ahí hasta Pintueles.
Incrementar en un 9% de tramos de doble vía para 2030 es insuficiente para esta plataforma. Mientras que el ancho ibérico cuenta con un 56% de doble vía, el de ancho métrico llegará apenas a una cuarta parte. Una asignatura pendiente para el futuro de la antigua Feve, ya que, señala García, «por mucho que se invierta, si no se ponen más tramos de doble vía, este gasto no valdrá para nada».
Las claves del futuro del ancho métrico
Tanto Luis Blanco como Carlos García elogian la posible vuelta de las inversiones para renovar el anticuado trazado ferroviario asturiano anunciada por los dos últimos ministros de Fomento. No obstante, mientras el presidente de comité de empresa del grupo Renfe considera que el futuro pasa por que los trenes «funcionen y los pasajeros vuelvan a confiar en el servicio», desde Asturias al tren se plantea que se debe apostar por potenciar los semidirectos suprimiendo o eliminando los apeaderos.
Blanco se muestra muy optimista con las perspectivas que maneja en esas inversiones con un horizonte en el año 2025, ya que afirma «el cambio sería espectacular con respecto a la situación actual». Esta transformación se cimentaría sobre las inversiones, en aumentar los tramos de doble vía y la mejora de las estaciones. Por otra parte, García se muestra más cauto con respecto al futuro del ancho métrico en la región a corto y medio plazo, aunque define algunas tendencias que se irán implementando con el tiempo. «El corto y medio plazo pasa por el semidirecto, potenciarlo y recortar servicios en muchos apeaderos. Habría que dar un paso más y suprimir parte de estas paradas, pero nos parece razonable la postura de Lastra de mantenerlas y limitar el servicio a cada dos o tres horas.
¿Qué inversiones llegarán al ancho métrico?
Las medidas anunciadas por Íñigo de la Serna en una visita a Asturias que José Luis Ábalos se ha comprometido a mantener contempla que se destinen a la antigua Feve 178,69 millones. De la Serna reconoció en el momento en que se promulgó este plan que la infraestructura está obsoleta y que necesita una profunda renovación y modernización. A ese fin, se destinaría gran parte de su presupuesto. Habría 108 millones de euros para el cambio de vías, la electrificación y la adecuación de las estaciones. La ampliación de la capacidad de las líneas recibiría otros 38 millones. La supresión de los pasos a nivel, una vieja reivindicación, tendría otros 26 millones.
La renovación de la flota de convoyes es un apartado también destacado dentro de este conjunto de inversiones. A corto plazo se pretendería incrementar las prestaciones y fiabilidad del material existente y más a largo plazo se compromete a renovar aquellos vehículos cuya edad lo requiera. La inversión total en este apartado ascendería a 45 millones, todos ellos para los de ancho métrico -con la renovación de 6 vehículos y la incorporación de otros 4 nuevos. Una nutrida modernización de los trenes que busca que este servicio pueda ver la luz al final del túnel.