La dirección de la antigua Tenneco explica que es una medida que «responde a un ajuste de la producción con la demanda del mercado»
09 abr 2019 . Actualizado a las 16:39 h.La dirección de la compañía Vauste ha planteado al comité de empresa de la fábrica de amortiguadores de Gijón, anteriormente propiedad de Tenneco, un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) de 90 días que se aplicaría a 130 trabajadores hasta final de año.
Fuentes del comité han avanzado a Efe que los trabajadores están llamados a votar el próximo jueves en asamblea si acceden a abrir un periodo de consultas o si, por el contrario, rechazan la aplicación del ERTE, que se ha planteado ante la fatal de carga de trabajo. El expediente afectaría en principio a 130 trabajadores, al quedar únicamente excluidos unos seis empleados de las áreas comercial y de ingeniería de producto.
Desde la empresa han afirmado que se trata de una medida «absolutamente temporal que responde a un ajuste de la producción con la demanda del mercado», y han explicado que es una actuación «legítima y puntual para consolidar los niveles de producción con la demanda. Prueba de ello es que Vauste ha cerrado un contrato con Tenneco para la fabricación de amortiguadores y ejes, basado en la diversidad de referencias».
Por último, Vauste ha señalado que el objetivo es «salvaguardar los resultados económicos de la compañía, evitar despidos innecesarios, y lograr un equilibrio entre la actividad productiva y la demanda del mercado, en un momento en el que la incertidumbre económica está menoscabando especialmente al sector de la automoción».
Reacción del Principado
Por su parte, el consejero de Empleo, Industria y Turismo, Isaac Pola, ha afirmado que no teme la deslocalización de empresa y ha confiado en que la decisión tenga carácter «circunstancial». Pola ha vinculado la regulación de empleo a la disminución «significativa» de los pedidos como consecuencia de «una crisis del sector de la automoción en general».
Tras mantener conversaciones con la empresa, el consejero ha dicho no temer una deslocalización de la compañía, pero ha apuntado que «una de las claves» para la salida de esta situación es conseguir más de un cliente en el capítulo de amortiguadores y varillas y la «diversificación» del número de clientes. El consejero, que ha asegurado que la empresa lleva tiempo trabajando con diversos clientes potenciales, confía en que en el transcurso de estos próximos meses se pueda concretar esa diversificación y previa reorganización, la empresa pueda volver a una senda productiva que permita dar ocupación a toda la estructura productiva y a toda la plantilla.
Respecto a si esta situación podría afectar al interés del fondo Quantum Capital Partners, dueño de Vauste, por invertir en Alcoa, Pola ha señalado que no tiene «ningún» argumento para pensar que esta situación genere «ninguna otra incertidumbre» sobre otros planteamientos industriales que pueda hacer el fondo de capital.
Vauste
La planta de Vauste Spain, que el fondo de inversión alemán Quantum Capital Partners adquirió a Tenneco en marzo de 2016, se dedica principalmente a la fabricación de amortiguadores para el sector de la automoción y en octubre de 2018 puso en marcha una nueva planta de piezas por inyección de magnesio.
Vauste lleva tiempo inmersa en un proceso de búsqueda de nuevos clientes, ya que el pasado marzo finalizaba al acuerdo de suministro con Tenneco. Fuentes del comité de empresa han atribuido la decisión de la dirección a un «correctivo» por la actuación de CSI durante los últimos meses, que ha sido denunciada varias veces tanto por el resto de los sindicatos como por las organizaciones empresariales asturianas por dificultar la captación de nuevos clientes.
CSI cuenta con dos de los nueve representantes en un comité de empresa en el que USO y CCOO tienen otros dos puestos, cada uno de ellos, y UGT, los tres restantes. Tanto el resto de sindicatos como la Federación Asturiana de Empresarios, la Federación de Empresarios del Metal y Afines del Principado de Asturias y la Cámara de Comercio de Gijón ya denunciaron hace meses las acciones unilaterales de CSI, por cuestiones particulares y en contra del criterio de la mayor parte de la plantilla, al considerar que ponían en riesgo la captación de clientes por la incertidumbre que generaban.