Las familias reclaman a las Administraciones que creen espacios libres de juego en los entornos de los centros educativos
20 mar 2019 . Actualizado a las 16:16 h.En Asturias el problema todavía no ha adquirido un volumen preocupante, pero los padres creen que es mejor prevenir que lamentar. La Confederación Estatal de Asociación de Padres de Alumnos (Ceapa) reclama a las administraciones que habiliten espacios libres de casas de juegos alrededor de colegios, escuelas e, incluso, de universidades. Solicita que no se expidan licencias de apertura a menos de 300 metros de cualquier equipamiento educativo. También que se regule la publicidad de juego online y de esas casas de apuestas antes, durante y después de la retransmisión de eventos deportivos en horario protegido. Su intención es que se dé un tratamiento similar al del alcohol o el tabaco. Estas peticiones han sido respaldadas por la Federación de Asociaciones de Padres (FAPA) Miguel Virgós, la mayoritaria en la escuela pública asturiana. Su presidenta, Clara Díaz, señala que es necesario alertar «del peligro del juego».
No es el único paso que van a dar. Las familias también quieren actualizar un manual elaborado por Ceapa hace ya unos años, para incluir nuevas estrategias y también indicadores para reconocer las adicciones. Esta es una tarea que la junta directiva se ha impuesto para los próximos meses y que Clara Díaz comparte. Reconoce que en el Principado el problema no es tan grave como en otros territorios. Por no tan grave, entiende que la apertura de casas de apuestas no está tan extendida como en algunas comunidades. Cuenta una experiencia personal, una visita a un pueblo de Extremadura, en la que se encontró con siete en apenas unos metros. Sin embargo, el fenómeno está en auge y en las principales ciudades asturianas las marcas comienzan a extender sus tentáculos. «Aparecen como chigres», admite.
Clara Díaz explica que la adicción al juego en menores de edad es un tema que se ha debatido ya en junta directiva, que ha suscitado numerosos debates y que en Asturias hay que abordar desde la prevención. Tiene constancia de que la propia Consejería de Educación del Principado ya está en marcha y que se está informando a los alumnos de los riesgos de las apuestas. Incluso existe material específico al respecto. Otros Gobiernos regionales han ido más lejos en sus regulaciones. Ese es el caso de Extremadura, que desde febrero ya establece es mínimo de 300 metros que ahora se pide para toda España. Otros países, como Reino Unido, han prohibido los anuncios de apuestas deportivas.
La resolución de Ceapa
La petición de Ceapa afecta a todas las Administraciones públicas, cada una dentro de sus competencias. El primer paso sería regular el juego online para proteger a los menores de edad de la adicción. En ese marco podría encajar la decisión de establecer una distancia mínima de seguridad de las casas de apuestas respecto a los centros escolares y la regulación de la publicidad durante la retransmisión de eventos deportivos en horario protegido. «Si bien la escuela debe hacer vivenciar valores, la sociedad debe acompañarla y la Administración debe proteger a la infancia. La inacción legislativa puede llegar a ser cómplice de la proliferación de las casas de apuestas y de la falta de vigilancia en el uso por parte de menores», advierte la Confederación.
Las familias creen que 300 metros es una distancia mínima, que podría ser incluso mayor en función de la estructura urbana de los territorios. Cree, además, que no solo tiene que englobar a colegios e institutos. Quiere que ese cordón se trace también alrededor de las unidades. «Se debe priorizar siempre el bienestar de los menores», insiste la directiva del colectivo de padres, que exhibe un informe de la Dirección General de Ordenación del Juego que señala que el 36 % de los jugadores patológicos de España se iniciaron cuando eran menores.
Su llamamiento también alcanza a los famosos que prestan su imagen para anuncios vinculados al juego, sobre todo deportistas, por la influencia que tienen entre el público infantil y juvenil. Quiere que mediten la influencia que tienen sus activos.