«Viene una moza de 70 años a decir que un cura la violó. ¿No se le ocurrió antes? Claro, ahora se compensa con dinero»
ASTURIAS
La Voz de Asturias entrevista a Fernando Fueyo, capellán del Sporting y cura de la parroquia de San Nicolás de Bari
12 mar 2019 . Actualizado a las 14:15 h.Combinar fútbol y religión sigue sonando extraño para muchos, no para él. Histórico capellán del Sporting y párroco de San Nicolás de Bari. Irónico, de palabra fácil y sincero. Fernando Fueyo (Gijón, 1937) nos cita en su despacho en la parroquia de El Coto. Lleno de recuerdos del Sporting, fotos, libros y, también, de su camino vital en la Iglesia. Recuerdos cruzados que abren paso a una conversación horizontal por espacio de una hora.
¿Cómo llega a la parroquia de San Nicolás de Bari?
Mi vida empezó hace casi ochenta y dos años. Soy de Gijón pero, en seguida, a los doce años, fui al Seminario Pontificio en Comillas. Ahora está en Madrid pero antes estaba cerca de Santander. Cuando terminé me nombraron ayudante en La Felguera, allí me estrené como cura. Dicen que el primer amor nunca se olvida. Guardo muy buen recuerdo de La Felguera, antes era un pueblo infame, ahora parece Nueva York. Recuerdo ir por aquel río subterráneo... no amanecía hasta mediodía. Después me llevaron de profesor al Seminario de Oviedo, allí estuve cinco años, en el Prau Picón. Un buen día apareció un obispo alto, diciendo algo sobre Burundi y pidiendo curas. ¡No tenía ni idea donde estaba Burundi! Total que marchamos y empezamos la misión asturiana en Burundi y la misión, al final, duró trece años. Hace treinta y seis años me dijeron que tenía que volver, que estaba destinado a dirigir esta parroquia. Han pasado ya cincuenta y siete años desde que soy cura, «¿no está nada mal no?». Hacer esto (señala el interior de la parroquia) nos costó sudor y lágrimas, fueron muchos millones de pesetas. Ya tenía que haberme jubilado. Incluso lo había anunciado a la gente en la hoja parroquial pero el obispo me dijo, «Fernando, de cabeza estás bien, la gente te quiere y tú quieres a la gente. ¿Por qué no te quedas un añín más?».
Tenía que haberme jubilado pero el obispo me pidió quedarme un añín más»
¿Se cansa uno de ser cura?
No, no. Es una vocación para toda la vida. Como decían antes, aspiro a morir con la sotana puesta. Pero yo no tengo sotana, las que tuve fueron desapareciendo. Una vez me pidieron una sotana para una fiesta de esas de Carnaval y nunca más volvió a aparecer. Quiero morir siendo cura.
Aspiro a morir con la sotana puesta»
¿Usted se educa en una familia religiosa?
Gracias a Dios he tenido una familia ejemplar. Éramos cuatro hermanos y ahora quedo yo solo. Mi hermana fue monja, murió muy joven y uno de mis hermanos también fue cura. Mi padre en Gijón tenía fama de santo. En casa mamamos tener esta vocación.
¿Es consciente de todo a lo que ha renunciado por ser cura?
Por eso hay tan pocos curas. No porque se casen o no se casen, es porque los jóvenes no quieren proyectos para toda la vida. El año antes de ordenarme, de ser cura, mi padre quiso hablar conmigo seriamente, me dijo, «Fernando eres totalmente libre. Si ahora decides dar marcha atrás lo vamos a entender». Admiro a mi padre, quería salvaguardar mi libertad. Si volviera a nacer volvería a ser cura, sin duda.
Si volviera a nacer volvería a ser cura»
¿Se puede ser cura y a la vez ser de izquierdas?
¡Claro! Yo he sido de izquierdas. Voté a Izquierda Unida y al PSOE.
¿También a Podemos?
(Risas) No, no, tanto no. Ahora con los años me he vuelto más tradicional. Antes era soñador y quería arreglar el mundo, después te das cuenta de que no es tan fácil.
¿Es tabú ser socialista y ser cristiano?
Sí, puede ser. Tengo compañeros que han votado y votan a la izquierda, aunque no se sepa. Hay grandes socialistas cristianos.
Hay grandes socialistas cristianos»
¿Pero teme la Iglesia a los avances de la modernización?
La verdad es que estamos pasando tiempos malos. Ahora hay mucha escasez de curas, somos cuatro y vieyus. La edad media en Asturias es de 68 años. Por eso estamos trabajando y teníamos que estar todos jubilados desde el año de la pera.
Ahora la Iglesia vive su momento de mayor desprestigio...
Todo lo que se está contando, lo que está sucediendo, nos está haciendo mucho daño. Pero esto también es culpa de vosotros, de los medios de comunicación. La prensa airea los problemas de la Iglesia cuando está demostrado que el tema de la pederastia se da sobre todo en las familias, en la escuela o en los clubes deportivos.
La prensa airea la pederastia en la Iglesia cuando está demostrado que se da en familias, en la escuela y en los clubes»
Pero la ética de un cura debería ser mayor, ¿no?
Por eso es un escándalo mayor. Soy muy de el Papa, quiero a Francisco con todo el alma, pero me doy cuenta de que a veces estamos demasiado tiempo pidiendo perdón. Llevamos años pidiendo y pidiendo perdón. La mayoría de estos casos salen ahora cuando fueron hace muchos años. Ahora viene una moza a decir que un cura la violó. Pero la moza tiene 70 años, «¿no se le ocurrió antes?». Pero, claro, ahora se está compensando económicamente. En EEUU la Iglesia en Chicago se empobreció por compensar todos los abusos.
Llevamos años pidiendo y pidiendo perdón»
¿Hay una persecución contra la Iglesia?
Tampoco queremos hacernos víctimas. Lo que está claro es que la Iglesia no está de moda. La gente ahora está en una situación de ausencia de Dios. Pocos creen en Dios y los que creen tampoco lo tienen muy claro. Vienen niños a echar unas velas, a ver si así aprueban el examen. Es una cosa de jugar con Dios. Y a Dios hay que dejarlo ser Dios. No está a nuestra disposición para jugar con él. Si van bien las cosas, genial, sino parece que todo es culpa de él. La mayoría de cosas suceden por nuestro egoísmo, nuestro afán de poder. Nosotros causamos las guerras, somos nosotros y no Dios.
La Iglesia no está de moda»
¿Ha dudado alguna vez sobre la existencia de Dios?
La fe trae consigo la duda. El que no duda, no tiene fe. Precisamente porque nace del corazón, siempre da lugar a la duda.
¿Ha pensado en dejarlo?
No, dejarlo no. Pero en estos últimos años estoy muy disgustado y muy triste. Esto se ha convertido en una procesión de gente pidiendo, cada día vienen diez o doce personas y no siempre puedes ayudar. Yo en Gijón tengo fama de dar. Todos los que salen de la cárcel pasan por aquí. ¿Puedes creer que el Ayuntamiento manda a los necesitados a la Iglesia? Debería ser al revés, nosotros somos los suplentes. La Iglesia hace esfuerzos y multiplica dineros para sacar el bien del prójimo. En el tema de las misiones hasta los ateos reconocen nuestro esfuerzo, a veces, incluso, perdiendo la vida para ayudar al necesitado. Hace pocos días acribillaron a un cura en Burkina Faso, ni los no creyentes pueden negar todos estos casos. Los mejores años de mi vida fueron en misiones. Me sentí útil. Hicimos de todo, llegamos a crear un campo de fútbol, lo llamamos «El Molinín».
¿Es fácil convivir con la muerte?
Desgraciadamente es lo peor de todo esto. Me he acostumbrado a despedir a gente. A veces vas a ver a un enfermo y ya te das cuentas que va a durar horas. Han sido muchos, te das cuenta del aspecto, la perdida de consciencia... Tienes que esforzarte en acercarte a la familia, al que más sufre y tienes la sensación muchas veces de no estar a la altura, de repetirte en el discurso, en las lecturas. Lo ideal sería para cada muerto una cosa propia pero no es posible.
Me he acostumbrado a despedir a gente»
¿Siempre ha sido del Sporting?
Siempre. Soy del Sporting desde nueve meses antes de nacer. En el vientre de mi madre ya era del Sporting. Me echan en cara los años que estuve de profesor en Oviedo, hice amistad con un cargo en el Oviedo. Un día me dijo, «¿por qué no hacemos socios a los seminaristas?». Por una cantidad ridícula nos hicimos todos socios, yo el primero. Es un pecado de juventud (risas). Ya me arrepentí, me confesé y está olvidado. La mayoría de los domingos me escapaba para poder ir a El Molinón.
Por una cantidad ridícula nos hicimos socios del Oviedo»
¿Es usted muy futbolero?
Siempre que puedo veo al Sporting. Aquí no fallo nunca, fuera me tengo que conformar con verlo por televisión. Hoy (viernes) voy a ver en GOL el partido de Primera. Me gusta mucho leer, ver cómo van... A ver si cazamos al Oviedo. ¡Está muy bien el Oviedo! No se yo si los vamos a cazar. Están jugando muy bien.
El Oviedo está muy bien. No sé si los vamos a cazar»
¿Cómo entró a formar parte del Sporting?
Era muy amigo de Pepe Ortiz. Estoy hablándote de los años ochenta y muchos. Había un capellán, siempre hubo capellán en el Sporting. Primero empecé a ir como segundo y a finales de los noventa ya pasé a ser titular. Hay gente que me echa en cara que antepongo los intereses del Sporting a mi trabajo en la Iglesia y no es verdad. Me molesta mucho.
¿Qué sucedió con Rubi?
A lo de Rubi la prensa le dio cierto morbo. No fue una cruzada contra mi. Tampoco podían entrar los médicos, los utilleros. No quería tener ahí a nadie.Tenemos amistad, yo le felicito mucho por el móvil. Un día, tras todo aquello, me dijo, «no sabía que usted fuera tan popular en Gijón». Creo que tomó una decisión impopular y muy a la ligera, como lo de cambiar el banquillo. No se dio cuenta de que después de él el Sporting iba a seguir teniendo entrenador. Y es buen entrenador, ¿eh?. Trabajador y buen entrenador.
Rubi tomó una decisión impopular y muy a la ligera»
¿Cómo recuerda a Quini?
(Piensa) Aquello fue muy triste. Bromeábamos mucho, siempre le decía, «en serio, te lo juro por Quini». Entonces me miraba y respondía, «yo te lo juro por Fueyo». El día de su funeral fue muy emotivo. Había muchísima gente en El Molinón. Fue muy emocionante.