La derecha asturiana ratifica su acuerdo y reparto de puestos en las listas electorales para los comicios de abril
06 mar 2019 . Actualizado a las 13:44 h.Cuando se firmó el primer acuerdo de coalición entre PP y Foro para las elecciones generales de 2015 (y que se repitió en el adelanto de 2016), Francisco Álvarez-Cascos estaba sentado en un rincón, entre los abrigos del ropero. Muchos años después, con la reedición firmada para los próximos comicios de abril, esta vez con Pablo Casado y Carmen Moriyón, el fundador de Foro estaba sentado en primera fila recibiendo los aplausos y elogios directos del presidente del PP diciendo que era alguien «hacia el que ten go mucha consideración desde hace muchos años». La derecha asturiana se terminó de reconciliar (aunque se trasladar este pacto a las autonómicas) con un reparto de listas que garantiza buenos puestos de salida para los candidatos casquistas, el número dos en la lista al Congreso y el tres al Senado.
Las dudas sobre la pertinencia de esta coalición (defendida por Mercedes Fernández, que la impulsó en primer lugar; y cuestionadas por la candidata Teresa Mallada, que asistió al acto pero no se pronunció) se zanjaron con la decisión de Casado que ratificó el pacto. Hubo referencias a Asturias --Casado destacó la culminación de las infraestructuras pendientes y la política agraria, y Morión el «declive económico»-- pero el eje fundamental de la campaña conservadora, la brújula de su argumentario es el simbólico nacional y las referencias más abundantes fueron al patriotismo, la unidad de España, en peligro por las «alianzas con los comunistas de Podemos, con los separatistas del PDCat y hasta con los herederos de Batasuna en Bildu», dijo el presidente popular quien para completar su visita a Asturias tras el acto visitó el Cruz de la Victoria en la Catedral de Oviedo.
También Moriyón destacó que habían respaldado al gobierno anterior hasta la moción de censura «apoyada por partidos independentistas que quieren romper la Constitución» en insistió (Moriyón participó activamente en la manifestación de la plaza de Colón en Madrid» en que se había «negociado con los independentistas» pese a que le fracaso de los presupuestos de Sánchez abocó al adelanto electoral.
Casado destacó que estaba en el hotel de la Reconquista para llamar a una lucha por el «constitucionalismo» y afirmó que el 28 de abril «o cambiamos el gobierno o nos cambian la nación» ya que una victoria de los socialistas conllevaría a su juicio que se «consolide la fractura de la concordia de la transición y el desfalco de soberanía con una posible consulta de autodeterminación».
Prisión permanente para violencia de género
Con todo el presidente del PP esbozó propuestas como un sistema de financiación que tenga en cuenta la dispersión demográfica y el envejecimiento (una reivindicación de Asturias en toda la pasada legislatura) ; además de un «ambicioso» impulso a la natalidad para el que propuso incrementos en las pensiones para las madres trabajadores. «La igualdad real está basada en la autonomía de tener un empleo», señaló para destacar que el PP había creado más empleo femenino que otros gobiernos. De cara a la lucha contra la violencia de género, Casado dijo que sus «medidas reales» pasan por incluir en la prisión permanente revisable para los casos en los que el asesinato se haya precedido de un secuestro y para asesinatos que sigan a una agresión sexual; casos que, según aseguró, son frecuentes en episodios de violencia machista y «no podemos tener a maltratadores y violadores saliendo a reincidir».