Prosigue la instrucción del caso mientras los letrados preparan sus defensas para un proceso que se dirimirá con jurado popular
27 feb 2019 . Actualizado a las 08:15 h.Fueron semanas de conmoción, han sido meses de incertidumbre, investigación disceta y espera y, desde el pasado martes, siete días de revelaciones en cascada que apenas han dejado margen para ir digiriéndolas. Y, sin embargo, como ayer recordaba la Fiscal Superior de Asturias en unas declaraciones a la radiotelevisión pública asturiana, todo lo relacionado con el crimen de Javier Ardines está «en los inicios de los inicios, totalmente en pañales» por lo que respecta a la andadura judicial del asunto; el proceso que determinará finalmente la culpabilidad o la inicoencia de los cuatro detenidos el pasado día 19 a partir del relato armado a base de un laborioso acopio de pruebas por los investigadores de la UCO y la Policía Judicial. Tal y como confirmaba la Fiscal Superior, será un jurado el que lo dictamine, por lo que Esther Fernández ha padido ante todo «prudencia para evitar contaminaciones» en un caso que ha impactado profundamente a la opinión pública.
Mientras tanto, la instrucción prosigue, los cuatro detenidos permanecen en prisión preventiva y los abogados empiezan a preparar sus estrategias. Buena parte de ellas dependerán de qué delitos se impute finalmente a Pedro Luis Nieva -supuesto inductor-, Jesús Muguruza -supuesto mediador- y Djelali B. y Maamar K. -supuestos autores materiales de la muerte de Ardines; unas imputaciones que podrían incluir las de pertenencia a grupo criminal, dadas las circunstancias y el modo de proceder.
El único de los letrados que ha clarificado algo al respecto -aunque muy poca cosa, por el momento- ha sido Luis Mendiguren, que se encargará de la defensa de uno de los dos presuntos autores materiales, el argelino Djeleli B. Ya ha visitado a su defendido y confirma que no habrá recurso. Era de esperar, dado que el ciudadano argelino supuestamente contratado por Pedro Nieva a través de Jesús Mugurza admitió haber participado en la emboscada en Belmonte de Pría de la que Javier Ardines no saldría con vida. Ahora bien, su defendido insiste en que no causó la muerte del concejal y en que ni siquiera le dio por muerto. Su testimonio deja a Ardines aún con vida en manos de su compinche mientras él emprendía la huida. Deja también a Maamar K. -el detenido que permanece a la espera de extradición en una prisión Suiza- la responsabilidad última de lo sucedido en el camino vecinal la madrugada del pasado 16 de agosto.
Batería de evidencias
En cualquier caso, como anticipaba Muguruza, habrá que echarle muchos «codos» al caso. Las defensas tendrán que hacer cara a una batería de evidencias que, por lo que ha ido trascendiendo de la investigación y el sumario, incluyen pruebas de peso y, de entrada, testimonios inculpatorios para todos los detenidos a partir del relato del también autoinculpado Djeleli B. Pero la clave de bóveda de toda la arquitectura será la misma grabación oculta que Pedro Nieva realizó a Javier y Katia, y que le sirvió como confirmación de las sospechas de una relación entre ellos. Once días antes del ataque mortal a Javier Ardines, Nieva se ha hizo llegar a la hija del concejal. Y esta la entregó a la Guardia Civil, aportando así la principal evidencia.
Pero no la única. Las defensas también tendrán que explicar, rebatir o asumir pruebas como los registros de ubicación de los móviles de los inculpados en los lugares del crimen en distintos momentos, incluyendo el viaje realizado el 27 de julio por Nieva y Muguruza. O dar un contexto exculpatorio a varias conversaciones familiares cruzadas entre Nieva y su familia. Las conversaciones del amigo y familiar de Ardines con su viuda y también con su propia esposa -una a través de Whatssap y otra grabada con micrófono oculto en su automóvil- que reforzaron las sospechas de la UCO y la Policía Judicial contra su persona el mismo día del crimen. O explicar el crìptico punto que fue el último mensaje de Nieva al que fuera su amigo, y que los investigadores interpretan a la vez como una suerte de despedida y amenaza. Del mismo modo, los letrados de la defensa tendrán que enfrentar otro testimonio en primera persona de uno de los implicados: el presunto 'contratista', que habría admitido haber recibido ya a finales de 2017 una propuesta de Nieva para dar una paliza a Ardines, y haberle sugerido a Nieva el concurso de los dos sicarios.
Y mientras, a Nieva se le acumulan las posibles causas con la Justicia, a la espera de saber qué sucederá con la imputación de un delito contra la salud pública después de ser acusado y detenido por realizar presuntamente la instalación eléctrica para una plantación de marihuana, y con la denuncia de su excuñado -marido de la hermana de su mujer- por una presunta agresión en un aparcamiento de Durango.