Ribadedeva cambia eucaliptos por especies autóctonas y estudia el impacto en la fauna

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

Uno de los territorios objetos de estudios en Ribadedeva, donde el suelo calizo de los acantilados marinos permitió mantener vivo un bosque cantábrico de encinas
Uno de los territorios objetos de estudios en Ribadedeva, donde el suelo calizo de los acantilados marinos permitió mantener vivo un bosque cantábrico de encinas

El ayuntamiento, en colaboración con Fapas, trabaja en los entornos forestales del  cueva del Pindal y la ermita de san Emeterio

16 feb 2019 . Actualizado a las 12:36 h.

El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) ha iniciado un trabajo de seguimiento de la fauna silvestre en las zonas del concejo de Ribadedeva donde se están eliminando los eucaliptos para sustituirlos por especies autóctonas, en un entorno donde ya existe un pequeño bosque de encinas. Fapas explica que la principal característica de estos bosques de encinas es que se encuentran situados justo al borde del mar Cantábrico, en unos enclaves de excepcional belleza paisajística. El proyecto, que será desarrollado a lo largo de los próximos años a través de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Ribadedeva, permitirá conocer la evolución de la fauna silvestre en aquellas áreas ocupadas actualmente por eucaliptos que están siendo eliminados y sustituidos por especies autóctonas que forman parte de la estructura vegetal original de los terrenos de estudio.

Desde hace dos años, Fapas trabaja en la eliminación de los eucaliptos que compiten con la conservación del bosque autóctono cantábrico de esta zona oriental de Asturias. En muchos casos, los eucaliptos no pueden ser cortados para evitar que al caer al suelo destrocen las encinas que sobreviven bajo ellos, entonces hay que secarlos, explica el colectivo ecologista.

El suelo calizo de los acantilados marinos, inservible para los cultivos, permitió mantener vivo este relicto bosque cantábrico de encinas de apenas unas decenas de hectáreas que posee un valor biológico excepcional y que es necesario conservar, proteger e incrementar para evitar su desaparición. Los entornos forestales de la cueva del Pindal y la ermita de san Emeterio, serán monitoreados con cámaras automáticas para obtener información tanto de las especies que ocupan estas áreas, como su uso del territorio, recoge Efe.

En especial el trabajo trata de conocer en la actualidad la fauna del relicto bosque de encinas cantábricas, una joya botánica que subsiste residualmente en este entorno con un excepcional valor biológico. El trabajo de Fapas en colaboración con el Ayuntamiento de Ribadedeva y la Fundación EDP, está permitiendo que las áreas ocupadas por eucaliptos, sean sustituidas por formaciones vegetales donde la encina y el madroño están presentes.

El trabajo de control fotográfico va a orientarse con preferencia a obtener información sobre un carnívoro presente en la zona, el armiño, una especie que presenta un alto grado de ocupación geográfica y que preferentemente ocupa hábitats de alta montaña. Sin embargo, en Ribadedeva y otras partes de Asturias, se encuentra presente en entornos totalmente costeros, como es el caso del área de este estudio.