Centenares de colegios e institutos de toda España compiten en un torneo nacional de «League of Legends», el «esport» más seguido del mundo. Los docentes destacan los valores formativos que promueve esta iniciativa
20 feb 2019 . Actualizado a las 19:08 h.Los videojuegos se han encontrado estigmatizados desde el punto de vista educativo por considerarse que pueden distraer a los jóvenes del estudio y fomentar incluso casos de adicción u obsesión por los mismos. La celebración de la Liga IESports, en la que participan cientos de colegios e institutos de toda España, es una buena forma de romper los mitos existentes los videojuegos y su influencia en el ámbito educativo. A través de este torneo, se pretende fomentar el trabajo en equipo entre los jóvenes, además de promover una mentalidad autónoma a la hora de organizarse entre los alumnos en la creación de los grupos de jugadores y su gestión de los horarios de práctica. Valores que siempre han estado asociados a los deportes tradicionales, y que han entrado de lleno en el mundo de las competiciones de videojuegos escolares. El juego escogido para esta iniciativa ha sido el League of Legends: el esport más seguido del mundo.
El formato de esta competición consta de tres fases: la primera, una liga regular online en la que los centros de cada zona compiten entre ellos para lograr alcanzar la primera posición, que les permite avanzar a la siguiente fase. En esta, los equipos se enfrentarán de forma presencial en unas finales regionales que se celebrarán en el parque de atracciones de Zaragoza, en el mes de marzo. Posteriormente, los ganadores de esta cita buscarán hacerse con el triunfo final en la final nacional de Madrid. La organización del torneo, GG Tech, corre con los gastos de toda la competición, por lo que es gratuito para los alumnos participantes y los centros. El centro escolar que se alce ganador de la competición obtendrá como recompensa un aula de informática completamente equipada para todos los alumnos del centro, que también recibirán premios.
Asturias aspira a llegar a lo más alto
Asturias compite dentro de la «zona mixta», que engloba a aquellas comunidades que, por el bajo número de participantes, se unen entre sí para llenar el cupo requerido para poder formar una liga. La iniciativa de formar equipos corre a cargo de los alumnos de los centros, que deben contar con un profesor representante. Gonzalo Mutuberría, docente del IES Jovellanos de Gijón, es el encargado de supervisar al equipo que compite representando a este centro educativo asturiano. «Los chicos trabajan de forma autónoma: ellos mismos se organizan y funcionan muy bien», comenta Mutuberría, que elogia los valores que desde la organización pretenden fomentar en esta competición.
Trabajar en equipo, fomentar la autonomía, la amistad... Son algunos de los aspectos que trata de inculcar esta iniciativa entre los jóvenes. Unos valores que se dejan ver en la convivencia de estos grupos de jugadores, cuya participación en esta cita ha ayudado a fortalecer las relaciones entre ellos. «Hay muy buen rollo la verdad. Nos llevamos genial entre todos y eso es algo fantástico», afirma Manuel Abril López, alumno del IES Jovellanos, que señala la importancia de entrenar y prepararse para las partidas. «Es necesario estar super concentrados, antes incluso de jugar. Hay que saber qué personajes suelen jugar los rivales para poder contrarrestarlos», apunta. El joven señala que quedan para jugar a través de un grupo de Whatsapp y que, en caso de no poder concretar una fecha y hora determinada, se debe comunicar a la organización, y estos encuentros se disputan los domingos a las 20.00 horas.
El conocer a alumnos de otras comunidades, y poder compartir experiencias con ellos, son dos de los factores que contribuyen a la formación de los estudiantes. Como señala Mutuberría, el poder relacionarse con alumnos de otras comunidades y el poder viajar fuera de Asturias es una oportunidad de enriquecimiento personal para los jóvenes. El docente valora el hecho de que la organización esté trabajando de forma directa con colegios, demostrando que la educación y los videojuegos pueden ir de la mano en el proceso formativo.
El equipo del IES Jovellanos se encuentra en segunda posición de la liga de la «zona mixta», y sus expectativas son altas. «Esperamos poder estar en Madrid», apunta el alumno del instituto asturiano. Encaran la octava jornada de la competición con solo una derrota en su haber, y con el afán de hacer un buen papel en los encuentros que le separan de la cita de Zaragoza, paso previo a la final nacional en Madrid.
El debate sobre el papel de los pujantes esports como una forma de enseñanza más ha entrado de lleno en el ámbito educativo. Mutuberría sostiene que no se trata de una cuestión de futuro, «sino de presente». Para el docente, es incuestionable que Internet y los videojuegos han entrado de forma imparable en muchos aspectos del día a día, como es la educación. Además, señala que, aunque puedan existir aspectos negativos, estos juegos también pueden sr aprovechados para promover ciertos valores positivos. «No todos los videojuegos valen para enseñar, pero algunos sí que ayudan a inculcar cualidades como el trabajo en equipo, la colaboración y el compañerismo», sostiene. Los esports y la educación ya aprenden uno del otro.
Sobre Legue of Legends
Se trata de un videojuego de rol en el que dos equipos de cinco jugadores, que suelen estar acompañados de algún suplente, ocupan cada uno de ellos los roles del mapa. Dividido en tres calles y zonas de bosques, pobladas con campamentos de monstruos que otorgan experiencia y oro, los jugadores se dividen en cinco funciones: top, jungla, mid, adc y support. El top ocupa la calle superior, el jungla se mueve por las zonas de los campamentos, bosques y río, el mid ocupa la calle central, y en la línea de bot, o calle inferior, conviven tanto el adc como el support.
El objetivo del juego es ir acabando con las torres que dificultan el paso en cada una de las tres líneas, hasta llegar a la base del equipo contrario para destruir su nexo. Durante la partida, aparecen periódicamente de cada base pequeños monstruos llamados minions, que otorgan experiencia y oro al darles el último golpe antes de que mueran. Además, algunos monstruos de los campamentos otorga beneficios a los jugadores, como regeneración de vida o maná. Los más grandes, como los dragones, el Heraldo de la Grieta, o el Barón Nashor, son los premios más suculentos: beneficiando a los jugadores con mejoras como aumento de estadísticas, capacidad de destruir torres con más facilidad o, como el caso del Barón Nashor, aumentando de forma considerable tanto las estadísticas de los personajes como de los minions del equipo que acaba con la vida del Nashor.
Las cifras de espectadores de este videojuego muestran el impacto de los esports en las audiencias globales. La final del Campeonato del Mundo del League of Legends, entre el chino Invictus Gaming y el europeo Fnatic, en la que el club asiático le inflingió un doloroso 3-0 a la escuadra europea, congregó a 200 millones de espectadores. El popular videojuego es seguido diariamente por millones de personas, ya sean como jugadores o como espectadores a través de la popular plataforma de Twitch.tv, que retransmite en directo partidas de multitud de videojuegos distintos. La industria gaming no solo muestra su esplendor en las grandes citas, sino también con un simple ordenador, un micrófono y una cámara.