El antiguo obispado de Oviedo llevaba apartado, a petición propia, desde hacía seis meses
16 ene 2019 . Actualizado a las 13:42 h.Raúl Berzosa ha presentado ante la Santa Sede su renuncia como obispo de Ciudad Rodrigo (Salamanca) por «motivos personales» y el nuevo administrador apostólico será el obispo emérito de Avila, Jesús García Burillo, según han informado a Efe fuentes diocesanas. La Conferencia Episcopal Española ha hecho pública una nota donde explica que después de un periodo de reflexión y renovación espiritual, Raúl Berzosa ha presentado al Papa Francisco su renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Ciudad Rodrigo.
El Santo Padre ha aceptado «simpliciter» esta renuncia. El pasado 15 de junio el Papa concedió a Raúl Berzosa retirarse durante algún tiempo por «motivos personales» del gobierno pastoral de la diócesis y, desde ese momento, fue nombrado administrador apostólico Franciso Gil Hellín, arzobispo emérito de Burgos, recoge EFE.
Berzosa fue designado obispo de Ciudad Rodrigo en febrero de 2011, tras seis años en Oviedo como obispo auxiliar. Raúl Berzosa Martínez, que nació en Aranda de Duero (Burgos) el 22 de noviembre de 1957, fue entre 1994 y 2005 secretario de los obispos de las diócesis de Castilla y León. Dio sus primeros pasos escolares en el Colegio de las Madres Dominicas de Aranda de Duero, realizó los estudios eclesiásticos en el Seminario Menor de Burgos y en la Facultad Teológica del Norte de España, donde en 1984 se licenció en Teología Dogmática. Es hermano de Sor Verónica Berzosa, fundadora del instituto religioso Iesu Communio, surgido a partir de las Clarisas de Lerma y La Aguilera (Burgos), monasterios que han saltado a la actualidad al haber sido capaces de acoger a decenas de jóvenes religiosas, la mayoría de ellas con estudios universitarios.
Berzosa fue ordenado sacerdote el 8 de noviembre de 1982, en Valencia. Trasladado a Roma se licenció en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino. De regreso a España, ejerció su ministerio en Burgos como vicario parroquial e impartió clases de teología dogmática y espiritualidad en la Facultad de Teología del Norte de España. Fue delegado diocesano para los medios de comunicación, director de la revista «Sembrar», secretario de los obispos de las diócesis de Castilla y León y director del Instituto Superior de Ciencias Religiosa «San Jerónimo», de Burgos.