El presidente del Principado considera que esa medida evitaría que la industria asturiana se sitúe en una «flagrante desventaja competitiva»
14 ene 2019 . Actualizado a las 11:00 h.El presidente del Principado, Javier Fernández, ha pedido que Europa establezca un arancel ambiental para evitar que su industria se sitúe en una «flagrante desventaja competitiva» frente a aquellos países que «no hacen nada» para frenar el cambio climático.
Fernández ha subrayado que Europa «debería empezar por impedir que la legislación en materia de cambio climático y derechos de emisión sitúe a la industria europea en una flagrante desventaja competitiva», informa EFE. Por ello, ha apostado por que la Unión Europea imponga en sus fronteras una tasa sobre el carbono exterior, equivalente al coste de producción suplementario inducido por el esfuerzo de reducción de las emisiones de CO2 obligatorio para la industria europea.
A su juicio, ello «no debería interpretarse como un proteccionismo de nuevo cuño rencoroso y revanchista azuzado por el miedo al otro, sino como una forma de contribuir a un clima estable sin facilitar que se beneficien en el corto plazo quienes no hacen nada por él». Se trataría, según ha precisado, de «un ajuste de fronteras ambiental» por medio del cual se apliquen a las importaciones de manufacturas hacia Europa «las mismas normas en materia de emisiones que se aplican a las producidas dentro de la Unión».
«Esa sería la mejor fórmula para evitar que importemos CO2 y exportemos empleo, porque el sistema actual no cambiará la manera en la que se producen esas manufacturas, sólo cambiará el lugar donde se producen», ha expuesto el jefe del Ejecutivo asturiano. Además, ha advertido de una paradoja de la huella de carbono como es el hecho de que las fábricas siderúrgicas, metalúrgicas o químicas que se trasladen a terceros países en búsqueda de condiciones favorables no producirán allí menos CO2 por tonelada de acero, aluminio, zinc o vidrio, «sino más».
Según el presidente del Principado, «mayor paradoja aún es que si las acciones son locales y los efectos globales tratemos de reducir las emisiones de lo que España o Europa producen mientras aumentamos las emisiones de lo que Europa consume». Fernández ha insistido en que Asturias necesita tiempo para afrontar la transición energética porque «corre un especial riesgo» por su estructura industrial.
A este respecto, ha denunciado el «extraño monopolio» en que el que sólo el nacionalismo, y en concreto el vasco, «es capaz de vender tiempo» tanto a gobiernos del PP como del PSOE para «reducir de manera arbitraria y selectiva los peajes de acceso a la red con la consiguiente ventaja competitiva para la industria vasca». Lo mismo ocurre, en su opinión, con el desarrollo de las llamadas redes eléctricas cerradas, que «parecen corresponderse con una vieja reclamación del nacionalismo catalán».
De esta manera, ha dicho Fernández, en ambos casos «no solamente se discrimina a las instalaciones industriales ubicadas en otras comunidades autónomas, sino que la rebaja de costes regulados para algunos tendrán que asumirla el resto de los consumidores» porque «lo que para unos baja para otros sube».
En su intervención, Javier Fernández también se ha referido al riesgo que representa el declive demográfico para Europa en general y para España y Asturias en particular y por ello ha abogado por «hacer de la recuperación de la natalidad una de las grandes prioridades políticas y sociales involucrando coordinadamente a las administraciones locales, autonómicas, nacionales y europeas».
Al acto de Nueva Economía Fórum han asistido sus antecesores en el cargo Antonio Trevín; Juan Luis Rodríguez-Vigil y Vicente Álvarez Areces; representantes del mundo empresarial y judicial; el alcalde de Oviedo, Wenceslao López; el secretario general de la FSA-PSOE, Adrián Barbón, y dirigentes de otros partidos como el candidato de Ciudadanos a la Presidencia del Principado, Juan Vázquez, o el senador del PP Mario Arias.