Alcoa dice ahora que sí quiere quedarse en Avilés y A Coruña, pero sólo con la fundición

F. Fernández REDACCIÓN

ASTURIAS

Trabajadores de Alcoa, durante la marcha que ha partido de Ribadeo (Lugo) y discurre por la carretera LU-642 para confluir en Vegadeo con los trabajadores que salen de Castropol (Asturias) en una nueva acción común como medida de protesta tras los anunciados cierres de las plantas de la multinacional del aluminio situadas en Avilés y en A Coruña.
Trabajadores de Alcoa, durante la marcha que ha partido de Ribadeo (Lugo) y discurre por la carretera LU-642 para confluir en Vegadeo con los trabajadores que salen de Castropol (Asturias) en una nueva acción común como medida de protesta tras los anunciados cierres de las plantas de la multinacional del aluminio situadas en Avilés y en A Coruña. Eliseo Trigo

Sorprende a los sindicatos con una propuesta para mantener 200 empleos y despedir a otros 500 de electrolisis

11 ene 2019 . Actualizado a las 08:11 h.

Alcoa ha desconcertado a los sindicatos con los que negociaba el expediente de despido colectivo para los casi 700 trabajadores de las fábricas de aluminio primario de Avilés y A Coruña. Porque ya no quiere prescindir de todos ni cerrar las plantas. Ahora les ofrece una cal y de otra de arena. Por un lado, seguir operando las instalaciones, pero solo una parte de ellas, las de fundición, más la torre de pastas de A Coruña, «aunque estas instalaciones son deficitarias», reconoce la propia Alcoa. Ahí seguirían trabajando unos 200 operarios entre A Coruña y Avilés. A los otros 500, del área de electrolisis, el corazón de las fábricas, se les aplicaría un expediente de regulación temporal de empleo hasta junio, porque las cubas se pararían a partir de febrero. Si de aquí a verano aparece un comprador, estupendo; pero si no es así, ese medio millar de empleados serían despedidos, y las cubas, demolidas.

La compañía ya avanzó el miércoles pasado que estaba dispuesta a aguardar a junio para desmantelar totalmente las cubas de electrolisis de forma que si aparecía un inversor pudiera volver a ponerlas en marcha. Fuentes de Alcoa precisaron que si hay una oferta seria y viable para las plantas, el objetivo es venderlas al completo, no solo la electrolisis. Pero si no la hay, conservarían en funcionamiento solo fundición.

La electrolisis es el proceso fundamental para la conversión de alúmina en aluminio y el más costoso por el elevado consumo eléctrico que precisa. El precio de la energía es uno de los factores que alega Alcoa para querer cerrar las fábricas. Con lo cual, sin electrolisis se quitará de encima un gasto importante, pero ya no podría elaborar aluminio primario. De este modo, la propuesta de la multinacional incluye empezar a elaborar otros productos diferentes en las fundiciones que parece dispuesta a conservar. Productos como chatarra, explicaron fuentes sindicales.

Esta nueva alternativa, que da un vuelco a la crisis abierta por la multinacional en octubre, cuando anunció sus planes iniciales de cerrar todo, fue avanzada en la reunión que el martes mantuvieron con el secretario general de Industria, los consejeros de Industria de Asturias y de Galicia además de los sindicatos estatales.

La oferta de la multinacional le llegó a los comités acompañada de un plan social para los despedidos. Si finalmente se van a su casa ese medio millar de operarios, lo harían con una indemnización de 45 días por año trabajado hasta un máximo de dos anualidades.

Prejubilaciones y recolocaciones

El plan social incluye prejubilaciones voluntarias para los empleados de San Cibrao, en Lugo,  con 57 años o más a 31 de diciembre del 2018. Sus puestos serían ocupados por medio centenar de operarios procedentes de A Coruña y de Avilés. También están previstas prejubilaciones obligatorias para los que tengan entre 57 y 63 años de esas dos últimas plantas, que son 22 personas, según la comisión negociadora.

La empresa pretende tentar a los sindicatos con esta oferta, y les exige que si quieren asegurar al menos 200 de los 700 empleos firmen ahora, el martes a más tardar, esos despidos en diferido de dos tercios del personal aproximadamente.

Pero los representantes de los trabajadores ya han anunciado que en ningún caso aceptarán tal «propuesta intolerable», y que seguirán peleando por el mantenimiento del 100 % de las plantillas de A Coruña y de Avilés, tal y como subrayó el presidente del comité de la planta asturiana, José Manuel de la Uz.

Roberto Teijido, asesor de UGT en las negociaciones, habló incluso de propuesta «trampa» porque en realidad no había garantía alguna de que Alcoa no cierre también las fundiciones más adelante. Teijido acusó a la multinacional de «falta de seriedad».

La comisión negociadora le exigió a Alcoa copia del contrato de compra venta de Inespal para demostrar que no cumplió sus compromisos de inversión que figuran en él. También le plantearon a la multinacional que le dé al Gobierno el dinero que le costaría desmantelar A Coruña y Avilés, y que le traspase la titularidad de las plantas para buscar «sin presión» comprador.