Así era Asturias hace 36 años: cuando tocó techo en población

Susana D. Machargo

ASTURIAS

El príncipe Felipe, hoy Felipe VI, entrega el galardón de las Letras a Miguel Delibes
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El censo más alto del Principado se registró en 1982, el año en el que se presentó el primer proyecto de la Variante de Pajares y comenzaron las prejubilaciones de Hunosa

17 dic 2018 . Actualizado a las 22:34 h.

«En defensa de Ensidesa y de las inversiones públicas y en contra de la crisis y el desempleo que padece la región». Ese fue el eslogan con el que los asturianos fueron a una huelga general el 17 de abril de 1982, convocados por UGT y CCOO. 36 años después, se puede cambiar Ensidesa por Alcoa y la descripción podría seguir teniendo sentido. Así quedaba recogido en un artículo publicado por El País. Ese mismo año comenzaron las prejubilaciones en Hunosa y Alejandro Rebollo, presidente de Renfe, presentó el primer proyecto de la Variante de Pajares. Del turismo todavía no habría ni rastro. El Sporting perdió contra el Madrid la final de Copa. La región lloró la muerte de Alfonso Camín mientras la Fundación Príncipe de Asturias daba sus primeros pasos. En 1982, Asturias tocó techo en población, con un 1.130.500 habitantes. Desde entonces ha perdido 106.119 vecinos.

Casi cuatro décadas después la radiografía social y económica del Principado ha dado un giro de 180 grados, pero hay temas enquistados que suponen un auténtico deja vu para cualquiera que pretenda analizar reposadamente los indicadores e, incluso, los proyectos. Incluso pueden parecer los dos extremos de una misma cuerda. En el año 1982 comenzaban las prejubilaciones en la minería pública. En el 2018, cerrará el último pozo. No está convocada ninguna huelga general pero el futuro no parece garantizado.

Así votábamos

El Estatuto de Autonomía del Principado aprobado en 1981 entró en vigor el 30 de enero de 1982. La base de la actual Asturias política ya ha cumplido 36 años. Mientras el censo de la región se desangra de manera imparable, los diputados de la Junta General son incapaces de ponerse de acuerdo para reformar ese estatuto. La oficialidad del asturiano es una de las claves de este debate. Los aforamientos también están en el centro de la negociación. El PSOE ha querido dejarlo para la próxima legislatura, pese a que en la actualidad la izquierda tienen mayoría en la cámara.

El presidente de la Asturias más poblada era el socialista Rafael Fernández, que había pasado 40 años en el exilio en México. Llegó al cargo en 1978, como presidente del órgano preautonómico que pilotó toda la transición hasta las primeras autonómicas de mayo de 1983. Fernández fue uno de los impulsores del Estatuto, sometido hoy a una controversia similar a la que soporta la Constitución. La actual sede de la Presidencia, la que hoy ocupa Javier Fernández, todavía era el edificio del Banco de España, en Oviedo. El alcalde de Gijón era José Manuel Palacios. El de Oviedo, Luis Riera.

El PSOE, con Felipe González a la cabeza, ganó sus primeras elecciones en España y arrasó en Asturias en octubre de 1982. Votó el 77,60% del censo, así que se emitieron algo más de 651.000 votos válidos. El 52,13% fueron para los socialistas, lo que permitió al PSOE enviar a Madrid seis de los diez diputados que entonces representaban a los asturianos en el Congreso. Ahora, con 100.000 habitantes, el número de diputados se ha reducido a ocho. Partidos de extrema derecha como Fuerza Nueva obtuvo el respaldo de 2.056 asturianos.

Así trabajábamos

Hunosa y Ensidesa empleaban a casi 50.000 asturianos en 1982. Las dos empresas públicas eran el gran referente del empleo en el Principado. Ensidesa estaba ligeramente por encima de Hunosa. Sin embargo, ambas empresas vislumbraban ya la reconversión. La huelga general del 17 de abril con la que se inicia este artículo es reveladora. Ese año comenzaron las prejubilaciones en Hunosa, dentro del marco de un contrato-programa que tenía como espacio temporal de 1981 a 1983. Lo regulaba la Ley 21/1982 de 9 de junio. Con ese plan la plantilla total de la hullera pasó de 22.606 trabajadores a 21.122. Hoy, a quince días del cierre de su último pozo, no llega al millar.

Ensidesa es ahora Arcelor-Mittal. Hace 36 años tenía en nómina a casi 24.000 profesionales. No fue, sin embargo, un ejercicio rentable. Los periódicos publicaban en 1983 que había perdido 20.650 millones de pesetas. La reestructuración había comenzado y los sindicatos se organizaban. La empresa vivió una huelga de las tres factorías que mantenía abiertas, en Avilés, Gijón y La Felguera, el 5 de marzo. Reclamaban la construcción de una nueva acería. Esa jornada de movilización coincidió con un paro de 48 horas del sector del metal, que empleaba a 15.000 trabajadores más. Entonces no había ni rastro del turismo como actividad económica. Los pioneros se lanzaron al ruedo unos años más tarde, después de la inauguración de La Rectoral de Taramundi, en 1986. El sector servicios contaba con un peso importante y la agricultura y la ganadería todavía eran actividades tradicionales con peso socioeconómico.

La economía aún estaba en fase de modernización. El Valor Añadido Bruto del Principado en 1982 fue de 3.357 millones de euros. En la actualidad roza los 20 millones, una cifra que sí se alcanzó antes de la última recesión económica. La renta familia disponible pero ajustada por habitante, ya trasladada a euros, ascendía a 2.433 euros anuales. En la actualidad, sube a 16.636 euros. Todos estos indicadores están recogidos en los informes del Sadei, la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos  e Industriales (Sadei).

Así éramos

Los premios Príncipe de Asturias -hoy Princesa de Asturias- estaban despegando. Nadie se preocupaba entonces ni por las cuestiones de género ni tampoco por la internacionalización. En la nómina de premiados de 1982 todos eran hombres y de marcado carácter nacional. El actual rey Felipe VI, con 14 años -uno más de los que tiene ahora la princesa Leonor- ya presidía la ceremonia en el teatro Campoamor. Por citar solo dos nombres, el premio de las Letras lo compartieron Miguel Delibes y Gonzalo Torrente Ballester. 

El Molinón fue una de las sedes elegidas para disputar el Mundial del 82, el único organizado por España hasta el momento. Allí tuvo lugar el polémico partido entre Alemania y Austria, que dejó fuera a Argelia. Pacto de no agresión de Gijón, Vergüenza de Gijón o el Pacto del Molinón. Esos fueron algunos de los nombres que recibió aquel partido que terminó con el marcador que les daba la clasificación ambos. Las crónicas de la época cuentan que el público coreaba a los futbolistas : «Que se besen, que se besen».