Alcoa se sienta por primera vez con Gobierno y sindicatos para buscar inversores en las plantas

f. f. REDACCIÓN / LA VOZ

ASTURIAS

XAIME RAMALLAL

El grupo no desiste de cerrar las fábricas de A Coruña y Avilés

10 dic 2018 . Actualizado a las 09:23 h.

Encuentros secretos aparte, Alcoa se sentó ayer por primera vez con el Ministerio de Industria y sindicatos estatales en una mesa técnica que tiene como misión buscar alternativas al cierre de las fábricas de A Coruña y Avilés, como la entrada de nuevos inversores. Además de representantes de ese departamento dirigido por Reyes Maroto estaban también enviados estatales de los sindicatos CC. OO. y UGT. Fuentes del ministerio declinaron ofrecer información sobre lo que allí se habló, lo mismo que Alcoa, que tildó el encuentro de confidencial.

José Manuel de la Uz, presidente del comité de Avilés, no acudió a la reunión, pero explicó que en ella, los representantes de Industria pidieron tiempo para analizar propuestas de posibles inversores. Los de Alcoa, por su parte, propusieron que no estuvieran presentes los sindicatos, extremo que lamentó De la Uz.

El presidente del comité avilesino celebró, en todo caso, que se abra este canal de comunicación entre la multinacional y el Gobierno para buscar alternativas al cierre de las fábricas.

Reyes Maroto anunció hace semanas en el Congreso que estaba en contacto con posibles compradores. Esa fue la solución que salvó a los trabajadores de la planta de Vestas en León, que acaba de adquirir la española Network Steel.

Se trata de la tercera mesa que aborda la crisis abierta por la multinacional en España, pues está la que conforman el grupo y los sindicatos de ambas plantas para negociar los despidos; y en la que se sientan los ministerios de Industria y Transición Ecológica, con los presidentes de Galicia y de Asturias, y los ayuntamientos de Avilés y A Coruña.

A negociar con guardaespaldas

«Non fomos ameazar a ninguén», aclara Juan Carlos López Corbacho. El presidente del comité de empresa de Alcoa en A Coruña se sorprendió de la presencia de guardaespaldas en el acceso a la primera reunión con la compañía para pactar los casi 700 despidos de las fábricas de A Coruña y de Avilés, que se celebró el martes en la sede de la filial española de la multinacional en Madrid. El grupo envió al encuentro a entre 15 y 16 representantes, entre los que estaban los altos mandos en España y en las plantas, responsables de recursos humanos a nivel europeo y abogados, muchos abogados. Frente a ellos, 13 sindicalistas (siete de A Coruña y seis de Avilés). A la entrada de la sala de reuniones, guardas de paisano. «A actitude da empresa é dunha prepotencia asombrosa», lamenta Corbacho. El encuentro sirvió para que la empresa expusiera sus argumentos técnicos para el cierre de las fábricas, mientras que los representantes de los trabajadores volvieron a pedirle que retirara el expediente a la espera de que aparezcan inversores interesados en adquirir las instalaciones.