El partido de Santiago Abascal tendría que multiplicar sus apoyos para obtener representación en la Junta General
04 dic 2018 . Actualizado a las 17:52 h.En un proyección que va algo más allá de la política ficción, si se trasladaran sin más los resultados de las elecciones andaluzas a un hipotético escenario electoral asturiano, con unos niveles de abstención semejantes, y sin llegar a tener en cuenta no sólo los distintos factores demográficos de cada una de las comunidades, sino que en el Principado hay tres circunscripciones y que en Asturias Podemos e Izquierda Unida se presentan por separado ¿podría darse una irrupción semejante de Vox en la Junta General? En las últimas elecciones autonómicas en Asturias, las del año 2015, la participación fue incluso más baja (un 55,79%) que la de los comicios andaluces de este domingo (que fue del 58,65%). La abstención es un detalle, sino crucial, al menos sí relevante para que crezca la capacidad de obtener representación parlamentaria por parte de los partidos pequeños. Si Vox en Andalucía se catapultó hasta los 12 escaños con un respaldo del 10% de los electores, un porcentaje semejante en Asturias podría auparles hasta los cuatro o cinco diputados, los mismos que tiene ahora mismo IU que las pasadas elecciones asturianas obtuvo el respaldo del 11,94% de los electores. Aunque Foro, que fue votado por un 8,19% se quedó con tres asientos en el parlamento.
El techo de Vox, por ahora, en Asturias está en esos mismos comicios de 2015, cuando recibió 3.226 votos en las elecciones a la Junta General; en posteriores elecciones, en esa ocasión para el Congreso de los Diputados, el apoyo menguó de forma considerable: 1.684 votos en la primera convocatoria y 1.428 en la segunda, cuando se adelantaron las elecciones. La barrera para obtener representación en Asturias está en 3% de los votos emitidos. Para encontrar un ejemplo hay que remontarse a los comicios de 2012; entonces con una participación similar (fue del 55,92%), UPyD logró un escaño para Ignacio Prendes -hoy en Ciudadanos- con el apoyo de 18.813 electores (el 3,75% del total). Hay que tener en cuenta que en las elecciones andaluzas, Vox tuvo un crecimiento muy destacada respecto a las anteriores elecciones. El partido de Abascal había recabado el apoyo de 18.017 andaluces (apenas el 0,45%) en el año 2015, mientras que en este fin de semana metieron su papeleta en las urnas 395.978, saltando al 10,97% y además en una comunidad con ocho provincias en la que los escaños se reparten en función de esa división territorial.
Asturias tiene tres circuncripciones, oriental, occidental y central (que es la que acumula alrededor del 80% de los habitantes de la comunidad) y reparten su representación en función de la población); de esta manera es mucho más 'caro' para un partido lograr un escaño en el centro (al que le corresponden 34 de los 45 escaños) y más 'barato' en las alas (con 6 para el occidente y 5 para el oriente). De este modo, para que Vox consiguiera entrar con tal fuerza en la Junta General debería o bien repartir muy bien sus apoyos en las tres circunscripciones o al menos recabar en el centro un respaldo muy relevante, multiplicando hasta superar los 40.000 o 50.000 apoyos respecto a los algo más de 3.000 que consiguió hace cuatro años.
Aunque también hay otras diferencias relevantes en el caso de Asturias. Buena parte del crecimiento de Vox en Andalucía se debe a un traspaso de voto conservador procedente del PP mientras que en el Principado el electorado de la derecha ya ha acudido en varias ocasiones divido a las urnas, primero a mediados de los 90 con la escisión de URAS protagonizada por Sergio Marqués; y en el nuevo siglo con la emprendida por Francisco Álvarez Cascos cuando fundó Foro Asturias. En 2011, Foro obtuvo 144.119 votos, que pasaron a 124.332 en las elecciones adelantadas del año siguiente y que se desplomaron hasta los 44.480 en 2015.
Por otra parte, tanto Podemos como Izquierda Unida han ido de la mano en las elecciones andaluzas en una única formación, Adelante Andalucía, sumando juntos el apoyo de 584.040 votos. En las anteriores elecciones, en las que la coalición y los morados acudieron por separado a los comicios consiguieron un respaldo mucho mayor de los electores. En 2015 Podemos logró 590.011 votos andaluces (más aún que los que sumó este domingo), mientras que IU por su cuenta recibió el apoyo de 273.927.
En Asturias, al contrario que en otros territorios del Estado la contestación a compartir alianza con Podemos por parte de IU ha sido muy fuerte y la formación votó en distintas consultas internas y de cara a los próximo comicios ir de forma separada a las elecciones autonómicas. En 2015, en las elecciones a la Junta General, Podemos Asturies recibió 103.571 votos e IU 64.868. Con la única experiencia, aceptada a regañadientes por ambos grupos para compartir cartel en las elecciones general de 2016, Unidos Podemos consiguió en el Principado el apoyo de 140.058 votantes, que le dieron dos escaños en el Congreso pero con una pérdida de más de 20.000 apoyos respecto a los obtenidos por separado.