Los comités de empresa de Adif y Renfe aseguran que el cierre del túnel de Carbayín se puede evitar. Denuncian la falta de planificación
27 nov 2018 . Actualizado a las 19:50 h.Una serie de catastróficas desdichas. El título de esta serie literaria bien podría ilustrar los últimos años de historia de la línea de cercanías ferrovarias entre Gijón y Laviana, la antigua Feve. Cortes por obras o desprendimientos, cancelaciones de servicios, limitaciones de velocidad. La actual F5 está a punto de recibir una nueva puntilla, el cierre del tramo entre El Berrón y Laviana durante tres meses para reforzar el túnel de Carbayín. Los comités de empresa tanto de Adif como del Grupo Renfe aseguran que no es necesario adoptar una medida tan drástica. Están convencidos de que los trabajos podrían realizarse por la noche y mantener el servicio. De lo contrario, la sangría de pasajeros se va a convertir en una auténtica hemorragia. Temen que la F5 termine por quedar relegada a «una línea marginal».
Es solo el penúltimo capítulo. Los trabajadores denuncian que los desprendimientos en el túnel de Carbayín se deben, entre otras razones, a que se recortó la partida de mantenimiento y a la falta de planificación. Explican, por ejemplo, que cuando se cerró esta misma línea en el año 2016 por las obras de soterramiento de vías en La Felguera, se podría haber aprovechado para reforzar este paso subterráneo. Eso habría evitado el desprendimiento del verano y ahora estos tres meses de bloqueo de la línea, que afectará a 42 trenes en días laborables y a 30 en festivos.
«Lamentablemente en los últimos ocho años los usuarios de esta línea vienen siendo castigados de manera continuada», comentan ambos comités.Recuerda que en 2001 se trasladó la estación de Gijón desde el Humedal a Sanz Crespo, perdiendo centralidad. Después, en 2016 se volvió a cerrar por el citado soterramiento. En esa ocasión, duró seis meses. Se pueden sumar, además, todos los retrasos y cancelaciones que la ruta sufre de manera constante.
«Gijón-Laviana va a quedar como una línea marginal», advierten los trabajadores. Este vaticinio, que ya tienen importancia por si mismo, gana en dramatismo cuando se sabe que era la línea de Feve con más pasajeros de toda Asturias. Por eso, reclaman que se replantee el cierre de tres meses, que se estudie un plan de trabajos nocturnos para conseguir fidelizar a los usuarios. De lo contrario, advierten exigirán «las responsabilidades pertinentes».