La planta de I+D de Arcelor Mittal en Avilés es pionera a nivel mundial en reproducir en 3D piezas de repuesto para sus fábricas
14 nov 2018 . Actualizado a las 18:04 h.«Nos tildaban de locos cuando empezamos. Nos convertimos en los pioneros, y ahora todos los diseños de las piezas que se imprimen en todo el mundo se planifican desde aquí», señala Virgilio García, responsable del programa de Fabricación Aditiva en Global I+D Arcelor Mittal a nivel mundial. García, junto a un pequeño grupo de trabajo, fueron los primeros en caer en la necesidad de diseñar las propias impresoras 3D que emplean para imprimir piezas de repuesto, lo que permitía ajustarse a los requerimientos de las fábricas con las que trabajan. «Las piezas que se imprimían al principio eran muy buenas para Medicina o Aeronáutica, pero no eran lo que buscábamos nosotros», afirma.
El afán de personalizar las piezas llevó a desarrollar un taller donde comenzarían a trabajar en la creación y réplica de piezas de respuesto para aportar soluciones a los problemas de las fábricas. «Nos vienen con la necesidad de hacer un número de estos componentes y gracias a nuestras impresoras puede hacerse en serie en un tiempo relativamente corto. Lo que la forma tradicional de crear estas piezas tarda seis meses, por este nuevo método de impresión lo tienes en solo dos semanas», señala el encargado a nivel mundial de confeccionar los diseños que imprimen las plantas de I+D de la compañía a nivel mundial.
Además, la innovación la acompañan de escenarios de simulación próximos a situaciones reales. La zona de experimentación y nanotecnología convive junto a una futura línea de laminado en la que pueden diseñar piezas que solucionen los problemas que plantee la maquinaria durante su funcionamiento. «Esto es como un LEGO, en el que sustituyes y mejoras piezas continuamente», asegura Susana Peregrina, responsable de la planta de I+D de Sestao.
La base de todas estas operaciones es la New Frontier, en Avilés, que se ha erigido en una referencia internacional en investigación de nuevos materiales y en su aplicación práctica. Un proyecto pionero de impresión que empezó en enero con la adquisición de un hangar que meses más tarde pasaría a ser el laboratorio de pruebas para bocetos de nuevas piezas que se fabricarán en todo el mundo. Desde Asturias, se diseña lo que se acaba imprimiendo en Bélgica.
Robots y drones
Los técnicos e ingenieros no son los únicos habitantes de la planta de I+D de Avilés. Un robot vigila la entrada del lugar, atrayendo la atención de los visitantes. «Se llama Baxter y es un robot que es capaz de, mediante un ordenador, reconocer patrones e imitar movimientos humanos», señala Pedro Prendes, responsable del centro GRID, otro de los espacios donde Arcelor Mittal experimenta nuevas tendencias tecnológicas.
Además, Baxter no es el único mecanismo motriz que guarda la entrada del complejo. Dos drones captan la mirada de los curioso, uno por sus enormes dimensiones, y otro por la curiosa forma esférica que le confiere una imagen semejante a la de un balón. Estas dos máquinas aéreas se tratan de prototipos comerciales que diseña la división de I+D de la empresa acerera.