A la protesta se han unido todas las fuerzas políticas y sindicales de Asturias
25 oct 2018 . Actualizado a las 17:07 h.Centenares de personas se han concentrado hoy frente al Ayuntamiento de Avilés para pedir la continuidad de las plantas de Alcoa abocadas al cierre en una protesta a la que han unido representantes de todas las fuerzas políticas y sindicales de Asturias. Entre ellos, todos los alcaldes de la comarca, con la regidora de Avilés, Mariví Monteserín, al frente, y representantes de todos los grupos políticos, que han señalado al Gobierno central para pedir una solución que revierta la situación.
El secretario general de CCOO de Asturias, José Manuel Zapico, ha considerado que tanto le Gobierno central como la Unión Europea pueden establecer mecanismos para evitar el cierre de la empresa y se ha mostrado convencido de que es posible si hay voluntad política para ello, porque la compañía tiene «múltiples beneficios». Por su parte, el secretario general de UGT-FICA de Asturias, Jenaro Martínez, ha dicho que «Alcoa declaró la guerra al Gobierno, a los sindicatos y a los trabajadores» y con eso, en su opinión, está dejando clara su decisión de cierre injustificado en un país donde tiene ganancias. Los trabajadores de la planta avilesina se han sentido arropados y apoyados desde el primer día del anuncio de cierre de la planta de Avilés y hoy en la concentración frente al Ayuntamiento.
Según informa EFE, el presidente del Comité de Empresa, Sergio Sobrido, ha criticado la «falta de respeto enorme» en el comportamiento de Alcoa y se ha mostrado esperanzado en una nueva reunión entre el Gobierno central y la compañía para impedir el cierre de las plantas de Avilés y A Coruña, que suman casi 700 empleos. Sobrido ha subrayado la necesidad de que la empresa se siente en una mesa con voluntad de negociar «y no como si fueran los dueños del casino y fueran ellos los que marcaran las reglas del juego». El secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA), Adrián Barbón, se ha mostrado convencido de que el Gobierno de Pedro Sánchez va a hacer todo lo que esté en su mano para revertir la situación y ha pedido un frente común institucional entre los gobiernos autonómicos y locales afectados, «pero también el de España, porque eso es fundamental».
Barbón ha garantizado que el Gobierno central está asumiendo este asunto «como propio» y le consta que va a dar un paso al frente para abrir la negociación «y forzar la maquinaria» para que se retire el despido colectivo. También ha pedido que no se juegue «al electoralismo fácil para intentar sacar la patita» porque está en juego el trabajo de varios cientos de personas. Por su parte, el portavoz de Podemos en el Parlamento asturiano, Enrique López, ha afeado el comportamiento de una empresa que ha recibido «muchos cientos de millones de euros del dinero público en subvenciones» pero no le importa ni el futuro de los trabajadores o el de la industria asturiana y por ello el Gobierno central «debe pegar un puñetazo en la mesa para impedir el cierre».
La alcaldesa de Avilés ha insistido en que la fábrica tiene que seguir funcionando y eso hay que decirlo «alto y claro» porque la comarca no puede perder un activo como el que representa la aluminera. «Sabemos todos que en frente sólo tenemos un adversario que es Alcoa, que lo ha hecho muy mal y que no se puede ir así como así», ha indicado Monteserín. El calendario de movilizaciones continúa el sábado con una marcha a pie desde la fábrica avilesina hasta la Delegación del Gobierno de Asturias, en Oviedo, donde serán recibidos por su titular, Delia Losa.