Alcoa anuncia el cierre de su planta de Avilés

La Voz OVIEDO

ASTURIAS

Factoría de Alcoa en Avilés
Factoría de Alcoa en Avilés

La multinacional esgrime como argumento el elevado precio de la energía y la materia prima. En Avilés están afectadas alrededor de 400 personas. En el año 2014 la empresa llegó a presentar un ERE con la misma justificación. Dos años más tarde buscó compradores para la planta sin éxito.

17 oct 2018 . Actualizado a las 17:23 h.

La multinacional a Alcoa ha anunciado el cierre de las factorías de Avilés y de La Coruña. Así lo ha trasladado la empresa al comité europeo, según han informado fuentes sindicales a Europa Press.

Los comités de las tres factorías españolas de la multinacional, ubicadas en Avilés, La Coruña y San Ciprián están celebrando una reunión urgente a la que habían sido convocados. Las plantas de Alcoa en España suman en su conjunto unos 2.000 trabajadores, 400 de ellos en Aviles. El fantasma del cierre lleva rondando en las fábricas desde hace una semana.

La multinacional lleva tiempo advirtiendo de pérdidas en un escenario al que se suma la subida del precio de la alúmina, su materia prima, y la carestía de la energía eléctrica, que supone un 40 por ciento del coste total del proceso de fabricación. En este último asunto, los sindicatos también manifestaron su descontento con la labor del gobierno central por la incertidumbre acerca de la próxima subasta para el servicio de interrumpibilidad de la energía eléctrica.

A finales del 2014, la compañía presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción para los alrededor de 800 empleados que trabajaban en A Coruña y en Avilés (la mitad en cada una de ellas). Tomó esa decisión, que luego retiró, tras conseguir menos incentivos económicos de los que quería para afrontar sus gastos energéticos en la subasta de interrumpibilidad. El Gobierno, presionado por la perspectiva de asumir tantos despidos, organizó otra puja que satisfizo a Alcoa.

Pero desde entonces nada ha sido lo mismo en los centros de trabajo y sus trabajadores han vivido con la amenaza casi permanente de cierre. A mediados del 2016, la multinacional empezó a buscar compradores para las plantas. No los encontró.