Agentes del Seprona investigan una denuncia de Anadel documentada con un vídeo
04 oct 2018 . Actualizado a las 10:55 h.Una cadena humana se organiza junto al río Cubia para lanzar al cauce jabalíes y corzos abatidos en una partida de caza, con la sangre goteando y las vísceras asomando. Esta escalofriante escena es la que aparece en el vídeo que ilustra esta información y que ha sido la base de la denuncia presentada por el colectivo animalista Anadel ante agentes de la Guardia Civil del Seprona. Este documento gráfico que dura unos dos minutos fue grabado en las inmediaciones de la zona conocida como Bailache, en Grado, cerca de un popular merendero y en una tramo calificado como zona libre de baños.
Anadel presentó la denuncia en cuanto recibió las imágenes. En concreto, se formalizó en el cuartel de la Guardia Civil del Seprona en Vegadeo. Aportó el vídeo como prueba. De hecho, se escucha perfectamente hablar al grupo de cazadores, que está acompañado, como mínimo, por un menor. Hablan sobre si pueden hacer lo que están haciendo, al tratarse de una zona libre. Uno de ellos asegura que él no lo puede hacer. El colectivo animalista sospecha que se trata de un guarda, ya que en la conversación alerta a sus acompañantes de que no debería estar lanzando los animales al río.
Fuentes de Anadel explican que los agentes ya han identificado a todos los que aparecen en las imágenes pero que las pesquisas continúan. Los hechos pueden ser constitutivos de dos delitos diferentes. Por una parte, está el atentando ambiental que supone lanzar unos animales muertos, con el plomo dentro y con las vísceras a la vista al agua. El otro, aún por comprobar, es si la partida de caza excedió su cupo y esa es la razón por la que están lanzando los jabalíes y venados.
Directivos de la asociación denunciante han recibido mensajes de cazadores en las que les explican que se trata de una práctica habitual en Asturias, la de lanzar los animales al río para que el agua evite que les piquen las moscas y se contaminen. En cambio, otros les han dicho que eso es una exageración y que lo normal es que se tapen con una manta sin más. Integrantes de Anadel indican que «esa no es ninguna justificación. Están contaminando un río con sangre, vísceras y plomo, encima al lado de una zona habitual de baños.