Los estudios sobre la separación de residuos realizados por la Unión de Consumidores constataron hace años que aumenta la colaboración ciudadana si hay incentivos económicos, si los contenedores están cerca del hogar y si se realizan campañas informativas periódicas
23 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Contenedores a la puerta de casa, con un sistema de recogida separada que, según los días, dedica uno de los dos cubos al vidrio, al cartón y papel o a los envases de plástico y, lo más importante a la hora de recabar la colaboración ciudadana, un 21% de descuento en la factura de la basura si el 75% de la comunidad de vecinos cumplen y reciclan. «Es un incentivo que está funcionando muy bien», considera el sociólogo y responsable de Medio Ambiente de la Unión de Consumidores de Asturias, Pablo García, que explica que, por ello, en las alegaciones que se presentaron junto con Ecologistas en Acción al plan de residuos de Asturias proponían que se implantara la recogida separada puerta a puerta en todos los municipios asturianos.
Este sistema, que es similar al que existe desde hace décadas por ejemplo en Australia (en donde en todo caso reciclar es obligatorio y se multa a quien no lo hace), garantiza, según se recogía en dichas alegaciones, la mayor cercanía de la recogida al hogar, evita problemas asociados a la ocupación del espacio urbano y los reboses y suciedad que, con frecuencia, se generan en torno a los contenedores.
«En función de la cantidad de residuos que son aprovechables de los que se generan en los hogares hay más días, por ejemplo, destinados a recoger los envases o menos para el vidrio», explica García, que recuerda también que los cubos se disponen a partir de una hora determinada de la tarde y una red de inspectores controla cómo se realiza la separación de residuos para aplicar a quienes la cumplen un descuento del 21%. Y esa es precisamente una de las claves para conseguir la colaboración ciudadana a la hora de cumplir con los objetivos de reciclaje que hay que cumplir en 2020.
La colaboración ciudadana disminuye a partir de los tres minutos de trayecto al contenedor
García recuerda los resultados de los estudios sociológicos que, sobre la gestión de los residuos, realizó hace años la Unión de Comerciantes. Uno de ellos en Gijón precisamente sobre la recogida separada. «Gijón es el concejo de Asturias en el que más contenedores existen para la recogida separada en la calle. Por cada contenedor de basura mezclada existen tres para la separada. En el estudio, además, constatamos que, a partir de los tres minutos andando a los contenedores, la colaboración ciudadana baja bastante», explica.
Es más, aquellos estudios también permitieron detectar tres factores fundamentales que inciden directamente sobre una mayor colaboración ciudadana en la separación de residuos. En primer lugar, el incentivo económico, con el ejemplo de ese 21% de descuento que existe en Oviedo como mejor ejemplo en Asturias: «Ver cómo, si separas los residuos, esa colaboración conlleva descuentos en el recibo que pagas».
Campañas periódicas de información para incentivar el reciclaje
En segundo lugar, la proximidad de los contenedores al hogar, «de ahí que si la haces puerta a puerta no tienes ese problema», dice García, que vuelve a poner también el ejemplo de Gijón. «En Gijón se recogen de manera separada por kilogramo, habitante y año el doble que en Langreo y Mieres, Gijón tiene desplegado por toda la trama urbana de la ciudad y de la zona rural una gran batería de contenedores, mientras que en Langreo y Mieres hay muchos menos en relación a la población y su distribución en la trama urbana. De ahí que los niveles de colaboración ciudadana sean mucho menores con respecto a Gijón».
Y, en tercer lugar, un aspecto fundamental para motivar a la ciudadanía a reciclar son las campañas periódicas de información sobre los beneficios de la separación de residuos y cómo llevarla a cabo. «También lo han constatado, por ejemplo, en la mancomunidad de Pamplona. En los años en los que no hicieron ninguna campaña informativa bajaba la participación ciudadana en la recogida separada y, en los que hacían al menos dos, se incrementaba sensiblemente. ¿Por qué? Porque la gente quiere saber que el esfuerzo que hace al separar y llevar los residuos a los contenedores vale para algo».
Esta era otra propuesta para incentivar el reciclaje que UCE-Asturias y Ecologistas en Acción hacían en las alegaciones al plan de residuos de Asturias, en donde García dice que las campañas que se llevan a cabo «no son de información, sino que son campañas publicitarias. Las campañas informativas son otra cosa».
Incentivos para el retorno de envases como se hizo hasta los años 80
También se proponía la recogida separada de materia orgánica mediante el quinto contenedor, algo que poco a poco se irá implantando en Asturias, y la implantación del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), una medida que se ha demostrado mucho más que eficaz en los países que la tienen implantada y a la que los españoles estaban más que acostumbrados hasta los años ochenta. «Recuerdo cómo a mi madre, cuando iba a la tienda, le regalaban un paño de cocina si devolvía cinco botellas de plástico de lejía. Era un sistema de retorno de envases con un incentivo muy elemental, pero muy eficaz», indica García, que además añade que «en Asturias no tienen nada que enseñarnos sobre el sistema de retorno por incentivos porque es el que utilizamos con la sidra».