La subida media de la factura de la luz para los negocios oscila entre los 1.000 y los 1.200 euros. El sector agroganadero afronta, además, el incremento del coste del gasóleo
21 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La escalada del precio de la electricidad está poniendo en riesgo la continuidad de negocios y explotaciones agroganaderas en la región asturiana. El incremento del recibo de la luz que los propietarios de unos y otras han tenido que afrontar en el último año les está suponiendo «un problema para la productividad» de tal calado que a muchos esta factura les llega a ahogar. Y no es para menos. La Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) de Asturias estima que la subida media en el último año oscila entre los 1.000 y los 1.200 euros en función del tipo de negocio. La situación es incluso peor para el campo, porque al incremento del coste de la electricidad añaden el del gasóleo, con lo que desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ponen de relieve el importante aumento de los gastos de producción que han tenido en los últimos meses quienes se dedican al sector agroganadero. En lo que coinciden estas dos organizaciones es en que «el consumo energético es indispensable», por lo que demandan medidas reales para que se reduzca la factura eléctrica, como la bajada del IVA al 4%.
«La gente está al límite», comenta la secretaria general de COAG Asturias, Mercedes Cruzado, quien asegura que el colectivo está recibiendo quejas por la importante subida que ha experimentado tanto la electricidad como el gasóleo. Mercedes señala que no tiene datos concretos de cuánto puede estar suponiendo para el sector asturiano, pero resalta que se está viendo que «hay gente que no puede seguir adelante, porque están trabajando y se están empeñando» por el aumento de los costes de producción. El sector lácteo es el más afectado por el incremento del precio de la energía en este último año, ya que el ordeño de las vacas dura entre dos y tres horas en horario de mañana y tarde, y el proceso de enfriamiento de la leche son las tareas de mayor coste eléctrico. «Ese sector es el que más depende de la electricidad, y cada vez tienen que hacer un mayor esfuerzo para pagar el recibo de la luz», comenta Mercedes Cruzado recordando las dificultades que tiene el campo.
La situación para los emprendedores no es mucho mejor, porque la subida de la factura de la electricidad genera «un problema para la productividad que afecta a los números de cada día», explica Patricia Oreña, presidenta de ATA Asturias. La misma incide en que «el consumo energético es indispensable» y, por tanto, asegura que la escalada del precio de la luz «pone en peligro a muchos pequeños negocios de la región», ya que según el tipo de negocio que sea consumen mucha más electricidad, como pueden ser las panaderías o las peluquerías. No obstante, deja claro que ese aumento del coste de la energía en los últimos meses «a afectado a todos mucho» y si bien comenta que «a nivel familiar quizá se puede hacer un control del consumo con algunas medidas», añade que para los negocios es «un bien imprescindible para la producción y no puedes hacer nada» para rebajar su gasto.
El dato que da ATA Asturias es que, de media, el gasto anual por la electricidad de los negocios asturianos se ha incrementado entre 1.000 y 1.200 euros, lo que para Patricia Oreña es «una barbaridad». Tal es así, que afirma que «pone a muchos autónomos en una situación comprometida». «Nos pone al límite», coincide con la secretaria general de COAG.
La reivindicación que se hace desde la Asociación de Trabajadores Autónomos es que se tomen medidas reales para reducir la factura de la luz, como la bajada del IVA al 4%. «Esa medida realmente incidiría en la factura final y en la viabilidad de algún negocio que está en peligro», manifiesta la presidenta de ATA Asturias, región en la que hay unos 75.000 autónomos.
«No podemos destinar un 20 % de los costes de explotación de nuestros negocios al pago de energía», afirmaba esta semana Eduardo Abad, presidente de la Unión Profesional de Trabajadores Autónomos (UPTA). Pide que se vigile «que las facturas sean correctas», que se revise que sus contratos son los adecuados a sus necesidades, tanto en consumo, como en precios, y, tercero, que se busquen «alternativas en el mercado».