El Principado explica la «hipótesis más plausible» sobre la fuga de gas que provocó cortes de tráfico en el acceso al complejo industrial
01 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El pasado 9 de julio, la factoría de Dupont en Asturias emitió un aviso de seguridad por un escape de gas en el que se cerró temporalmente el acceso a las instalaciones y que despertó especial preocupación al coincidir, la alerta se lanzó a las siete de la mañana, con la entrada del primer turno de trabajadores. La «cierta alarma social» se reconoce en la respuesta ofrecida por el Gobierno asturiano a una pregunta parlamentaria planteada por el diputado de Podemos Héctor Piernavieja sobre lo sucedido en aquella mañana, y en la que se detallan además las causas más probables del incidente.
La respuesta de la Consejería de Infraestructuras señala que aunque la fuga de gas «no conllevó riesgo ni daño para la salud ni el medioambiente» despertó un cierto revuelo por las circunstancias temporales en las que se produjo. El relato de los hechos comienza en la denominada planta de ICL (esto es el cloruro isoftaloilo, que es la materia prima que la compañía utiliza en la fabricación de la fibra Nomex). La planta había estado en parada programada durante siete días y en el momento del arranque, a las 7:20 horas. «se activaron varios detectores de cloro y fosgeno» por lo que la empresa activó el protocolo de fuga de gases que, entre otras medidas, incluye «el confinamiento del personal de las plantas de ICL y Protección de Cultivos, así como el cierre de los accesos al complejo industrial hasta la verificación efectiva de que las condicones son seguras». El mismo protocolo exige que se dé aviso al Servicio de Emergencías de Asturias, el 112.
A continuación los técnicos verificaron la presencia de gas en las instalaciones pero apenas una hora después, a las 8:20, los detectores portátiles ya no mostraban lecturas de gases y se dio por terminada la verificación, así que a esa hora de abrieron de nuevo los accesos al complejo industrial. Desde la Consejería se destacó que no registró ninguna incidencia sanitaria pero «la acumulación de tráfico en el acceso al emplazamiento impactó la normal circulación en la zona llamando la atención desde el exterior».
Después de la revisión de los sistemas del área de fosgeno, el sistema de cloro y la realización de pruebas de fugas con helio, «la hipótesis más plausible es una fuga instantánea de cloro de unos 10 gramos por la brida del vaporizador de cloro debido a que había quedo cloro absorbido en el calorifugado y al calentarse salió al exterior, activando los detectores».
En sus respuesta, la Consejería señala también que no fue necesaria ningún tipo de alerta a la población del entorno ya que no o existen «riesgos externos al propio complejo industrial».