El sindicato suma las vacantes de año completo de la última convocatoria de interinos y las jubilaciones para calcular las necesidades del sistema
29 ago 2018 . Actualizado a las 14:04 h.La cuenta es sencilla. Se suman las vacantes de la última convocatoria de interinos y se miran las jubilaciones. El resultado total oscila entre 900 y 1.000. Ese es el número de plazas que el sindicato ANPE exige a la Consejería de Educación que incluya en las oposiciones de Infantil y Primaria previstas para el año que viene. No hace falta echar más números. Tan solo cumplir los acuerdos suscritos para bajar la tasa de interinidad al 8%. Esto es lo que plantea el presidente del colectivo sindical, Gumersindo Rodríguez.
«Parece oportuno que la consejería vaya pensando ya en la oferta de empleo docente para el año 2019 correspondiente al cuerpo de maestros», señala. No obstante, no parece que los tiempos de la administración sean los mismos que manejan los sindicatos y los propios aspirantes a conseguir una plaza. El Principado no adelanta con tanta antelación sus planes, ni el número total y, ni mucho menos, el desglose por especialidades. El anuncio, según el acuerdo en vigor, tendría que producirse antes del 15 de noviembre.
A ANPE, sin embargo, le salen casi 1.000. «Es fruto de la suma de las plazas consolidadas de la oferta de 2017, que son 528, y de las jubilaciones producidas en 2018, que se prevé que serán sobre 400», añade. «Así pues, en 2019 debemos esperar una convocatoria de oposiciones de las especialidades del cuerpo de maestros de en torno a las 900 plazas, si realmente se quiere reducir las insufribles cifras de interinidad en Asturias, cercanas al 30% de la plantilla», argumenta.
El objetivo de la convocatoria de oposiciones es triple, recuerda ANPE. Se trata de reducir la tasa de interinidad, estabilizar las plantillas de los centros educativos y consolidar el empleo. Eso se consigue con las oposiciones y con una convocatoria de interinos justa. El sindicato ha denunciado la «inaceptable» tasa de medias jornadas. De hecho, según sus números, uno de cada diez docentes trabaja a tiempo parcial y el porcentaje de interinidad se cebe especialmente con las alas.
