José Manuel Pulgar, el superviviente asturiano del accidente aéreo de México, ha podido hablar ya con su familia, a la que ha tranquilizado con un «estoy bien»
01 ago 2018 . Actualizado a las 22:15 h.José Manuel Pulgar, el lenense de 43 años que ha sobrevivido al accidente de avión mexicano estrellado en Durango, ha podido hablar ya con su familia, tranquilizándoles en primer lugar con un «estoy bien» pese a los dolores que van apareciendo con el paso de las horas, que le mantienen en el Hospital Militar de la zona. Aunque las comunicaciones que han tenido su madre y sus hermanos con él han sido complicadas porque «se entrecortaba y no nos oíamos», José Manuel ya les ha podido relatar brevemente lo sucedido. También que, además de salir por su propio pie, ayudó a otros pasajeros a abandonar el aparato a pesar de que «se sentía un calor muy fuerte».
«Sabe que el avión despegó y seguidamente notaron que daba la vuelta y empezaba a descender», traslada su hermana Zulima, a la que ha contado que «sintió un primer golpe en el avión y que ya el segundo quite fue fortísimo, como si hubiera pegado en la pista con algo, con un motor o con un ala», provocando que se abrieran los compartimentos interiores del avión «y se nos caían todas las cosas encima. Y se rompió el avión».
Pese al tremendo impacto, José Manuel Pulgar no sólo pudo salir por sí mismo del avión siniestrado, sino que ayudó a gente a abandonarlo porque, según ha trasladado a su familia, «su compañera de asiento no podía salir». Les ha comentado que cuando estaba ayudando a los últimos que quedaban en el avión «ya se sentía un calor muy fuerte». De hecho, a su hermana le ha dicho «que se quemó en una mano».
Con el paso de las horas tras el accidente, José Manuel Pulgar empieza a sentir en su cuerpo todas esas contusiones. A sus hermanos les ha contado que se resiente en el cuello y en la espalda, además de sentir un dolor más intenso en el costado que le hace pensar que puede tener una costilla rota. Por eso, su hermana Zulima Pulgar señala que quizá tenga que permanecer algún tiempo más en el hospital mientras le realizan pruebas.
Entre tanto, están también los trámites con las embajadas española y mexicana para, en función de su salud, organizar el viaje de regreso a España; y con la aerolínea, puesto que en el avión siniestrado llevaba sus pertenencias. «Desde aquí le ayudaremos a arreglar el papeleo que necesite», ha señalado su hermana, algo más tranquila después de haber realizado una videollamada «de apenas dos minutos». «Pero ya le he visto la cara y he notado que hablaba con genio, como es él», explica Zulima Pulgar, que añade que lo único por lo que debe preocuparse ahora José Manuel es «por recuperarse».
De esta manera tan accidentada terminaba José Manuel Pulgar su estancia en México después de haber pasado allí todo el mes de julio con su mujer, natural de este país. Este lenense tomaba el vuelo 2431 de la compañía Aeroméxico con destino al aeropuerto de la capital federal mexicana, donde debía tomar el vuelo de regreso a España. En torno a las 16.00 horas (23.00 hora española) de este martes se estrellaba el avión comercial en el que viajaba, aunque afortunadamente han sobrevivido sus 103 ocupantes.