La Reserva Natural Integral del bosque de Muniellos es una muestra de la naturaleza más pura
28 ago 2018 . Actualizado a las 11:43 h.Este verano quizás no esté siendo el mejor en cuanto a cielos despejados se refiere, pero si algo tiene de bueno este tiempo es que es idóneo para practicar senderismo. En Asturias eso es tarea fácil dadas las múltiples opciones que ofrece, pero si hubiera que elegir una visita que no puede faltar, sin duda ha de venir a la mente la Reserva Natural Integral del bosque de Muniellos, una auténtica muestra de la naturaleza más pura.
Ubicado entre los montes de Muniellos y La Viliella, en Cangas del Narcea, y el monte Valdebois, en Ibias, su extensión constituye el mayor robledal del país y uno de los que mejor se conservan a nivel europeo. De hecho, desde 1973 esta prohibida la tala de sus árboles, que fueron utilizados en el pasado para reparación de las naves.
El bosque también cuenta con hayedos y abedules que se ven salpicados por la continua presencia de acebos y tejos, reyes perennes del otoño de Muniellos. Y no es para menos, ya que en su interior alberga verdadera naturaleza virgen que florece y luce nuevos colores con cada estación. Gracias a la fuerte adaptación al menioambiente de las especies arbóreas que allí se encuentran, en Muniellos uno es capaz de divisar tanto las tonalidades vivaces de la primavera y el verano, como la increíble nostalgia del otoño, sin olvidar el manto blanco del invierno.
En sus cimientos descansan los sustratos del paleozoico. Su antigüedad se estima de 500 millones de años atrás, por lo que permite divisar antiguos circos glaciares que han dado pie a las famosas lagunas del Pico de la Candanosa (la Aveizuna, la de Penavelosa, la Grande, la Isla, la Honda y la Peña), de belleza hipnótica. Por esa zona puede animarse a realizar una buena sesión de senderismo, pues estas cuatro últimas lagunas conforman uno de los recorridos de máximo interés entre los amantes de las caminatas al aire libre.
Y es que el agua es seña de este especial paraje. El río Muniellos atraviesa todo el bosque, facilitando la formación de arroyos cuyo rumor tiene el poder de encandilar cuando reina el silencio.
Este enclave único es también hogar de múltiples especies animales. Entre los que más disfrutan de sus características naturales se encuentran dos especies protegidas e identificativas de Asturias: el oso pardo cantábrico y el urogallo. Pero también comparten su espacio otras especies como lobos, corzos, jabalíes, rebecos y nutrias
Una joya de la naturaleza como esta requiere cuidados especiales. Razón por la cual, para acudir a Muniellos, las visitas se restringen a grupos diarios de 20 personas que no podrán repetir la visita durante ese año y que han de realizar la reserva a través de la web oficial del Gobierno del Principado de Asturias www.asturias.es.
Sus características naturales lo han convertido en una suerte de entorno fantástico que ha dado pie a numerosas leyendas y a mitología astur. Entre ellas, se cuenta que este mágico lugar está habitado por trasgus y xanas, así que tenga siempre los ojos bien abiertos cuando acuda a Muniellos.
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