Se siguió abonando a Villa el pago del coche Mitsubishi pese a estar totalmente liquidada su compra
18 jul 2018 . Actualizado a las 13:54 h.El ex presidente del Montepío José Antonio Postigo ha asegurado que hubo una reunión con «cuatro o cinco compañeros» en la que se acordó que se seguiría abonando al ex secretario general del SOMA José Ángel Fernández Villa el pago del coche Mitsubishi, pese a estar totalmente liquidada su compra, «para compensarle de alguna manera» ante la pérdida económica que suponía haber dejado de ser senador socialista.
A través de una videoconferencia, realizada desde Murcia, Postigo ha explicado que «hace siete u ocho años», gestionó la compra de un Mitsubishi para su «compañero y amigo Fernández Villa» por su intervención quirúrgica en la espalda y con su minusvalía «se ahorraba» el tema de «la fiscalidad» y lo pagaba «el sindicato».
«A todos y cada uno de los miembros de la comisión ejecutiva se les pagaban gastos», ha reconocido ante el tribunal de la Audiencia Provincial que hoy ha reanudado el juicio contra Villa por su presunta autoría en un delito continuado de apropiación indebida.
«Ni Villa, ni tampoco el secretario de administración, que hubo muchos, entre ellos José Luis Alperi -actual secretario general del SOMA- consentían los gastos. Se tenía que articular un mecanismo de un estadillo donde se ponía kilometraje, comida y se incorporaban los tiques de peajes y había que justificarlos», ha explicado.
«Él -en alusión a Villa- compraba libros y estaban a disposición de todos para leerlos y todo el que quería leerlos podía hacerlo, eran de temas sindicales, políticos e históricos; no eran de novelas del oeste», ha recalcado Postigo en su declaración.
Postigo ha reconocido que «hubo problemas» para la aprobación de las cuentas, porque había un compañero en Rodiezmo que no estaba de acuerdo en la contabilidad y también había «problemas» porque el ex contable Juan Cigales tampoco estaba conforme con alguna factura de un curso de formación «de cárnicas».
«Jamás se pusieron en cuestión las cuentas», ha añadido el testigo a preguntas de la defensa, quien ha reiterado que Cigales llevaba «hasta las cuentas personales» de Villa y «jamás» oyó protestar a nadie por este tema.
El testigo Armando Fernández Natal, de la antigua comisión ejecutiva del SOMA-UGT, a través de una videoconferencia desde Gerona, ha señalado que la disposición de las cuentas era mancomunada con «dos personas siempre».
José Ramón Fernández Suárez, tesorero contador de la junta administradora del SOMA-UGT, ha asegurado hoy que eran necesarias «dos firmas» para autorizar los gastos y que las tarjetas estaban a cargo de Amalio Fernández y el contable Juan Cigales y desconocía a quién pertenecía la tarjeta de la que disponía el ex secretario general del sindicato, José Ángel Fernández Villa.
El testigo ha explicado que el coche Mitsubishi era utilizado «habitualmente» por Villa, quien era el que pagaba la gasolina, los gastos de comidas, y los tiques «supone» que los pasaba a Juan Cigales que posteriormente los seleccionaba antes de proceder a su pago.
El testigo ha explicado que las cuentas no se aprobaron por unanimidad y que Fernández Villa le comentó que podían hacer una auditoría, pero el ex secretario general del Soma «tampoco quería aprobar las cuentas por lo de la auditoría».
«Villa no participaba en las reuniones, aunque desconozco por qué aparece su firma en las actas», ha ratificado José Ramón Fernández.
El juicio continuará el próximo lunes, día 23, a las 10 de la mañana, en la Audiencia Provincial.