A Delia Losa, la nueva delegada del Gobierno, le viene el socialismo de raíces. Su padre, Gustavo Losa, fue concejal y alcalde de Mieres durante cuatro años, tras el mandato de Eugenio Carbajal. Losa, que regentó una joyería durante años, fue también presidente del Caudal y aspirante a presidir la Federación Española de Fútbol. Delia Losa ha sido en los últimos tiempos uno de los soportes en Asturias del sanchismo, y fue una de los 12 militantes socialistas que acudió al comité federal de octubre de 2016. En su familia política también hay relaciones con el socialismo. Su cuñado, Claudio Álvarez, fue director general de Carreteras y director general de Hunosa y otra cuñada, curiosamente, es Ana María Álvarez, jueza del caso Marea. El marido de Delia Losa es Álvaro Álvarez, que fue director de la estación de Valgrande Pajares.
Juan Carretero, el responsable de la policía durante el 11M y la posterior investigación de la trama del tráfico de la dinamita, continúa en activo. En concreto es el comisario jefe de la policía nacional en Cádiz. De la cúpula responsable en el momento de los atentados, que recibió numerosas críticas por su grave descoordinación, quedan pocos miembros que no se hayan jubilado o hayan pasado a la reserva. Pedro Laguna, tras marcharse de Asturias, aterrizó en Castilla y León, hasta su jubilación. El comisario de Avilés, Adolfo Baraja, también está retirado. Junto a Carretero queda otra superviviente: Mercedes Fernández, que era delegada del Gobierno en el momento de los atentados que conmovieron al país. De aquella descoordinación de las fuerzas de seguridad queda un testimonio, el Ignacio Astarloa, secretario de Estado de Seguridad en el gobierno de Aznar: «Fue un desastre policial», dijo entonces.