IU de Asturias se planta ante Garzón y reclama su «derecho a decidir»

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCION

ASTURIAS

Ramón Argüelles y Alberto Garzón
Ramón Argüelles y Alberto Garzón

El secretario de Organización, Alejandro Suárez reitera que plantearán su propia consulta «con todas las garantías» sobre la relación con Podemos

12 jun 2018 . Actualizado a las 13:10 h.

Izquierda Unida de Asturias no rectificará en su decisión de convocar su propia consulta sobre la coalición con Podemos en las elecciones pese a la amenaza explícita del coordinador federal, Alberto Garzón, de intervenir el partido. El secretario de Organización de Asturias, Alejandro Suárez, apeló la autonomía del territorio en el ámbito autonómico y municipal, manifestó su desagrado por el hecho de que en la consulta impuesta por Garzón se liguen en una sola votación las alianzas en varios comicios de forma simultánea (tanto para los autonómicos como los municipales o las elecciones europeas) y alertó de las suspicacias despertadas «para una decisión estratégica de calado» de la aparición «de la noche a la mañana» de 500 simpatizantes inscritos a través de la plataforma federal, no de la web del partido en Asturias, «que no conocemos y no participan en la vida diaria de IU de Asturias».

Suárez consideró impensable «no lo contemplamos», señaló, que Garzón lleve a cabo su amenaza de intervenir a las organización en Asturias. La carta del coordinador federal, a la que ha tenido acceso La Voz de Asturias, afirma que se reserva «el derecho a ejercer directamente y en exclusiva todas las competencias de Izquierda Unida sobre el territorio de Asturias, incluyendo el uso de la simbología y denominación de la organización en procesos electorales». El secretario de Organización asturiano reclamó que se respete «el derecho a decidir que tanto teorizamos» y que la dirección federal respeta «para Cataluña y Andalucía ¿por qué no para Asturias? Tienen autonomía para decidir y nosotros debemos tenerla también».

Además recalcó que la amenaza de intervención «no tiene precedentes y es de todo punto innecesaria» y llamó a «agotar la capacidad de negociación en una cuestión que es política». «No se pueden hacer las cosas de arriba a abajo», señaló Suárez quien recordó que en IU de Asturias se ha dado libertad plena a las agrupaciones locales para decidir sus alianzas electorales (las relaciones con los morados son buenas en concejos como Langreo o Avilés pero rozan el enfrentamiento en lugares como Mieres) y reiteró que celebrarán su propia consulta «con plenas garantías» en una fecha aún por determinar a finales de este mes de junio.

«La dirección de Asturias no va a tener ninguna actitud autoritaria», destacó Suárez quien en todo caso recalcó que «nuestra consulta será la única válida».

La tensión entre la dirección de Garzón y la coalición en Asturias arrastra numerosos agravios desde hace varios años. Frente al posicionamiento de Garzón favorable a una alianza cada vez más integrada en Podemos, desde Asturias se ha recordado que en solitario consiguieron un grupo parlamentario muy fuerte, con cinco escaños en la Junta General (lo que supone alrededor de la mitad del total de diputados que la coalición tiene en parlamentos regionales), que son la segunda fuerza municipal del Principado (con el gobierno de ayuntamientos clave en las cuencas mineras como Langreo o Mieres) y que las relaciones entre ambos grupos en la última legislatura, si bien se han apaciguado con el tiempo, han sido durante mucho tiempo de pura confrontación.

La coalición en Asturias celebró en marzo del año pasado una votación interna en la que más del 90% de los militantes aprobó concurrir a los próximos comicios manteniendo su «identidad» con sus propias siglas. Ese compromiso fue, en teoría, aceptado por Garzón que lo refrendó en un documento y que, a medida que crecía el malestar en la organización en Asturias por sus planteamientos de integración en Podemos, reiteró que serían respetados. En una reunión celebrada todavía el pasado mes de mayo, el coordinador asturiano Ramón Argüelles salió del encuentro destacando que Garzón le había dado garantías de «poder elegir las listas en Asturias tanto a nivel autonómico como municipal, que la política de alianzas regional se elegiría en Asturias, tanto a nivel autonómico como municipal también, y también seguir teniendo independencia, autonomía, en una palabra autogestión» y que el Principado sería «una excepción clara» el proceso de confluencia con Podemos.

Semanas antes de esa cita, desde Asturias se planteó una enorme preocupación por la difusión de un documento que se interpretó como centralizador y que llegaba a sugerir la posibilidad de que la dirección federal se apropiara del patrimonio autonómico e interviniera sus cuentas.