El líder del PSOE ha vivido una relación de amor-odio con el Principado desde las primarias socialistas de 2014
01 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Pedro Sánchez ha mantenido una relación de amor-odio con Asturias desde que en el año 2014 decidiese optar a dirigir el PSOE a nivel nacional. El ahora líder del PSOE ha encontrado en el Principado a alguno de sus más firmes rivales internos, representados por un Javier Fernández que tomó las riendas del partido como presidente de la gestora tras el congreso en el que los socialistas pusieron fin a la primera etapa de Sánchez como secretario general de la organización. Pero también en Asturias ha conseguido sumar a alguno de sus más fieles apoyos. Adriana Lastra y María Luisa Carcedo son dos figuras claves en la vida política de Sánchez y están en todas las quinielas para ocupar cargos relevantes si no hay sorpresas y Sánchez acaba siendo presidente. También Hugo Morán forma parte de su actual ejecutiva.
Estos son los seis momentos clave de Pedro Sánchez en Asturias desde 2014:
La FSA apoya a Eduardo Madina en las primarias
Las primarias del PSOE de 2014 marcan el inicio de las tensiones entre Sánchez y la Federación Socialista Asturiana (FSA). En esos comicios internos Sánchez arrasó gracias al apoyo de Susana Díaz, la líder del partido en Andalucía que tres años más tarde acabaría siendo su principal rival. En aquella cita, aunque oficialmente la FSA no se decantaba por ningún candidato el apoyo a Eduardo Madina era más que tácito en una elección interna en la que José Antonio Pérez Tapias cerraba la terna de aspirantes.
Sánchez salió elegido con casi el 50% de los votos, mientras que Madina alcanzó el 36%. Las relaciones entre la organización regional y la estatal se normalizaron con el paso del tiempo, aunque ese fue el primer capítulo en una lista de desencuentros que se recrudecería con el paso del tiempo.
La comisión de industria en la ejecutiva del PSOE
Las relaciones comenzaron a enquistarse en el 38º Congreso del PSOE. La relación de fuerzas interna era muy diferente a la actual, ya que Sánchez todavía contaba con el respaldo de Susana Díaz y del «aparato socialista». En ese cónclave, la FSA se sintió marginada, ya que era la primera vez que en el reparto de fuerzas Asturias se quedaba sin nada. La delegación del Principado tensó la cuerda y en una reunión que concluyó de madrugada consiguió que la ejecutiva federal crease un nuevo consejo de energía e industria del que Javier Fernández sería coordinador.
Las dos corrientes quedaron retratadas y Javier Fernández concluyó el congreso con unas declaraciones en las que aseguraba que tenían que echar «una cortina de amnesia». Los posturas cada vez se alejaban más.
Los asturianos de Sánchez
Dos mujeres asturianas han marcado la vida política de Pedro Sánchez, Adriana Lastra y María Luisa Carcedo. «Nos queda un camino apasionante por recorrer y es un honor hacerlo con personas como tú; gracias, compañera y amiga». Estas palabras, pronunciadas por Sánchez, evidencian la importancia de Lastra como pieza clave de su núcleo duro. Precisamente fue Lastra una de las que, después del congreso federal en el que los barones del PSOE consiguieron apartar a su por entonces líder de la secretaría general, le convenció para que volviera a presentarse a las primarias. Su apoyo inquebrantable fue correspondido después con el cargo de vicesecretaria general del PSOE. Está por ver cuál será su papel si finalmente triunfa la moción.
María Luisa Carcedo es la otra asturiana con cargo en la ejecutiva federal del partido. Es la actual secretaria ejecutiva de Sanidad y Consumo del PSOE y forma parte de las quinielas como posible ministra.
Hugo Morán también es miembro de la ejecutiva, ya que dirige Medio Ambiente.
Javier Fernández, presidente de la gestora
Octubre de 2016 es el mes que acabó por dinamitar las relaciones entre la FSA y Pedro Sánchez. Los barones regionales del PSOE se pusieron de acuerdo para presionar a Sánchez y conseguir que dimitiese como secretario general. Tras dos años al frente del partido, Sánchez dimitió tras ser derrotado en el Comité Federal en una votación a mano alzada por su propuesta para realizar un congreso extraordinario, con primarias el 23 de octubre.
El líder de la FSA y presidente del Principado, Javier Fernández, fue el encargado de presidir la gestora que pilotó a la formación socialista durante los siguientes meses. Fernández facilitó la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno y convocó unas nuevas primarias. Sánchez volvió a presentarse, en esta ocasión frente a Susana Díaz -su antigua valedora- y acabó ganando.
Su acto en El Entrego
Cuando anunció su vuelta como aspirante a la secretaria general del PSOE, Sánchez eligió Asturias como segunda parada para lanzar su campaña. En ese momento, el gesto se interpretó como un pulso a Javier Fernández, presidente de la gestora. Fue un elemento más para añadir a su tensa relación.
En ese encuentro estuvieron arropando a Sánchez sus principales apoyos en Asturias. Enrique Fernández, alcalde de San Martín del Rey Aurelio; Adrián Barbón (Laviana) e Iván Fernández (Corvera). También varios responsables del SOMA estuvieron acompañando a Sánchez y algún miembros del Gobierno regional, como Gimena Llamedo, directora de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo y secretaria de Igualdad de la FSA.
Sánchez bendice a Adrián Barbón
Era un acto para hablar sobre las pensiones, pero la apuesta de Pedro Sánchez por Adrián Barbón eclipsó el resto de titulares. Era el 22 de marzo en el Hotel Ayre de Oviedo, y ante medio millar de simpatizantes, Sánchez afirmó que «si alguien representa el futuro y la esperanza para Asturias ese es Adrián Barbón a partir de mayo de 2019». Con estas palabras, bendijo una candidatura que Barbón acabaría presentando este mismo mes.