La polémica protagonizada por el senador de Compromís Carles Mulet a cuenta de la consideración del rey Pelayo en el imaginario franquista eclipsó una afirmación mucho más polémica del senador, una auténtica afrenta al orgullo asturiano que, extrañamente, no despertó ningún debate. Queda en manos de los historiadores determinar las fechas y motivaciones verdaderas del nacimiento del Reino de Asturias pero es que Mulet también puso en duda que el Parque Nacional de los Picos de Europa fuese el primero creado en España. En su intervención aseguró que se había creado «en aquella misma fecha» el Parque Nacional de Ordesa y que el asturiano no fue «pionero» ni tampoco «excepcional a nivel estatal ni a nivel mundial». Como el nacimiento de los parques nacionales es muy reciente y no procede de una edad oscuras es fácil aplicar el rigor documental. El asturiano, entonces denominado «Parque Nacional de la Montaña de Covadonga» fue reconocido por ley el 22 de julio de 2018, fue además el segundo creado en todo el mundo, después del de Yellowstone, en EEUU. El de Ordesa y Monte Perdido nació ciertamente en el mismo año, pero varios días después, 28 en concreto, ya que se reconoció el 16 de agosto.
Una eliminación y un pabellón
La eliminación del Unión Financiera Baloncesto ha supuesto un varapalo para la afición y para la ciudad, que veía con optimismo un posible ascenso a la ACB, un hecho histórico. La mala noticia es un alivio (entre comillas) para el Ayuntamiento de Oviedo, que tenía sobre la mesa un problema: conseguir un pabellón a la altura del equipo. Las escasas 1.400 plazas de Pumarín eran un obstáculo insalvable, la adaptación del Palacio de los Deportes, una incógnita y el futuro pabellón de La Florida, una quimera. Pese a ello, la dotación de un pabellón singular es una asignatura pendiente de la ciudad, aunque la falta de recursos con los pufos del gabinismo es todo un lastre.
Un grado que es más que un grado
El PP ha abierto la veda política contra el rector de la Universidad de Oviedo. El diputado David González Medina ha criticado la «desidia y la lentitud» de Santiago García Granda a la hora de decidir la ubicación del grado de Deportes, que se ha convertido para los políticos en una prioridad de Estado. Nunca antes una titulación para unos 300 alumnos había sido objeto de tanta controversia. La pugna Gijón y Mieres ha alcanzado unos niveles que hacía tiempo que no se alcanzaban. Mientras tanto, sin que nadie hable de ello, la Universidad sufre una evidente falta de fondos: investigar en Asturias es un dolor. Y la solución la tienen esos mismos políticos y sus partidos.