La segregación escolar crea centros gueto en Asturias

Susana D. Machargo REDACCIÓN

ASTURIAS

PILAR CANICOBA

Un informe de Save the Children refleja que el Principado debería cambiar de centro a uno de cada cuatro alumnos para lograr un sistema equitativo

26 abr 2018 . Actualizado a las 11:17 h.

El Principado debería cambiar de colegio a uno de cada cuatro alumnos matriculados en las etapas obligatorias para evitar que se creen centros gueto, es decir, colegios e institutos con una alta concentración de alumnos en riesgo de exclusión debido al bajo nivel socioeconómico del que proceden. En concreto, está en esta situación algo más del 26% de los estudiantes asturianos. La cifra es muy similar a la que presentan los Países Bajos o el Reino Unido y mejor que la de Bélgica, Francia o Italia. Sin embargo, es peor que Galicia, Comunidad Valenciana o las Islas Baleares, que es la autonomía más inclusiva. Así consta en el informe Mézclate conmigo. De la segregación socioeconómica a la educación inclusiva, elaborado por la organización Save the Children y presentado esta misma semana en Bilbao.

La Consejería de Educación del Principado mantiene en los núcleos más poblados, como Oviedo y Gijón, una zonificación territorial para distribuir la matriculación de alumnos entre los colegios públicos y concertados en función de su lugar de residencia. ¿Esta planificación ayuda a acabar con los centros gueto y a conseguir una escuela más inclusiva? Álvaro Ferrer, portavoz de Educación de Save the Children y coautor del estudio, señala que no siempre es así. Si la Administración educativa traza las divisiones ateniéndose a los límites tradicionales de los barrios, la segregación se perpetúa, ya que en las ciudades esos barrios tienen un claro sesgo socioeconómico. Así que la mejor medida para fomentar la equidad es analizar antes la radiografía social del territorio y dibujar esa zonificación con la idea en mente de corregir desigualdades.

El informe

Este trabajo pretende poner de manifiesto que la segregación escolar socioeconómica supone uno de los principales problemas del sistema educativo español y también presentar propuestas eficaces para lograr una enseñanza inclusiva. «La separación en diferentes centros educativos según su situación socioeconómica constituye una de las principales barreras para garantizar la equidad educativa, la cohesión social y contribuir a un crecimiento económico inclusivo», explica. Así que insta a las administraciones a corregir estas graves deficiencias que pueden crear centros gueto.

Toma referencias de otros trabajos anteriores como punto de partida. Así, para determinar cuáles son esos alumnos que sufren segregación al estar en riesgo de exclusión social, recurre al ISEC (Índice socioeconómico y cultural). Tal y como hace el informe Pisa, Save the Children considera que están en situación de riesgo los alumnos que se encuentran por debajo del 25% de la media del ISEC. Es decir, los que están dentro del 25% con familias con menos recursos. Otro concepto importante por definir es el de «centro gueto». Los autores del estudio han determinado que un centro gueto es aquel en el que más de la mitad de sus alumnos tienen ese perfil. Álvaro Ferrer entiende que centros con una concentración del 30 o del 40% poco pueden hacer también por la cohesión, pero marca la barrera en ese 50%.

La concentración de alumnado de perfil socioeconómico bajo en España afecta al 46,8% de los centros y nueve de cada diez son públicos. Estos datos reflejan «el gran alcance que la segregación por motivos económicos tienen en la enseñanza y el impacto que puede generar en términos de desigualdad de oportunidades» para los estudiantes. De hecho, hecho tienen mayor presencia de alumnado con necesidades de apoyo lingüístico y necesidades especiales y una escasa oferta de actividades extraescolares.

La segregación escolar

Al margen del número de colegios afectados, dato que el informe no ha desagregado por comunidades, está la segregación escolar. Este otro indicador mide el porcentaje de jóvenes afectados. Utilizan como referencia otra tasa, conocida como índice de Gorard. Ese es el que señala que la Consejería de Educación del Principado debería trasladar el expediente del 26% de los estudiantes para conseguir un reparto equitativo en todos los centros, es decir, para evitar guetos. Si se calcula sobre la matrícula del curso actual, 2017/2018, la cifra absoluta es elevada. Si a los 114.154 asturianos matriculados desde el segundo ciclo de Infantil a Bachillerato se resta el 5,2% que acude a colegios privados, y sobre esa cantidad se aplica el 26%, el resultado es que la Administración tendría que mover a más de 28.000 estudiantes para conseguir una auténtica equidad. 

Madrid y Cataluña son, con diferencia, las que presentan peores datos. En cambio, Baleares y Aragón logran los mejores. El Principado se sube en el vagón de cola, junto con La Rioja y Euskadi. Está ligeramente peor que Andalucía y Castilla-La Mancha. Álvaro Ferrer explica que no se trata de establecer un ránking autonómico sino de hacer entender a las administraciones que es necesario planificar para asegurar una heterogeneidad económica y social en los centros que los convierta en más equitativos, para favorecer la cohesión social. El impacto de no tener en cuenta estos factores «puede ser muy negativo», argumenta Ferrer. Así que no basta con zonificar, como hace Asturias, para no dejarlo todo en manos del azar. Debe hacerse con cabeza. «La segregación siempre empeora si no se corrige. Es un círculo vicioso», explica Ferrer, que no puede medir con exactitud el impacto que ha tenido la crisis, aunque reconoce que los recortes en atención a la diversidad «no benefician en nada».  

Save the Children propone medidas para evitar que siga aumentado el número de centros gueto. Pero también se ocupa de señalar políticas correctoras para mejorar las condiciones de aquellos que ya están sufriendo la problemática. Así habla de dotarlos de más recursos, de diseñar planes de incentivos especiales para el profesorado o de diseñar proyectos de innovación