El Observatorio de Salud de Asturias publica su ranking sobre el estado de salud de los municipios del Principado
12 abr 2018 . Actualizado a las 17:47 h.En función del lugar en el que se decida vivir, para bien o para mal, la salud de cada individuo se verá afectada. Conocer esa información puede ejercer dos acciones en el individuo: que decida mudarse de inmediato si los datos no son favorables, o bien que tome conciencia acerca de las razones e impulse, de la mano de su comunidad y de las administraciones locales, medidas para alcanzar un estado el salud óptimo. Y ese es el objetivo del Observatorio de Salud de Asturias (OBSA), que ha presentado los resultados de su ranking en Oviedo. Allí ha señalado que la expectativa de voda es más larga en el Principado en seis concejos: Caravia, Sobrescobio, Boal, Coaña, Taramundi y Somiedo. Y estas son las razones.
El OBSA mide la salud de los asturianos en función de dos categorías: resultados y determinantes. Si se atiende solo a los resultados, la salud se calcula en relación a las variables de mortalidad y morbilidad. El primer caso pone el foco en los años potenciales de vida perdidos, esto es, que no mide el número de fallecidos sino los años que todavía le podrían haber quedado. El segundo caso se centra en si los asturianos sienten que tienen una buena salud o no, el número de enfermos crónicos en cada concejo, así como el número de tratamientos por enfermedades mentales como son la ansiedad o la depresión. Sorprende que, los concejos que mejores resultados han obtenido se sitúen al occidente, mientras que aquellos en cuyos ciudadanos sienten que tienen una salud más deficiente y en los que la mortalidad es más elevada correspondan al oriente, siendo Ponga el peor, seguido de Onís, Cabrales, Cabranes, Parres y Quirós.
La otra gran categoría, los determinantes, atiende a factores más sociales como pueden ser las conductas y estilos de vida que predominan, los factores socioeconómicos (nivel del sistema educativo de la comunidad en la que se vive, la clase social imperante, el salario mínimo fijado o la tasa de desempleo, entre otros), la calidad de la asistencia médica de los centros de salud y la calidad ambiental, entendiendo no solo los niveles de contaminación del aire sino también la acústica o cómo percibe cada ciudadano el poder de decisión y apoyo dentro de la comunidad de vecinos en la que vive.
En este caso, los concejos mejor situados son las poblaciones pequeñas en las que la mayoría de sus habitantes está disfrutando de una pensión fija y no predomina el soporte social institucional, sino el consenso de la propia comunidad de cara a mejorar situaciones concretas. Así, los municipios con mejores determinantes son Illano, San Martín de Oscos, Yernes y Tameza, Santo Adriano, Allende y, de nuevo, Taramundi.
Por la contra se hallan Avilés, Langreo, Corvera, Boal, Gijón y Oviedo. Las razones parecen ser obvias, ya que, en el caso de las tres principales ciudades de Asturias, el predominio de un ambiente industrial (Avilés), el exceso ruido (Gijón y Oviedo) repercuten negativamente en la salud de sus ciudadanos. También actúan el exceso de sedentarismo, el elevado consumo de alcohol y una dieta pobre en frutas y verduras (Langreo), así como la consideración de los ciudadanos de vivir en un ambiente comunitario pobre (Corvera).
Peores determinantes ahora, peores resultados en el futuro
Según la OBSA, los municipios que presentan peores determinantes en la actualidad tienen mayores probabilidades de presentar peores resultados si no se ponen en marcha acciones para solucionarlo. «No hay que recuperar la salud perdida sino evitar que la salud se pierda», comentaba Mario Margolles, director de Salud Pública. En este sentido, cobra especial importancia que cada persona sea consciente de en qué niveles su salud puede sufrir un detrimento y cómo empezar a mejorarla desde el seno del hogar, así como que las administraciones locales promuevan las medidas necesarias para que la calidad de vida siempre vaya en aumento.