Esta tradicional calle es el corazón de una ciudad en el que se fusiona su pasado medieval, sus tradiciones y su vocación de modernidad
22 abr 2018 . Actualizado a las 19:54 h.Avilés, ciudad comercial, marinera y medieval. Un lugar donde la historia reluce desde el centro a la periferia. Pasar un día en esta ciudad hará que el tiempo se expanda ya que, según por dónde se camine, se viajará a una época con relato propio. Su casco histórico, uno de los mejor conservados de Asturias, le ha valido el título de Conjunto Histórico Artístico. Los palacios, jardines, fuentes, casas porticadas que lo pueblan lo convierten en una muestra de la arquitectura civil y religiosa desde la Edad Media hasta hoy, donde confluyen diferentes estilos arquitectónicos, desde el románico al modernista. Y ahí resplandece la calle Galiana.
Antiguo carbayedo, Galiana es hoy una calle hecha para los peatones. Su construcción tiene lugar en el siglo XVII, coincidiendo con el momento en que la ciudad empezaba a crecer y a expandirse más allá de las antiguas murallas. Su encanto le viene dado por la variedad de la zona enlosada, creada en su tiempo específicamente para las personas, en contraste con el conjunto porticado, ideado para que por allí pasase el ganado. Hoy, ambas zonas son para el uso y disfrute de sus ciudadanos.
Al caminar por Galiana se verá, a un lado, una sucesión de casas antiguas, donde más de un centenar de columnas las sostienen magestuosas; y por el otro, grandes palacetes de indianos. Sus 252 metros de longitud la convierten en la vía soportalada más larga de Avilés.
Convertida en los años ochenta del pasado siglo en el corazón de la «movida avilesina», la calle ha sido siempre fuente de inspiración para muchos artistas. Entre ellos se encuentra el célebre escritor asturiano Armando Palacio Valdés, que contribuyó a su popularidad cuando le dedicó un capítulo, La batalla de Galiana, en La novela de un novelista. Generación tras generación, los avilesinos han tomado la famosa zona porticada para ir de casa a la escuela, ya que a su fin se encuentra el colegio público Palacio Valdés, que en su tiempo fue el Instituto de Enseñanza Media de la ciudad y el único del occidente de Asturias.
La calle es también muy popular por ser la protagonista del tradicional Descenso de Galiana, una fiesta popular que tiene lugar durante el Antroxu de Avilés en el que los participantes circulan por ella enfundados en embarcaciones creadas a mano para surcar mares de espuma. Todas las creaciones compiten por conseguir ser los mejores en función de su originalidad, esfuerzo y puesta en escena.
Avilés es una urbe de origen medieval con un pasado y un presente industrial que trata de conjugar con la rehabilitación urbanística y su vocación cultural. Y tan esencial es Galiana para Avilés y los avilesinos que una es protagonista de una de las coplas de la danza prima de la ciudad: Les parrandes son de noche/ todes salen de Galiana/ y todes van a parar/ a casa la Chichilana.
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