La comunidad gitana lucha contra los prejuicios y estereotipos que los asocian a imágenes negativas del colectivo vinculados al analfabetismo o a la delincuencia
09 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Dos personas ven juntas un programa de televisión. Una inquiere a la otra: «¿Por qué lo llaman reality?» Y su interlocutor contesta: «Porque los payos que salen están siempre de fiesta, derrochan dinero, no trabajan nunca y se pasan el día en el gimnasio luciendo tableta: como en la realidad… lo que no sé es en cuál». El chiste, de Pablo Matera, aparece en las páginas del «Payo Today», un periódico que, desde la óptica humorística y satírica, le da la vuelta a la actualidad para analizarla desde el prisma del colectivo gitano y reivindicar la eliminación de los prejuicios que se asocian a su etnia.
«¿Qué pasaría si desayunáramos diariamente con noticias poco amables protagonizadas por payos?», es la pregunta que se plantea. Y la respuesta se encuentra en titulares como estos: «Sanidad asegura que los payos son la fuente de contagio del Ébola», «Cae una banda de 14 payos en un operativo antidrogas», «El pequeño payo Nicolás, símbolo de su especie», «Iglesias avisa que acabará con la casta paya del 78» Y también se lanza al exterior con titulares internacionales: «Los payos británicos no se quieren integrar y abandonan la UE» o «El mensaje xenófobo del payo Trump le aúpa a la Casa Blanca».
Son prejuicios y estereotipos de los que están intentando rehuir desde generaciones, porque ni todos los gitanos se pasan el día de fiesta cantando flamenco, ni son incapaces de leer o escribir, aunque se les juzgue a todos en ocasiones por el mismo rasero. Igual que no todos los payos se ajustan al perfil de los personajes del chiste del «Payo Today»
Ni de vecinos, ni de compañeros en la escuela
«Este colegio encaja mejor para vuestro perfil», «Se adapta mejor a vuestras necesidades», «aquí estáis en vuestro entorno», «total, si al final dejarás los estudios», «si es que no os queréis integrar», «no os queremos de vecinos», «iros a otro lado», «sois todos unos delincuentes»… Son algunas frases que han oído cientos de veces y que son ejemplos ilustrativos del microrracismo contra el que aún se lucha en pleno siglo XXI.
Pepa González Martínez, coordinadora local de la Fundación Secretariado Gitano (FSG) en Gijón, opina que sigue siendo el colectivo más discriminado de España. «Desgraciadamente, los estereotipos y los prejuicios no se han eliminado, pero nuestra intervención tanto a través de los diferentes programas como de nuestras campañas de sensibilización han contribuido no sólo a la mejora de la calidad de vida en general de la comunidad gitana sino también a que parte de la sociedad a diferentes niveles cambie su visión de esta comunidad y seguimos en esa lucha por una sociedad más justa e igualitaria».
El esfuerzo y profesionalidad del equipo humano que integra la FSG está propiciando avances importantes y un cambio de mentalidad en el sector empresarial a través de los programas de inserción laboral que realizan. «Los alumnos y alumnas realizan prácticas y tienen contratos laborales que han sido el mayor facilitador para que muchas empresas rompan esos estereotipos y no tengan miedo a contratar a trabajadores gitanos y a conocerles, pero hay que seguir batallando porque hay mucho trabajo por delante para acabar con esa barrera», reconoce.
La ayuda en inserción laboral o en delitos de odio
En Asturias residen unas 11.500 personas gitanas, un 2,23% de las 750.000 que se estima que viven en España, según los datos de la Estrategia Nacional para la Inclusión Social de la Población Gitana en España. Las estadísticas avalan su trabajo, con un alto porcentaje de éxito en la integración social, cultural y laboral. A través del Programa de empleo Acceder, en el año 2016, 124 personas consiguieron un empleo, el 45% menores de 30 años, lo que se plasmó en 185 contratos, de los que el 54% fue destinado a mujeres. El programa Promociona consigue que cada vez más alumnos acaben la Secundaria y continúen estudiando. En el curso escolar 2015-2016 hubo 94 alumnos y alumnas, 80 familias y participaron 28 centros educativos. En colaboración con la Obra Social Fundación «La Caixa» se desarrolló un programa de Lucha contra la pobreza y la exclusión social de la infancia gitana. Contó con 225 menores y 46 familias de nueve municipios.
Casi el 93% de la población gitana vive en condiciones residenciales normalizadas, pero alrededor de 9.000 hogares no presentan condiciones dignas. La FSG asesora igualmente a las víctimas de delitos de odio y discriminación. Un total de 627 mujeres participaron en el Programa Calí, destinado a favorecer la igualdad de las mujeres gitanas. Es la otra realidad, la de la comunidad gitana, la otra cara del «Payo Today».