Se le juzga por la muerte de un peatón y de herir a otras diez personas en Llanes en agosto de 2015
26 mar 2018 . Actualizado a las 17:22 h.Un conductor acusado de haber provocado la muerte de un peatón y heridas a otras diez personas en cuatro accidentes de tráfico consecutivos en los que, al parecer, se vio implicado cuando conducía a velocidad excesiva y distraído por Llanes, en agosto de 2015, se enfrenta mañana a una pena de cuatro años de cárcel y a seis de retirada del carné de conducir.
La Fiscalía considera que el hombre es autor de varios delitos contra la seguridad vial por conducción temeraria y por lesiones, así como de uno de homicidio por imprudencia. El Ministerio Fiscal sostiene que, sobre las 13:40 horas del día 7 de agosto de 2015, el acusado circulaba por la localidad de Posada de Llanes con su coche «sin prestar la mínima atención a las circunstancias de la circulación y a velocidad excesiva» cuando atropelló a un hombre que caminaba en hilera, junto con otras tres personas, por la orilla derecha de la calle, en el último lugar de la fila. Tras el atropello, en lugar de detenerse, el acusado continuó circulando «a toda velocidad hasta rebasar el cuartel de la Guardia Civil, donde giró a la derecha, pasó por encima de unos setos, se introdujo en una zona ajardinada y arremetió contra otro peatón que caminaba por el lugar de espaldas al vehículo. El hombre, de 68 años, sufrió un politraumatismo craneal y torácico que le provocaron la muerte en el Hospital Unviersitario Central de Asturias, al que fue trasladado tras el atropello.
Siempre según la versión del fiscal, tras este atropello mortal, el acusado, en lugar de detenerse, volvió a la calle Camino del Cuartel, continuó circulando a toda velocidad hasta golpear a un coche que estaba detenido ante un Stop y que por el impacto salió disparado y colisionó con otro vehículo que pasaba por el cruce.
En todos los casos, los atropellos se ocasionaron en tramos rectos con buena visibilidad, en horas diurnas, en calle con doble sentido de circulación, sin tráfico en sentido contrario, con más de dos metros de anchura para cada sentido, donde existía un límite de velocidad genérico de 50 Kilómetros por hora, con firme en buen estado, nublado y con lluvia intermitente de distintas intensidades.