La presidenta de Foro, Cristina Coto, hace balance de la legislatura con la perspectiva de las próximas elecciones autonómicas de 2019
18 mar 2018 . Actualizado a las 11:51 h.La presidenta de Foro Cristina Coto hace balance de la legislatura en su recta final y aborda las posibilidades para concurrir en coalición, los plazos fijados para el otoño para la celebración de las primarias que decidirán sus candidaturas y el debate sobre la supresión del peaje del Huerna.
--Ha sido una legislatura marcada por el fracaso de la izquierda asturiana a la hora de aprobar los presupuestos, ¿qué balance hace Foro de cara a las próximas elecciones?
--Efectivamente ese es el punto de partida a la hora de abordar una nueva convocatoria el año que viene lo que no podemos obviar es lo que ha sucedido en esta legislatura y concretamente desde después de 2012, con el cambio que se produce con el regreso de Javier Fernández a la presidencia del gobierno. El balance es negativo y lo dan los números, que ya sé que a veces son fríos y que a muchos políticos y particularmente al gobierno, no le gustan; pero son el retrato de Asturias. Tenemos una divergencia de 7,3 puntos con el resto de España, es decir, que España va saliendo de la crisis económica mientras Asturias permanece en el vagón de cola y la previsión para este 2018 es ir a peor, a una divergencia de 8 puntos. Asturias no crece en la medida que lo hace el resto de España y no genera empleo, ese es el problema más importante de Asturias. Eso sí, estamos a la cabeza en presión fiscal, se nos dice que no, se hace demagogia diciendo que los impuestos deben ser para los ricos pero Asturias es la quinta comunidad que más grava en IRPF a las rentas bajas. Evidentemente mi partido tiene una posición en materia fiscal muy diferente a la de los partidos de izquierdas, nosotros creemos que unos ciudadanos menos asfixiados por los impuestos tendrán más recursos para consumir y eso reactiva la economía. Del mismo modo, los emprendedores también se verán con menos lastres y las empresas, en la medida en que no destinen sus recursos al pago de impuestos, pues pueden destinarlos a generar empleo. Creemos que ese es el círculo virtuoso y por ahí apostamos; y ese no ha sido el balance de estos años. Y en el caso de Javier Fernández, por usar una expresión coloquial, todo lo que escupió para arriba se le ha caído encima, recuerdo perfectamente su presentación en la primera investidura criticando la incapacidad de las derechas, como él decía, para llegar a un acuerdo. Él se presenta como un salvapatrias de Asturias y nos llegaba a decir que estábamos en condiciones de convertirnos en la Alemania de España y lo que he contado ahora refleja que no lo ha conseguido, al contrario, nos ha alejado de España. Pero es que tampoco ha conseguido diferenciarse en ese otro objetivo. Llevamos una legislatura en la que, con 28 diputados de izquierdas más allá del apoyo siempre incuestionable de IU, que al final siempre es responsable de que Javier Fernández llegue al Principado, y es la muleta que respalda todo lo que se plantea, no ha sido así con Podemos; y en ese sentido ha fracasado en ese propósito de unir a las izquierdas. Se autodenominan progresistas pero de eso tienen bien poco, no estamos en condiciones de decir que Asturias esté enganchada al progreso económico.
--¿Y qué expectativas tiene su formación para los próximas comicios?
--Más que de expectativas me gustaría hablar de lo que necesita Asturias, que es un cambio, y lo necesita para sobrevivir. Porque a la luz de todos estos datos, Asturias camina a convertirse en una comunidad extraordinariamente dependiente del Estado y eso hay que revertirlo. Tenemos un problema demográfico gravísimo, con la tasa de natalidad más baja de España, la más elevada de envejecimiento y con un éxodo juvenil verdaderamente dramático y esto viene siendo así desde hace muchos años porque concretamente la tasa de natalidad más baja la tenemos desde 1983. No se adoptaron medidas a tiempo y ahora va ser muy difícil revertir las tendencias. Además hay un profundo sectarismo en este asunto, lo vimos cuando propusimos una serie de ayudas directas a la natalidad y los pretextos para rechazarlas fueron de los más variopintos; hasta xenófobos porque decían que sólo beneficiarían a los inmigrantes, que si era intervencionismo, en definitivamente un montón de excusas porque no tiene alternativa. De cara al futuro necesitamos un giro de 180 grados, por este camino el destino de Asturias es sombrío, ahí están los datos del paro y hay quien dice que Asturias será el geriátrico de España, yo no lo deseo, pero para evitarlo necesitamos darle la vuelta a las políticas. Hay otras comunidades que aplican otras políticas y que están en la cabeza del crecimiento, de generación de empleo, de actividad económica. En Asturias ya es una cuestión estructural, tenemos las sombras del cierre de la minería, hay que creer en el cambio con una apuesta, por ejemplo, por las infraestructuras como motor de desarrollo. Es decir, las políticas sociales y el mantenimiento del estado del bienestar, son vitales pero su sostenimiento va a venir por esa vía. Eso es lo que nosotros proponemos y a lo que nosotros aspiramos de cara a las autonómicas del año que viene.
--No parece que ni en Foro ni en el PP haya mucha predisposición a repetir la coalición con la que concurrieron a las pasada generales ¿por qué?
--Yo lo que he dicho en todo momento es que los debates tienen sus tiempos y quizá por parte del PP hubo una precipitación a la hora de plantearlo, y lo digo por un motivo; nosotros suscribimos un acuerdo para las generales y el resultado fue un éxito, eso es incontestable, el apoyo ciudadano fue masivo. Pero fue un acuerdo de coalición con unos puntos que nosotros queremos que se cumplan, es decir ese éxito electoral tiene que verse en un éxito para los ciudadanos y en lo que estamos en este momento es en la vigilancia del nivel de cumplimiento de esos acuerdos concretos y de las enmiendas a los presupuestos, y hay luces y sombras. A nosotros nos corresponde ver ese grado de ejecución porque así veremos el compromiso del PP con Asturias, que es lo que nos interesa.
--¿Fue el rediseño de la Variante de Pajares una cuestión que les alejó? El PP pactó una cosa ustedes y otra con Ciudadanos ¿sintió que se jugaba a una doble banda?
--Yo no tengo esa sensación, lo que tengo es la convicción de que Ciudadanos ha sido tradicionalmente un enemigo de la alta velocidad. Al partido de Albert Rivera no le molesta que Barcelona tenga tres AVES y ahora está reclamando un cuarto más el corredor del Mediterráneo; pero siempre se ha mostrado contrario a la llegada de la alta velocidad a Asturias. Y ahí por ser justa quiero reivindicar el papel de Mariano Rajoy, él personalmente y recuerdo la fecha porque fue el 31 de marzo del año pasado, él corrigió el error histórico del ancho ibérico, un ancho que nos condena a ser el gueto de España y de Europa, en transporte ferroviario, y él personalmente dijo «no, esto pasa por el ancho internacional», el que están reclamando todas las comunidades autónomas de España. Y nosotros, en ese sentido, sí que fuimos inflexibles porque el agravio era para las generaciones venideras. Así que no supuso un punto de fricción porque yo estoy convencida de que el PP y particularmente el presidente de España sabe que el futuro del transporte ferroviario pasa por el ancho internacional que significa también unas velocidades altas. Dicho lo cual, en este momento, si estamos hablando de tres horas Oviedo-Madrid, dos horas y 56 minutos, no estamos hablando de alta velocidad sino de baja, esa es pelea que mantenemos en este momento.
--Hablamos de pasajeros ¿pero qué pasa con las mercancías? ¿están satisfechos con la solución planteada por el Ministerio de Fomento?
--Es necesario dejar una cosa clara porque este asunto ha sido manipulado por determinados partidos políticos. El diseño de la alta velocidad para Asturias se concibió para tráfico mixto, para pasajeros y mercancías, y hablo de la etapa de Francisco Álvarez-Cascos al frente del Ministerio de Fomento. Así nació, y luego desde el PSOE se quiso trasladar a la opinión pública que esto no era así y que nosotros nos habíamos centrado en los pasajeros, y es rotundamente falso. A nadie se le ocurre apartar las mercancías, dicho lo cual los pasajeros necesitan velocidad y las mercancías regularidad. Sí ha habido una utilización partidista y mentirosa por parte de muchos partidos porque este proyecto cuya primera dovela puso Álvarez-Cascos en 2004 nació con ese fin, para tráfico mixto.
--Se ha retomado el debate sobre la supresión del peaje del Huerna, que se extendió por decisión de Francisco Álvarez Cascos, ¿cómo han afrontado esa discusión?
--La cuestión es que se están engañando a los asturianos. Es muy anecdótico que en el parlamento asturiano el PP apoye la iniciativa del PSOE de que se elimine el peaje del Huerna y a continuación va otra iniciativa en el mismo sentido de Podemos y esa no la apoyan, ni el PP ni el PSOE y eso ya es muy difícil de explicar. Nosotros decimos que si hay este debate sobre la eliminación del peaje del Huerna, adelante, pero entonces, para ser creíbles, planteen también la eliminación del peaje del Guadarrama porque esa sí es una concesión que termina en el 2018 y además ha sido declarada ilegal por el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. Si se habla del agravio y la desigualdad del Huerna esto también lo es porque nosotros no vamos a Madrid por el puerto de los Leones, son iguales de agravio y ojo, no sólo para Asturias sino para el conjunto del noroeste. Pero nuestra enmienda no se aceptó por parte del PSOE y eso refleja que realmente no creían en aquella propuesta sino que se trataba de atacar al Gobierno de España, a Francisco Álvarez-Cascos y ya, en el caso de la iniciativa de Podemos, se hablaba de estafa, sin sentencia judicial, de la poderosa constructora Sacyr… es decir, aquello destilaba una intencionalidad política clara. De todas maneras nosotros decimos adelante con la eliminación, pero de los dos. En todo caso por explicar por qué se extendió la concesión por 30 años fue para quitar el peaje de León-Benavente, que son 70 kilómetros. Y por cierto, en el debate se citaba constantemente al gobierno de Aznar pero parece que se olvidan de que fue Zapatero el que prometió suprimirlo y no sólo no lo hizo sino que fue subiéndolo cada año conforme al IPC durante su etapa de gobierno. Claro, esas cosas se obvian y en política hay que ser serios, y si planteas una reivindicación, incluso si tienes que hacer autocrítica con las posiciones de tu propio partido, no pasa nada y se hace.
--Al crearse Foro tuvo un gran impulso electoral por el alto grado de conocimiento de su fundador ¿ha pesado en sus resultados que se haya apartado de la primera línea?
--Esa fue una decisión personal suya y yo la respeto profundamente, en segundo lugar, no se ha apartado, está ahí trabajando día a día, desarrollando un trabajo extraordinario desde la Secretaría General, desarrollando la parte que menos se ve de la política, esas visitas continuas y ese contacto permanente con nuestros representantes en los distintos municipios. Evidentemente que la figura de Álvarez-Cascos motivó el éxito de Foro, ahora aparecen muchos partidos que lanzan una serie de propuestas supuestamente de cambio pero no tienen un currículum detrás y Cascos sí la tenía. Una trayectoria de compromiso que se centra en Asturias y ahí están las huellas de su gestión de gobierno. Los asturianos valoraron la figura de aquel ministro que cuando ostentó las más altas responsabilidades en el Gobierno de España miró para Asturias pero no se limitó a mirar, hizo mucho por Asturias; desde luego los grandes avances en infraestructuras vinieron de su mano. Lo que pasó en las elecciones de 2015 es que confluyeron muchas razones, aparecieron nuevos partidos políticos, fue un momento dulce para Podemos, el futuro dirá si esa dulzura se mantiene en el tiempo, pero es que confluyeron muchos factores que nos hicieron daño. Veníamos de una etapa con un frente común antiforo, no solamente por parte de los partidos políticos, con el PSOE, el PP, IU, determinados medios de comunicación, agentes sociales, era un todo contra Foro. Y sólo voy a dar un dato. Muchas veces se dice que Cascos tuvo que adelantar las elecciones porque no podía aprobar el presupuesto, no es cierto. Hay un matiz fundamental, con anterioridad, en el mes de diciembre aquí en Asturias se produjo una modificación legal que maniataba por completo al gobierno de Foro. Todo lo que están haciendo ahora los socialistas con los créditos extraordinarios nosotros no podríamos haberlo hecho, porque en virtud de aquella modificación legal que luego corrió en 2012 Javier Fernández cuando llegó al gobierno, se nos privaba de toda capacidad de acción presupuestaria. El gobierno pasaba a ser cameral, para hacer cualquier cosa teníamos que consultarlo todo al parlamento. Aquel escenario era ingobernable. En estos momentos creo que le sucede algo similar a Javier Fernández pero en otro orden de cosas. Él está intervenido pero no por una ley sino por la nueva FSA. Yo imagino que este año él habría querido acordar los presupuestos con el PP como hizo el año pasado pero no le dejaron. Cascos estimó que gobernar de aquella manera iba a ser dañino para los asturianos y el espejo contario lo tenemos en Javier Fernández que ahí está en Suárez de la Riva, maniatado y cuestionado por su propio partido y sin presupuestos porque no le han dejado capacidad de acción para poder negociar. Es evidente que son dos maneras distintas de entender la política.
--Podemos en Asturias se reivindica como heredero de la «ruptura de régimen» de Foro ¿le halaga?
--Nosotros no tenemos nada que ver con Podemos. Cuando nace no tiene nada que exhibir como aval y Francisco Álvarez-Cascos sí, hubo un reconocimiento de los asturianos a aquella persona que nos trajo las grandes infraestructuras, que en los fondos mineros también tuvo un papel muy importante. Otra cosa es que después se administraran mal aquí en Asturias, pero el fin era muy loable. ¿Qué aval presenta Podemos? Yo lo desconozco. Lo que estamos viendo en cada pleno es que asisten colectivos que llegan previamente manipulados por ellos. Y, ojo, yo no cuestiono que se hable con unos colectivos y que coincidan contigo en los planteamientos, lo que sí cuestiono es la tensión. Y en esta Junta General se están desarrollando comportamientos de tensión que Podemos consiente porque tiene la consigna de su líder nacional de aprovechar este año antes de las elecciones autonómicas para generar revuelo social. En ese sentido es evidente que somos partidos completamente distintos, en las ideas, es decir en el fondo, y por supuesto también en las formas.
--En su programa llevan lo que la prensa solemos llamar la «oficialidad en diferido» del asturiano pero en una entrevista reciente, Álvarez Cascos dijo que le parecía «inimaginable» ¿qué ha cambiado?
--No llevamos la oficialidad diferida, lo que nosotros defendemos es la promoción del uso en primer lugar. Hay una ley, de 1998, aprobada por el PP, es una Ley de Uso. Y han pasado 20 años nada menos en los que los diferentes gobiernos tendrían que haber hecho un reglamento de desarrollo. Y después de 20 años sin dar pasos, en estos momentos es inimaginable plantear la cooficialidad. Nuestro programa dice que si en el futuro hubiese un consenso social se podría abordar, y es evidente que en este momento no lo hay. Y además hay cooficialidades y cooficialidades, con la profunda instrumentalización por parte de unos y otros sobre este asunto, se ha terminado por poner sobre la mesa una cooficialidad a la catalana o a la vasca. Y eso en Asturias es inimaginable. Flaco favor le han hecho al asturiano que lo que necesita es consenso, no enfrentamiento político ni uso partidario. Forma parte de nuestro patrimonio cultural y con eso somos muy respetuosos, pero es que el debate se ha llevado a unos extremos que son los que hacen en estos momentos difícil cualquier propuesta.
--Hablando de las próximas elecciones, Gijón es su principal plaza fuerte ¿repetirá Moriyón o jugará un papel en el ámbito autonómico?
--En una reciente comisión directiva acordamos abordar ese debate en el otoño. Somos el único partido asturiano con primarias de verdad, donde votan todos los afiliados y ahí se decidirán las candidaturas locales y regionales. ¿Si Carmen Moriyón va a ser candidata? Esa pregunta tiene que responderla ella. Y ella, igual que yo, que todos los que formamos Foro creemos en nuestros estatutos así que serán los afiliados quienes decidan qué personas van a encabezar las candidaturas.
--¿Queda margen para impulsar alguna iniciativa en el parlamento en el año que resta de legislatura?
--Las grandes decisiones se toman en el primer año de la legislatura, porque muchas requieren una tramitación en el tiempo. Que ahora, a un año de las elecciones, se haya puesto sobre la mesa el debate sobre el Área Metropolitana es evidente que apunta a un interés personal por razones que todos conocemos del señor Lastra en su carrera por la candidatura en el partido socialista a la presidencia del Principado. Y hay muchos otros ejemplos, pero repito que las grandes decisiones den dar sus primeros pasos al comienzo de la legislatura. Nos quedan los créditos extraordinarios, pero no pueden ser un 'remake' del viejo presupuesto fallido. No debería se continuista sino aprovechar para introducir medidas de cambio, pero es muy difícil que lo haga una persona como Javier Fernández que se ha ido limitando año tras año a reiterar los presupuestos de Areces; es muy difícil que cambie, pero en la medida que no cambia él el daño se le hace a los asturianos.