FAPAS se pone a plantar para el oso

Natasha Martín REDACCIÓN

ASTURIAS

FAPAS

La organización pone en marcha una campaña para garantizar la supervivencia de los frutales que se convertirán en futuros alimentos para el animal

24 ene 2018 . Actualizado a las 18:17 h.

El Fondo para la Protección de Animales Salvajes (FAPAS) ha iniciado una nueva campaña de plantación de árboles frutales para que sirvan como fuente de alimento para el oso, evitando así que estos se desplacen a zonas alejadas de su habitat para proveerse.

En esta ocasión, FAPAS ha desarrollado una estrategia que pone fin a los principales problemas de la planta de nuevos árboles: la caída y deterioro. Gracias a un nuevo sistema de protección, la organización sin ánimo de lucro puede recurrir a menos plantaciones pero garantizando su supervivencia. Hasta el momento, los protectores que utilizaban en los árboles incipientes no eran capaces de soportar las situaciones extremas propias de las zonas montañosas con fauna salvaje, como el ataque de los ciervos, causando daños que en ocasiones se tornaban irreparables.

Como consecuencia, siempre ha sido necesario un exhaustivo trabajo de mantenimiento -en el mejor de los casos- que en numerosas ocasiones llevaba a la reposición de los árboles plantados por encontrarse completamente destrozados. En FAPAS son conscientes de que este es el riesgo que se ha de correr cuando se planta en zonas donde hay ganado, tanto doméstico como silvestre; pero después del error llega el aprendizaje.

Un nuevo sistema de protección

Desde la organización son positivos y consideran que el nuevo sistema de protección «parece mucho más eficaz y, aunque es más caro y un poco más engorroso de colocar, si finalmente conseguimos el objetivo de plantar en zonas de extrema dificultad y los árboles sobreviven, merecerá la pena», afirman.

Voluntario de FAPAS colocando el sistema de protección a los cerezos plantados
Voluntario de FAPAS colocando el sistema de protección a los cerezos plantados

Para poner el sistema a prueba, han optado por empezar a plantar en algunas de las fincas de FAPAS, donde están instaladas las estaciones de polinización, con el fin de demostrar que es posible realizar plantaciones o tener colmenas de abejas donde hay osos sin grandes perjuicios. Si bien, aseguran que «no se trata de hacer una plantación demostrativa», sino que emprenden esta acción valiéndose de medios técnicos profesionales, focalizándose en garantizar que cada árbol se convierta en una fuente de alimento viable para el oso. «A buen seguro, en no muchos años podremos comprobar que a estos cerezos silvestres se ha acercado un oso, ha trepado por el tronco y se ha comido los frutos», mantienen desde la organización.

El método de plantación

El trabajo de plantación de FAPAS se divide en diferentes fases. En un primer momento retiran los árboles aviverados que tienen creciendo en el vivero de frutos para el oso de la localidad de Tuñón. A continuación, se disponen a trasladarlos hasta las zonas de plantación -acción para la que requieren todos los vehículos de la organización-, situadas en áreas de alta montaña, cuyo acceso no siempre es sencillo. Después, llega el momento de iniciar la tarea de la plantación, empezando por cavar agujeros suficientemente hondos para que quepan los árboles, bien valiéndose de una mini retroexcavadora, bien a mano, en función de la dificultad de la zona. Finalmente, llega el turno de colocar los árboles. El broche final se cierra con la colocación del sistema de protección.