Golpe a los Sandulache: un clan peligroso y con una vida de lujo

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

La Policía desarticula una red de trata de mujeres
0 seconds of 50 secondsVolume 90%
Press shift question mark to access a list of keyboard shortcuts
00:00
00:50
00:50
 
LVA

La Policía desarticula una red de trata con fines de explotación sexual y detiene a doce de sus integrantes. Están implicados, además, en agresiones sexuales, robos y violencia

17 ene 2018 . Actualizado a las 18:06 h.

La Policía Nacional, en una operación conjunta con la Agencia Tributaria, ha detenido a 12 miembros de una red de trata con fines de explotación sexual asentada en Asturias. Diez de los detenidos integran el núcleo del clan Sandulache, considerado a nivel policial una de las organizaciones más activas asentadas en la región. Los agentes han destacado el alto nivel de vida de los miembros del clan que choca con el trato dado a sus víctimas captadas en Rumanía. Tras su llegada a España eran alojadas en Oviedo, en pisos patera, y en condiciones de hacinamiento e insalubridad. Dos de los hermanos de los Sandulache habrían estado involucrados en multitud de hechos delictivos como robos con fuerza, con violencia, lesiones, hurtos, además de trata de seres humanos, organización criminal y agresión sexual entre otros, según la Policía.

La operación, desarrollada tras intensas investigaciones, se ha saldado con la detención de los principales responsables de este grupo. En los registros efectuados, tal y como muestra el vídeo que acompaña a esta información, destaca la intervención de vehículos de alta gama por un valor por más de 250.000 euros y sustancias estupefacientes destinadas a su tráfico en los clubes de alterne.

 El historial delictivo del clan

La Policía ya había desarticulado parcialmente esta banda en 2013, con la detención y puesta a disposición judicial a los principales miembros del grupo. Las mujeres eran captadas en Rumanía donde se les ofrecía un trabajo en España, a continuación eran trasladadas a Asturias, normalmente en avión y acompañadas de algún miembro de la organización y llevadas hasta Oviedo, donde se las alojaba en pisos en condiciones de hacinamiento. Parte de las ganancias obtenidas, más de de 120.000 euros en ocho meses, fueron enviadas a Rumanía. Mandaban el dinero a través de empresas de envíos donde la matriarca, que era la principal receptora, lo utilizaba para construir inmuebles y para comprar coches de alta gama.

Tras pasar por prisión, volvieron al negocio. Los agentes han constatado que, en los últimos años, el clan ha ido creciendo. Han llegado desde Rumanía de su matriarca más hijos y sobrinos, casi siempre menores, aunque en la actualidad las edades de estos últimos rondan entre los 18 y 24 años. Los agentes han explicado que estos jóvenes son los que iban a garantizar la continuidad del clan. La idea era seguir captando mujeres a través del método del lover boy, con falsas promesas personales. De hecho, la expansión de la banda ha provocado, según los investigadores, un incremento del número de mujeres explotadas, algunas de ellas con la mayoría de edad recién cumplida.

Los Sandulache han venido repitiendo un modus operandi tanto en la captación como en la explotación, aprovechando la vulnerabilidad de las víctimas y penurias económicas. Como es habitual en este tipo de redes criminales, hasta que no llegan a España las víctimas no son conscientes de que el motivo real de de su viaje que no es otro que el ejercicio de la prostitución, en la que está involucrado su presunto novio. Los integrantes de la red les quitan el teléfono móvil e impiden cualquier contacto con su entorno en Rumanía. Son objeto de un férreo control por parte de las mujeres de la organización. Algunas han pasado incluso por su misma situación pero con el tiempo han conseguido un ascenso en la organización. Las jóvenes sufrían amenazas y agresiones abusos sexuales de los líderes del clan. Algunas de las víctimas llegaba a normalizar esta situación y hasta daba por buenos los 200 euros semanales que les entregaban, aunque generaban más de 1.000 euros semanales.

Denuncia confidencial

Esta operación se ha enmarcado dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, puesto en marcha en 2013, y que dio lugar a la creación de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos, adscrita a la Comisaría General de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional. La Policía Nacional activó hace cuatro años la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos.

Durante el pasado año 2017 se han recibido más de 1600 comunicaciones en ambos canales más de 800 ha sido al teléfono y más de 700 al correo electrónico.