ANPE denuncia la sobrecarga de funciones que deben acometer con la nómina más baja del país
11 ene 2018 . Actualizado a las 20:55 h.Jurista, enfermero, mediador de conflictos, psicólogo, bibliotecario, conserje, guardia de seguridad, administrativo, contable, encargado de suministros, tutor, experto en prevención de riesgos laborales, animador sociocultural, asistente social, informático... Estos son solo algunas de las funciones que los docentes asturianos deben asumir, a costa de relegar la función educativa y por el sueldo más bajo de España. Esta es la última denuncia que acaba de presentar el sindicato ANPE que reclama con urgencia un Pacto por la Educación y la aprobación del Estatuto del Docente, que regule toda la carrera profesional. Considera que son dos elementos imprescindibles para garantizar la calidad de la enseñanza y para captar y retener a los mejores profesionales.
«El panorama es desolador», explica Gumersindo Rodríguez, presidente de ANPE Asturias, quien advierte que de continuar con la actual dinámica, «la escuela habrá dejado de ser el lugar integrador en el que se forman e instruyen los ciudadanos del mañana, para convertirse en un mero lugar de recogimiento de nuestros niños y todo por un criterio economicista al evitar la contratación de especialistas en cada materia, siendo la peor parada la enseñanza pública, precisamente la que debería asegurar la igualdad de oportunidades». Dice el presidente regional del sindicato que el problema radica en que el Principado trata a los 11.000 profesores y maestros de la escuela pública regional como «una navaja suiza», que tiene que asumir miles de funciones. Como el tiempo es el que es, al final lo que sucede es que «la verdadera tarea, la docente, queda relegada y diluida».
La causa de esta degradación de las condiciones que denuncia es economicista. ANPE asegura que la Administración trata de ahorrarse «unos buenos cuartos» con la sobrecarga de unos profesores que están «hastiados». La falta de contrataciones, que ni siquiera compensan las jubilaciones, y el incremento de la tarea burocrática han llevado la situación a un punto que consideran límite. El último «bofetón», en palabras de Gumersindo Rodríguez, es la carrera profesional. Se ha abierto el segundo tramo para todos los empleados regionales excepto para los docentes.
Así que, para el sindicato, la calidad actual de la enseñanza asturiana recae en el «voluntarismo» de los docentes, que son los que se preocupan de las necesidades de los estudiantes y los que asumen funciones que no les corresponden por el mero hecho de que alguien las tiene que hacer. ANPE reclama que cada puesto esté cubierto por un profesional cualificado. «Que el maestro sepa y asuma todo no es lícito ni prudente», insiste.