Un hogar para compartir en el concejo de Amieva

Natasha Martín REDACCIÓN

ASTURIAS

Casa Rural La Galana

La Galana es un alojamiento rural con una decoración personal y única, regentado por las hermanas López

15 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

 

La Galana es un alojamiento rural construido sobre la esencia de una familia. Después de estar viviendo en Gijón durante años, las hermanas López deciden mudarse al pueblo de su madre, en Amieva, y reconstruir la antigua casa de la familia, que por aquel entonces había caído. «Decidimos rehabilitar la casa como la tenían ellos y en el año 2003 la abrimos, intentando guardar un poco la tipología de la zona, es decir, con piedra y con madera», cuenta una de las hermanas, Ana Jesús López.

Casa rural La Galana

La casa esta preparada para acoger cómodamente hasta ocho personas, por lo que «normalmente acuden familias o grupos de amigos que vienen de zonas variadas, principalmente del sur, sobre todo en la temporada de verano», afirma López.

La decoración de La Galana es un elemento muy cuidado, guardando toda la armonía del entorno rural para conseguir un ambiente acorde con la tradición y las costumbres de Asturias. Además, una de las hermanas rehabilita madera, creando así elementos decorativos únicos. Los cuadros también están hechos por ellas, dando lugar a un ambiente muy cuidado y personal. En el exterior hay una zona ajardinada con barbacoa para completar la estancia de los huéspedes.

Casa rural La Galana

Uno de los puntos fuertes de La Galana es que es que «está en un pueblo tranquilo pero bien comunicado. La tienen un poco de base de operaciones para estar tranquilos durante la tarde o noche y el resto del día poder descubrir Asturias con facilidad», comenta López. Esta facilidad se debe a que la casa está «muy a mano de todo», afirma López, a 15 minutos de Cangas de Onís y Picos de Europa, y con las playas características de la costa asturiana a media hora más o menos.

Además de agosto, que es el mes de mayor afluencia en los alojamientos rurales, durante los puentes escolares suele venir alguna familia para disfrutar de un fin de semana diferente, ya que «los niños pueden estar aquí en el pueblo tranquilamente; es un sitio seguro y rural», sostiene López.

Las hermanas López cuidan de sus clientes adaptándose a lo que vienen buscando. «Hay gente que cuando llega quiere que estés más pendiente, dándoles informes de la zona, y otros que prefieren estar desenvolverse a su ritmo. Nosotras vivimos aquí y les solemos ver a menudo, charlamos en el bar y nos comunicamos. La gente suele marchar bastante a gusto», cuenta López. Tanto que hay clientes que llevan viniendo desde el primer año a pasar cada Nochebuena. Porque en La Galana hay un hogar para compartir.