La asociación ecologista cataloga la situación como crítica y señala a Gobierno y Consejería como responsables
15 sep 2017 . Actualizado a las 12:26 h.Un estudio del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) ha concluido que la situación familiar del lobo en las zonas asturianas de alta montaña es «crítica», y ha señalado al Gobierno regional y a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales como principal responsable de esta situación por su gestión «caótica». FAPAS realizó un estudio de determinación por impacto fotográfico en el área central de Asturias entre los meses de mayo y diciembre de 2016, en zonas de montaña de los concejos de Teverga y Somiedo ubicadas entre los 500 y los 1.500 metros de altitud, para determinar cuántos lobos pasan por delante de las cámaras, ubicadas en zonas de su hábitat natural.
Estas diez cámaras, distribuidas sobre una superficie de 20.000 hectáreas, realizaron 56 impactos fotográficos de este depredador, de los que tan sólo uno fotografió cuatro ejemplares en grupo, cuatro de ellos registraron tres lobos juntos, cinco impactos mostraron dos ejemplares y 45 impactos fueron de un lobo en solitario. FAPAS considera que se trata de unos datos alarmantes si se contrastan con otros estudios similares, que establecen una media de cuatro a seis ejemplares por grupo familiar en la Cordillera Cantábrica, y más aún si se comparan con los datos que se dan a la sociedad asturiana, que determinan diez ejemplares por familia, añade la organización conservacionista.
Para la organización conservacionista, la gestión «caótica» que se ha llevado con la población del lobo en los últimos seis años en Asturias es la principal responsable de esta pérdida de estructura familiar del lobo. Desde su punto de vista, se ha aplicado durante años una gestión anárquica que permitía abatir todo lobo que se pudiera en Asturias, especialmente en las zonas de alta montaña, donde es necesaria una mayor estabilidad en la población, y que tiene una relación directa con el incremento de ataques al ganado.
En su comunicado, señalan que cuanto mayor es el número de ejemplares del grupo familiar del lobo, mayor es su capacidad para capturar presas silvestres, y por lo tanto, menor presión se ejerce sobre el ganado doméstico. Sin embargo, esta disminución del grupo familiar ha supuesto una modificación en los hábitos de caza de este depredador hacia presas más fáciles, motivo por el que se ha incrementado el ataque al ganado doméstico en los últimos años, añade FAPAS.