En Valgrande-Pajares y Fuentes de Invierno apuran los meses estivales para realizar trabajos «fundamentales» para que las estaciones den un servicio de calidad cuando llegue la nieve
30 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La idea de que una vez terminada la temporada de nieve las estaciones se quedan desiertas y que el personal que las atiende comienza unas largas vacaciones hasta unas semanas antes de que comience la siguiente temporada de esquí es lo que con casi total seguridad piensa una mayoría, sobre todo si es desconocedora de que esa siguiente temporada de nieve depende en gran medida de los trabajos que se hayan acometido durante el verano en los complejos invernales. Es decir, la temporada de nieve se empieza a preparar cuando no la hay y la mejor época es en pleno verano. Así lo trasladan desde las estaciones asturianas de Valgrande-Pajares y Fuentes de Invierno, donde el personal apura los meses estivales para realizar trabajos que, según comentan los directores de ambas, son «fundamentales» para que las estaciones puedan dar «un servicio de calidad» en los meses de invierno.
Es en estas fechas cuando proyectan y ejecutan nuevas pistas o nuevos remontes con los que mejorar los complejos, cuando se reordenan los aparcamientos o cuando se retiran infraestructuras obsoletas que pueden dar mala imagen, ya que con la llegada del otoño y las lluvias «ya es más complicado trabajar con las máquinas para realizar esas labores», comenta Javier Martínez, director de Valgrande-Pajares, que ha decidido aprovechar el que es su primer verano en el cargo para dar un lavado de imagen a una estación por la que siente verdadera pasión. Él mismo es consciente de que quizá los trabajos que se realizan en verano son poco visibles, sin embargo, asegura que es mucho lo que hay que hacer y que son unas labores «fundamentales para dar un servicio de calidad en invierno». Según explica, no se trata sólo de realizar mantenimientos, sino que es ahora «con los trabajos de verano cuando intentamos reconducir los inviernos preparando el suelo para que aguante más». Así, en Pajares se lleva meses trabajando en la retirada de piedras grandes, en la realización de una veintena de drenajes en las pistas para que después la nieve aguante más en ellas, la adecuación de cinco nuevas arquetas y la colocación de paravientos. Además, se han retirado los remontes antiguos que ya no se utilizaban, algunos de hace 15 años, «para dar una imagen más fresca y cuidada a la estación», ha dicho Javier Martínez.
Pero la idea del nuevo director es potenciar Valgrande-Pajares todo lo posible aunque sea a base de pequeñas inversiones. Para ello, ha proyectado y está ejecutando tres nuevas bajadas «para dotar a la estación de más capacidad de esquiadores». Para dos de esas tres pistas ya se han realizado movimiento de tierras retirando toneladas de piedras «para dejar el suelo lo mejor posible». «Son zonas fuera de pista que mucha gente ya conoce y lo que estamos haciendo es acondicionarlas porque van a ser pistas muy guapas con recorridos diferentes», comenta Martínez dejando claro que su intención es «del mínimo sacar el máximo» aunque en la actualidad se cuente con poco presupuesto.
Por lo pronto, la inversión más importante que va a tener Valgrande-Pajares es una cinta para debutantes, que tendrá un coste de 180.000 euros. El responsable de esta estación pone de relieve la importancia de que se dote al complejo con este remonte «porque va a dar mucho servicio a la gente que empieza y será muy cómodo para la gente novel». Por tanto, considera «una buena noticia que Pajares vaya a tener una infraestructura de estas características», ya que en su opinión, los esquiadores que empiezan se hacen fieles a la estación en la que comenzaron «y eso genera clientela». Además, Javier Martínez afirma que será «el mejor remonte de esas características de la cordillera y nos va a hacer competir con superioridad en iniciación».
El director de Valgrande-Pajares manifiesta, por tanto, a modo de balance de lo que está siendo este verano, que «es positivo que no sólo se desmonten viejas infraestructuras, sino que también se invierta en la estación y se presenten cosas nuevas». «Hay que darle un giro a la estación, y aunque la gente entiende los momentos económicos en los que estamos, queremos que se lleve la impresión de que aunque no hay mucho presupuesto sí tenemos muchas ganas de hacer cosas y con el mínimo sacar el máximo», manifiesta Javier Martínez, que añade que «aún me gustaría hacer más cosas que están en mi cabeza».
Las limitaciones presupuestarias afectan también a Fuentes de Invierno, pero en la estación allerana también aprovechan el verano para poner el complejo a punto antes de que lleguen las lluvias del otoño que pueden complicar los trabajos. Según ha explicado el responsable de esta estación, Jorge Fernández, estos meses estivales están sirviendo «para reforzar los drenajes que se van saturando de limos y arenas, para retirar piedras y extender hierba que regenera las zonas áridas». Él mismo concreta que esas labores posibilitan que en cuanto hay una pequeña capa de nieve se puedan abrir las pistas. El trabajo para los meses de septiembre y octubre será la revisión de los remontes, a los que se les realizarán nuevas pruebas con la carga máxima para ver su funcionamiento, y se hacen comprobaciones de los motores, incluido el de emergencia, con arranques y paradas.
De igual modo, en los meses en los que los complejos invernales no tienen nieve se aprovecha para realizar mantenimiento a las máquinas pisanieves que después tendrán que trabajar en unas condiciones muy duras. «Son una herramienta muy importante y, por tanto, hay que estar pendiente de ellas para que después sufran las menos averías posibles», señala Jorge Fernández, que también apunta a la importancia de tener a punto el edificio de servicios múltiples o instalaciones como la depuradora de aguas residuales.
«En cuanto se acaba una temporada se empieza a trabajar en la siguiente», indica el director de Fuentes de Invierno, que coincide con el responsable de Valgrande-Pajares en que «hay mucha labor que hacer en verano» para que las estaciones estén en las mejores condiciones posibles cuando comience la temporada de nieve.