
Devolver el casco a la tienda funcionó en España hasta los 80 y fue recuperado por Alemania en los 90 con máquinas que expiden tickets de descuento. En Asturias, de momento, ya existen dos. «La máquina se vacía dos veces por semana; viene mucha gente a reciclar», asegura Iván García, de El Bodegón de Trubia
03 jul 2017 . Actualizado a las 20:33 h.Devolver el casco a la tienda, y recuperar las pesetas que se había pagado por el envase, fue una práctica que existió en España hasta los años 80. Diez años después, para incentivar el reciclaje de plástico, aluminio y cristal, se puso en marcha el sistema de depósito, devolución y retorno en Alemania, en cierto modo similar al español de antaño, con una tasa de recuperación de envases que hoy casi roza el 100%. En Alemania, y en al menos otros 40 países y regiones del mundo, devolver envases vacíos a las tiendas es una práctica igual de habitual que lo fue en España durante décadas.
El sistema es sencillo: por cada envase devuelto, que se introduce en unas máquinas especiales, se emite un ticket cuyo importe varía según el tipo de material, el tamaño y el país (en Alemania, oscila entre unos 5 y 25 céntimos, que equivalen al suplemento que se paga cada vez que se adquiere una botella de plástico o de cristal). Ese ticket se puede canjear por dinero o por descuentos en las tiendas que tienen estas máquinas.
Solución al abandono de envases
En España, después de desandar un camino que ya parecía rodado, se lleva años intentando volver a lo de entonces, habida cuenta además de que el reciclaje de residuos aún sigue lejos de conseguir cifras que hace años ya se han logrado en otros países europeos. Y de los problemas medioambientales que supone que la ciudadanía no esté suficientemente concienciada sobre las consecuencias de no reciclar. Un ejemplo reciente son esos 40.000 kilos de basura, en su mayoría precisamente envases de botellas, que se recogieron tras la pasada noche de San Xuan en las playas de Poniente y El Arbeyal de Gijón.
El mes pasado se aprobaba una proposición de ley en la comisión de Medio Ambiente del Congreso para instar al Gobierno de España a solucionar el abandono de envases recuperando la práctica de devolverlos a la tienda. Y, pese a que hay comunidades autónomas como la valenciana (y más en vista del resultado de una encuesta realizada por la Generalitat Valenciana, con un 95% de los ciudadanos a favor del sistema) que están a punto de impulsarlo, de momento las iniciativas que se llevan a cabo en España en este sentido son de emprendedores particulares que apuestan por esta iniciativa para impulsar el reciclaje.
Más de dos meses de experiencia en Trubia
En Asturias, al menos existen dos de esas máquinas que reciclan envases de plástico y latas en Oviedo. Una en una autolavandería situada en la avenida del Mar y otra en El Bodegón de Trubia, situado en la parroquia del mismo nombre. «Las había visto en un viaje que hice a Alemania. Es otra cultura… Sentí curiosidad y me puse a buscar a ver si existían en España», indica Iván García, el propietario del bar, que explica que, por mediación de un amigo que adquirió estas dos máquinas que existen en Asturias, la primera se instaló en el interior de su establecimiento hace algo más de dos meses.
La máquina tiene capacidad para almacenar entre 700 y 800 envases y latas. «Se vacía dos veces por semana y, aunque el dinero que se obtiene por traer envases no es mucho, viene mucha gente para reciclar. En Trubia estamos muy concienciados por la contaminación, se lleva muy a pecho», explica, «por eso, haces algo como esto y la gente lo agradece». Los tickets que obtienen quienes hacen uso de esta máquina suelen tener dos salidas: «Hay personas que te lo dan directamente y otras que los van acumulando».
Una hamburguesa por cinco euros devueltos en envases
Recuerda, en este sentido, el caso de un chaval que llegó a juntar cinco euros tras un mes llevando sus envases a la máquina y, «con toda la ilusión, los cambió por una hamburguesa». También, añade, hay quien llega a juntar 50 céntimos y aprovecha para obtener tal descuento en el café, que le sale entonces a 60 céntimos. «También pones a reciclar a los niños y así creas conciencia de reciclaje», indica García, que calcula que más pronto que tarde al menos los grandes centros comerciales tendrán estas máquinas de reciclaje por incentivos entre sus servicios.
La que tiene en su bar, en concreto, procede de Ganamos reciclando, una empresa creada hace algo más de dos años en Murcia por jóvenes emprendedores que también las habían visto en Alemania. «Pensamos en hacer algo similar aquí», explica el gerente de la empresa, José Rodríguez, «después de estudiar la manera de proceder y ver la distinta maquinaria que existía, decidimos dar el paso y hemos llegado hasta donde estamos después de tres años de proceso». Ganamos reciclando también se ha establecido como franquicia «de manera que nosotros compramos a nuestros franquiciados el material que ellos recogen en sus máquinas».
Nuevas localizaciones en Asturias
«La aceptación en España ha sido bastante buena y, a día de hoy, tenemos varios puntos a nivel nacional y ya estamos también implantándonos en las islas», explica Rodríguez, que indica que, antes de poner en marcha este negocio verde, realizaron estudios que les confirmaron que «la gente se moviliza más cuando recibe un incentivo a cambio de reciclar». En Asturias, además de las dos máquinas que ya existen, también son varios los interesados en sumarse a esta iniciativa y, de hecho, «estamos buscando posibles ubicaciones y colaboraciones de supermercados interesados en adherirse a nuestro proyecto».