Javier Fernández ofrece un gran pacto a la izquierda que incluya desalojar a la derecha de Gijón
ASTURIAS
El presidente se ofrece a celebrar un encuentro abierto en calendario y propuestas con Podemos e Izquierda Unida
30 jun 2017 . Actualizado a las 21:10 h.El presidente asturiano, Javier Fernández, formalizó en la tarde de este viernes la oferta lanzada a Podemos e IU la semana pasada en la Junta General con el envío de sendas cartas, dirigidas al secretario general de Podemos Asturies, Daniel Ripa y al coordinador regional de IU, Ramón Argüelles, en las que se abre a celebrar una reunión «para concertar un primer encuentro y negociar también el listado de cuestiones que consideréis conveniente abordar así como el método de trabajo correspondiente». Fuentes del partido morado confimaron a La Voz de Asturias que habían recibido la misiva.
En su carta, el presidente señala en todo caso la prioridad de resolver la «anomalía gijonesa» destacando que «no hay explicación política razonable» que justifique que «la mayor ciudad de Asturias, esté gobernada por la derecha cuando el PSOE, Xixón Sí Puede e Izquierda Unida suman mayoría suficiente para construir una alternativa».
En términos similares, Fernández señala que la unión de los tres grupos en el parlamento autonómico permitiría sumar la mayoría absoluta en la cámara y destaca que su ofrecimiento pasa por buscar puntos de consenso en manterias como l«os presupuestos, la política fiscal y la lucha contra la corrupción» además de «la reforma de la financiación autonómica, crucial; la necesidad de ordenar el área metropolitana para aprovechar su potencial en beneficio de toda la comunidad autónoma; la urgencia de definir una estrategia contra el declive demográfico, probablemente el mayor de nuestros problemas; la conveniencia de exigir al Gobierno de España la culminación de las grandes comunicaciones y la rectificación de su política minera y energética».
En todo caso, la carta --con un texto común para ambos dirigentes-- apunta que si no se detallan más propuestas es «precisamente, para propiciar el diálogo. La agenda está abierta; las propuestas y el método, también. La disposición es máxima». Javier Fernández reconoce que, como presidente del Ejecutivo «asumo que me corresponde la mayor cuota de responsabilidad para favorecer los acuerdos» y aunque elogia los puntos del acuerdo de investidura alcanzados con IU al comienzo de la legislatura «por desgracia, los votos conjuntos de ambas fuerzas resultan insuficientes».
La carta se abre con un recuerdo del cumplimiento del ecuador de esta legislatura, dos años después de las elecciones, y señala que «desde aquel domingo electoral mi ambición ha sido facilitar el entendimiento de la izquierda». En este sentido el presidente lamenta que tanto en el ámbito local, refiriéndose a Gijón, como en la Junta General, entre los tres grupos se «haya sido incapaz de alcanzar consensos básicos durante el primer bienio de la legislatura» pero añade que aún hay oportunidad en el presente porque «para mí, el tiempo de la negociación y la búsqueda de acuerdos nunca se conjugan en pasado».
«No pienso desistir de tomar una y otra vez la iniciativa para impulsar el entendimiento. No voy a ser yo quien tire la toalla: ni renuncio a un gobierno progresista en Gijón ?y el tiempo del cambio va pasando- ni cometeré la irresponsabilidad de promover el desencuentro de la izquierda en Asturias para allanarle el camino al Partido Popular y Foro», señala el texto de la carta remitida por el presidente en la que emplaza a celebrar esas reuniones para apartar «obstáculos y pactemos un rumbo común para los próximos años».
Fernández apela a la situación de la política nacional, indicando que «si en España la búsqueda de un acuerdo para desalojar a la derecha del poder es un propósito compartido, no entiendo por qué la izquierda debe asumir resignada el gobierno de Foro en Gijón. Tampoco comprendo por qué hemos de renunciar a convertir la mayoría absoluta existente en la Junta General en una herramienta para el progreso y la transformación de Asturias» e insiste en que, en el ámbito autonómico, la falta de diáologo entre los tres grupos «sólo beneficia a la derecha».