Cotos, licencias y permisos aportaron a la administración casi 10 millones de euros en la última década. El colectivo afirma que, sin ellos, sería necesario «un ejército» para controlar el jabalí
23 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Entre los años 2006 y 2006, la administración asturiana recaudó gracias a la caza alrededor de 10 millones de euros entre licencias, permisos y los cánones de los cotos regionales. Son datos dados a conocer por la Consejería de Desarrollo Rural como respuesta a una pregunta parlamentaria de la diputada de Podemos Paula Valero. Pero además el colectivo de cazadores considera que es una actividad no suficientemente explotada por su atractivo turístico y que rinde beneficios a empresas relacionadas con el sector y también a la hostelería. Como singularidad de Asturias que podría atraer a cazadores de otras regiones destacan el paisaje y el entorno y también el hecho de contar con una subespecie «única», el rebeco cantábrico, que llama la atención de los aficionados. Así lo destacó el presidente de la Federación Asturiana de Caza, Valentín Morán quien considera que el colectivo ha tenido en demasiadas ocasiones un tratamiento «injusto» sobre su labor para con el medioambiente.
En la década entre 2006 y 2016, el Principado recaudó por la caza un total de 9.280.934 euros, que se reparten entre las licencias y matrículas de caza, los permisos dependientes de la administración y los cánones regionales. No es posible trazar una tendencia creciente o en descenso a lo largo de los años porque las cifras de recaudación varían enormemente. Esto se explica, según indicó Morán porque, por ejemplo, en el caso de los matrículas «son fianzas que tiene que depositar la sociedad cuando es adjudicataria de un coto», tiene que renovarse cada 5 años y se devuelve o no en función de si se han cumplido las condiciones de la adjudicación. Del mismo modo, en el caso de los cánones, la administración es la que debe aportar luego a los ayuntamientos de las reservas una cantidad «en función de la riqueza cinegética». Por esos motivos, también en ocasiones por retrasos burocráticos, las cifras son dispares y oscilan con frecuencia.
Atractivo turístico
Morán destacó que la caza podría ser un polo de atracción turística en Asturias que no siempre, a su juicio, ha sido bien aprovechado. «Una de nuestras reivindicaciones que no te exigieran la licencia de caza antes de lograr el permiso, que es por sorteo, y si no tienes la suerte de que te toque ¿para qué voy a querer yo la licencia de caza en Asturias?». En su opinión, los trámites deberían ser más sencillos porque «se desaprovecha la riqueza cinegética que tiene Asturias».
¿Y cuál es, qué busca el cazador foráneo en Asturias? «Sobre todo el rebeco cantábrico, porque es una especie única, y además el entorno, el atractivo paisajístico. Durante los años en que yo estuve en Morcín, la gente que venía de fuera ya les atraía sólo el hecho de hacer un lance en este entorno, por la dificultad que tiene. Y también venían familias enteras que recorrían Asturias mientras el cazador o cazadora disfrutaba de un rececho». El presidente de la federación asturiana indicó que, a nivel turístico, la caza en el Principado atrae a quienes buscan corzo, rebeco y el venado, en algunas ocasiones el gamo.
El ejército del jabalí
Si esas son las especias que más atraen a los cazadores de otras regiones, en el caso de los asturiano la ocupación principal es el jabalí, las batidas, en una modalidad totalmente distinta que, en opinión de Morán, cumple además una labor de control «necesaria». Según señaló el presidente de la federación son alrededor de 9.000 cazadores los que «están todos los fines de semana cazando jabalíes, si no fuera por ellos, la administración tendría que tener a un equipo de gente, a todo un ejército, para contrarrestar esto. Sería una Asturias intransitable, un riesgo para la circulación y a nivel de cultivos también sería inasumible para la administración.
Morán también afirmó que en los cotos «hay más densidad de población» de especies que en las reservas porque «somos los primeros interesados en mantener un equilibrio, para que no haya demasiada o demasiada poca caza de un año a otro» y apuntó que el furtivismo, ha descendido en los últimos años.