«Quieren el dinero. A ver cómo podéis recaudar la mayor cantidad posible»

LA VOZ REDACCIÓN

ASTURIAS

Sergio Muñiz
Sergio Muñiz

La angustiosa llamada de Sergio Muñiz, el ovetense secuestrado y asesinado en Colombia, a su madre

29 ene 2017 . Actualizado a las 13:01 h.

La familia del ovetense Sergio Muñiz, secuestrado y asesinado por un grupo vinculado a las FARC colombianas, ha vuelto a exigir que el crimen sea considerado como un acto de terrorismo y obtener así justicia y una ayuda económica. Las grabaciones de las llamadas de Muñiz a sus padres demuestran la angustia de un secuestro que el Gobierno español apenas atendió.  La Audiencia Nacional reabrió el caso en 2014 pero el caso está parado por la justicia colombiana.

El secuestro se produjo durante el verano de 2013. Muñiz se encontraba en Colombia en compañía de unos amigos. El cadáver del joven apareció con los ojos vendados y señales cinco disparos en el municipio de Corinto, en el departamento de Cauca. Había llegado a Colombia el 3 junio y se hospedó en un hotel del centro de Cali, hasta que, entre el 5 y el 6 de junio, según las pesquisas, se trasladó junto a dos colombianos a una finca en Santander de Quilichao, zona de fuerte influencia de grupos armados al margen de la ley, donde se perdió su rastro. La Policía manejó varias hipótesis sobre su desaparición, entre ellas que se tratara de un asunto relacionado con drogas.

El grupo narcoparamilitar, Los Rastrojos, vinculado a las FARC colombianas, fue el autor del secuestro y asesinato. Exigieron en primera instancia un millón de euros por el rescate, que luego redujeron a 500.000 euros y más tarde a 200.000 euros. A Sergio le permitieron llamar a sus padres Lourdes y Enrique en varias ocasiones. El tercer contacto directo se produjo once días después del rapto. El joven llamó a las 11.23 horas del 18 de junio de 2013 a su madre, según un informe de la Policía Nacional que ha revelado El País. Esta es una transcripción de la conversación que publica el diario madrileño:

Lourdes Brioso. Sergio, cariño, ¿qué tal estás? Esto es una locura, hijo. El otro día cuándo me llamaste y me dijiste un millón de euros... Sabes que tengo lío con pesetas y euros... Cuando se lo dije a tu padre, casi se vuelve loco. Empezó a gritar porque es muchísimo. Sabes que no tenemos ese dinero. Estoy en tratamiento y esto no puede seguir así…

Sergio Muñiz. Lo sé mamá. Estoy comiendo. No me maltratan. Quieren el dinero. Se trata de recolectar la mayor cantidad posible. Habla con José, Joaquín, el banco, Carlos… A ver cómo podéis recaudar la mayor cantidad posible. Tu tranquila. Necesito que estés tranquila.

L. B. Pero Sergio, no tenemos nada. Sabes que ellos no tienen nada, que casi no tienen para ellos. ¿Cómo nos va a dejar dinero Joaquín si está vendiendo su casa? El banco no nos quiere dar nada. No tenemos nada.

S. M. Mira, mamá. Tranquilízate, por favor. Vuelve a hablar con Pelusa y que él hable con Juan y Miguel, que son empresarios y pueden aportar 200.000 euros. Es importante.

L. B. ¿Y alguien más?... Esto es una locura. Escucho de fondo a alguien. ¡Déjame que hable con quien te tiene retenido! Tu vida vale más. Pónmelo y le explico que no podemos con esto. Que voy yo a por ti, que tu vida vale mucho. Pero déjale que le explique nuestra situación…

S. M. No mamá, no puedo.

L. B. Dime, ¿dónde estás?, ¿me lo puedes decir?

S. M. No. No puedo. Estoy comiendo. No me maltratan. Ellos solo quieren dinero. Un beso muy grande, que te quiero mucho. En tres o cuatro días te vuelvo a llamar.

La Audiencia Nacional envió el 12 de marzo de 2014 una comisión rogatoria a Colombia. Meses después, la Fiscalía colombiana ha reconocido que los asesinos de Muñiz eran miembros de las FARC pero han matizado que los crímenes de la guerrilla han dejado de ser investigados al entrar dentro de la negociación del proceso de paz. La familia se encuentra en un atolladero judicial a la hora de conseguir las ayudas económicas.  La versión policial del secuestro sostiene que Muñiz habría podido ejercer de correo de droga colombiana, una hipótesis que la familia niega. Unos meses después de la muerte de Muñiz, la policía puso en marcha la Operación Angliru, en la que se detuvo a 18 narcos asturianos y gallegos y que las fuerzas de seguridad relacionó con el secuestro y asesinato del joven asturiano.